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viernes, 26 de octubre de 2012

Un encuentro con el Comandante



-Por favor, me han indicado comunicarle que debe usted estar listo a las 10 de la mañana para recogerlo en su hotel y trasladarlo a una importante cita.
La edecana que me acompaña todo el tiempo en el confortable Mercedes Benz puesto a mi disposición, me ha comunicado la noticia con cierto aire de gravedad. Pongo rostro de interrogación, pero casi de inmediato respondo con una sonrisa ligera, brevísima. He comprendido al instante el objetivo del mensaje y no hago pues, ninguna pregunta.
-Ahí estaré esperando, comunico a mi amable y siempre sonriente anfitriona.
He venido a La Habana, a principio de febrero del dos mil doce, invitado por mi viejo y cordial amigo Abel Prieto, ministro de Cultura, quien por esos días ha sido "liberado" (conforme la terminología oficial cubana) del cargo, luego de quince años de ejercicio para pasar a ser Asesor del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros. Me ha invitado para asistir a la Feria Internacional del Libro, que sobrepasa ya la veintena de años, y que se dedica en esta ocasión al Gran Caribe, entre los que se incluye a nuestra media isla. Ha concluido ya el acto inaugural de la importante celebración, que se realiza a campo abierto, como la FIL dominicana, en los espacios de la fortaleza La Cabaña, otrora enclave colonial, otrora asiento de otro comandante señero, en los tiempos iniciales de la Revolución, hoy, un lugar de historia y esparcimiento. Cuando me trasladan a mi hotel, luego de cenar con escritores cubanos, mi edecana me comunica la noticia.
Al día siguiente, estoy temprano listo para lo que mande el día. En el comedor, a la hora del desayuno, coincido con un grupo de amigos: Frank Moya Pons, Manuel García Arévalo y José del Castillo (el hijo, actual Ministro de Industria y Comercio). Han venido a La Habana para participar en la feria en la presentación de un libro patrocinado por la Fundación de Manolito. Estamos alojados todos en un céntrico hotel de la inigualable capital cubana de los que Eusebio Leal ha restaurado en años recientes. El admirado historiador de La Habana ha consignado en un cartel de bronce colocado a la entrada del hotel que en ese lugar estuvo hospedado alguna vez el gran poeta gaditano Rafael Alberti y su esposa María Teresa León.
A las diez, cuando llegan puntualmente a recogerme al hotel, estoy en el lobby sentado desde hace media hora. Partimos hacia el Ministerio de Cultura, donde hay oportunidad para saludar a viejos amigos, conocer algunas personalidades latinoamericanas de las que se ha tenido noticias por alguna vía, y descubrir que entre los invitados al encuentro se encuentran otros dos compatriotas: el novelista Pedro Antonio Valdez y la poeta Chiqui Vicioso.
En ese momento, ya todos sabemos con quién será el encuentro. No era tampoco difícil suponerlo, pero como los cubanos poseen cierto talante misterioso, uno espera confirmación hasta el final, no vaya a ser que lo intuído resulte pura fantasía.
Todos -unos cuarenta tal vez- somos invitados a abordar un autobús. A mi lado viaja quien, en cuanto concluya la feria cubana del libro, será el sustituto de Abel Prieto en el Ministerio de Cultura, el viejo y siempre cordialísimo amigo Rafael Bernal Alemany, quien fuera viceministro de la cartera desde 1997. Charlamos animadamente durante el corto trayecto que nos lleva hacia el Centro de Convenciones donde, al llegar, de improviso, entramos a un espacio habilitado para comedor del grupo de comensales que, en breve tiempo, se convertirán en contertulios -callados, unos; activos, otros- del gran oficiante del encuentro previsto.
Frente a cada uno, un plato de ensalada mixta, y luego llega un trozo de carne de vaca con arroz blanco, y al final, un dulce de lechoza, que los cubanos llaman fruta-bomba. Son las 11:30 de la mañana, y me resisto a tomar ese almuerzo forzado. Hace apenas dos horas que he concluido mi desayuno y acostumbro comer sobre las dos de la tarde. Alguien a mi lado me sugiere dar cuenta del condumio a la vista, pero no puedo hacerlo. Horas más tarde, lo lamentaría. En mi mesa comparto con los poetas Pablo Armando Fernández y Roberto Fernández Retamar, entre otros, y junto a mí el editor domínico-boricua Carlos Roberto Beras y el novelista Pedro Antonio Valdez.
Una hora más tarde, nos conducen al salón del encuentro. Hay expectación, entre saludos y camaradería (el vocablo adquiere tinte socialista, sin dudas, en este caso). Mis compañeros, en la fila tres donde me ubican, serán por toda la jornada, el hijo mayor del hombre que presidirá aquel largo momento, el novelista brasileño Vicente Battista, y un poco más allá, casi hosco, el ministro de cultura de un país africano.
Justo a la una de la tarde, se abre un portón a la derecha que conduce directamente al escenario, preparado con una rampa que facilita el ascenso de quien conducirá el encuentro. Han llegado minutos antes, discretamente, un par de hombres de la seguridad. Acompañado de dos colaboradores que le llevan, cada uno, de sus brazos, hace su entrada, ante la mirada atenta de los invitados, el Comandante Fidel Castro Ruz. El momento adquiere ribetes de privilegio. El hombre que ha dirigido los destinos de Cuba durante cincuenta y cuatro años, no se ha mostrado en público desde que en 2008 anunciara su condición de salud y renunciara a sus cargos, dejando el poder en manos de su hermano Raúl. Hace apenas una semana, en este febrero del dos mil doce, que apareció en público por primera vez en cuatro años, para presentar su nueva biografía, contada durante años a la periodista cubana Katiuska Blanco Castiñeira. La que ocurre en este mediodía cubano es pues, la segunda presencia pública del ex mandatario y hombre-fuerte de la revolución después del anuncio de su enfermedad y retiro. Lo hace frente a intelectuales latinoamericanos presentes en La Habana para asistir a su feria del libro.
El Comandante camina muy lentamente, mientras los presentes aplauden. A la derecha, en un rincón del auditorio, se ubica la esposa Dalia Soto del Valle, una mujer que casi nunca antes se había mostrado en público, y que ahora parece acompañar permanentemente a su compañero de hace más de cincuenta años. Con ella, está a su lado, su hijo Antonio, médico de cabecera del Comandante. Y tomando fotos constantemente, otro de sus hijos, Alex, aficionado a la fotografía.
Abel Prieto introduce el momento. Estará a su lado durante todo el encuentro. Fidel inicia su exposición -nada ha sido previsto, hablará de seguro sobre lo que le plazca- con voz casi inaudible. Fidel Félix Castro, el hijo de Mirtha Díaz Balart, su primera esposa, está a mi lado y me susurra: "En poco rato, tomará fuerza y hablará con mayor potencia". Lo dice, sin dudas, advirtiendo que no oigo bien a su padre, pero también admirando sus condiciones.
Rememorará momentos de su larga historia de político, guerrillero, líder revolucionario, dirigente de los países no alineados, combatiente antiimperialista, hombre de mano dura, mientras con sus ojos vivaces observa hacia todos los lados del auditorio. Cuando reconoce a alguien entre el gentío, lo saluda con una inclinación de cabeza o con las manos. Su exposición guarda coherencia con su discurso político de tantos años, pero Fidel luce, tal vez, más sosegado, vale decir -aunque suene una herejía- más conservador en la elaboración de sus juicios. No parece ya el padre, sino el abuelo de una revolución que ha quedado atrás, aunque él no parezca comprenderlo.
Habla de todo. Siempre habló de todo, se internó en todos los temas, incursionó en todos los géneros, manejó todas las instancias. Es un veterano. Ignorar que es un semi-dios de la palabra política y del albur histórico, es una soberbia insensatez. Verlo -y escucharle- de cerca, es sin dudas, un acontecimiento. Estamos en el siglo veintiuno y él es, sin dardos peyorativos, un hombre del siglo veinte. De los que más.
Me provoca interés su exposición sobre Cayo Confite. Y de su visita a Caracas, a poco de triunfar la revolución.
-Rómulo Betancourt estaba a mi lado en aquella multitudinaria manifestación de recibimiento en Caracas. Me siento apenado cuando la multitud abuchea al presidente venezolano, y me aplaude a rabiar a mí.
Fidel describe aquella historia con lujo de detalles. Lo hace antes, y después, con otros sucesos de su vida que recuerda vivamente. Me resulta claro que mantiene su lucidez, aunque le falte el vigor y la altivez de sus años gloriosos. Es una reliquia del tiempo.
Seguirá desbrozando temas sin fin. Es notorio su empeño en abrevar en su propia biografía. Al fin y al cabo, ella -su biografía- es la protagonista principalísima de la historia de Cuba desde 1958. Desde antes, desde mucho antes. Ahora ya no es, sin medias tintas, el principal y único protagonista. El liderazgo absoluto ha cedido. Pero, su figura sigue siendo referente sustancial de todo el fenómeno revolucionario, o por lo menos, o por lo más, la personalidad envuelta en esa biografía casi inabarcable, y por su extensión casi inacabable, es contra todo decir, un espacio ideológico y físico, fundamental e inamovible en su grandiosidad, no importe que ahora camine -el líder y su revolución- llevado casi en hombros, abrazado a las muletas de sus guardaespaldas.
Cinco horas después, se hace una pausa para ir a la planta baja a un refrigerio muy liviano, mientras el Comandante pasa a una sala habilitada para él, contigua al auditorio. Media hora más tarde, continúa el encuentro que, se me olvidaba contarlo, está siendo televisado a toda Cuba y que luego se convertirá en libro. Tanta importancia se otorga al momento.
Al regreso, comenzarán las intervenciones -algunas excesivamente laudatorias- y las preguntas. Asisten al encuentro, ministros de distintas latitudes, escritores caribeños y funcionarios de la cultura cubana (Fernández Retamar, Miguel Barnet, Eusebio Leal, entre otros). Destaca, silencioso, en la primera fila, el mexicano Sergio Pitol.
-Que diga algo el mexicano, sugiere Fidel en algún momento. Miguel Barnet le hace señas de que el laureado y admirado escritor azteca no puede hablar. Tiene un padecimiento de memoria que viene afectando desde hace un tiempo su andadura humana.
Y sobresaliendo entre el conglomerado, los que cumplen con fidelidad (Fidel=Fiel) su disciplinada tarea de emisores intelectuales de la revolución cubana por el mundo: Frey Betto, Ignacio Ramonet, el brasileño Battista, la esposa de otro brasileño importante, amigo de Fidel, el arquitecto Oscar Niemeyer, y varios más, quienes llevan la "voz cantante" durante el encuentro.
El Comandante sigue respondiendo todas las preguntas y agradeciendo los elogios, las gracias por su salud y su pensamiento "vigente, coherente y orientador", afirmación emocionada, casi hasta el paroxismo, de uno de los contertulios de esta noche. Ya son las ocho de la noche y el encuentro comenzó a la una de la tarde. Antonio, el hijo médico, ha estado colocando frente al Comandante, cada hora y media o dos horas según los cálculos que llevo, una taza de algún líquido que Fidel va tomando a sorbos. No toca el agua que le han puesto también sobre la mesa. Solo esta bebida, que podría ser té. No lo sabemos. Cuando llevamos siete horas y media del encuentro, Antonio le pasa una nota a su padre que éste lee:
-Bueno, me dicen aquí que ya es suficiente, que la velada ha sido larga y que debo descansar. Pero, yo me pregunto qué voy yo a hacer en mi casa a esta hora. Mejor, seguimos conversando.
Y entonces, le sugiere al auditorio:
-Qué ustedes creen, tomamos un breve descanso para ir al baño y regresamos en quince minutos.
Obvio. Todos asienten, aunque el hambre y el cansancio crecen con las horas, sobre todo para los que no almorzamos aquel trozo de carne con arroz blanco a las once y treinta minutos de la mañana, o apenas tomamos agua y un sorbo de jugo de piña en el primer break. No habrá café ni jugos ni bizcochitos en esta segunda pausa.
Cuando todos regresan, el Comandante se tomaría dos horas y media más de conversación. En el descanso, converso con una alta personalidad de la vida cubana y le comento la fortaleza de aquel hombre que con sus ochenta y siete años a cuestas, de intensas y extensas vivencialidades, y sus severos achaques que el semblante y la figura permiten ver sus secuelas, se ha mantenido tantas horas sentado frente a un auditorio sin mostrar cansancio, y deseando continuar la velada. El funcionario me informa que la bebida que le lleva Antonio, y de la que toma tres o cuatro tazas durante todo el encuentro -sorbo a sorbo, sin apuros-, es un té de una planta encontrada en República Dominicana llamada moringa. Es la primera noticia que tengo de esta planta y sus poderes medicinales.
-Enviaron un equipo científico a Santo Domingo a analizar la planta, y desde allí llega a la mesa del Comandante para paliar sus achaques. Dicen que es milagrosa, me informa el funcionario. (Comentaría el caso a allegados cuando regresé a mi país, y la ignorancia era casi total. Sólo el doctor Abel Rodríguez del Orbe me dijo que conocía muy bien la planta y la historia del uso que le daba Fidel, y seguro de sus propiedades curativas me informó que tenía sembradas varias tareas de tierra de Moringa. Una de las añejas servidoras domésticas de mi casa, me dijo que en su campo de San Cristóbal esa era una planta común y corriente, y que me traería unas ramas para que la conociera. No sólo trajo las ramas sino también algunas plantitas. Mi esposa tiene en el patio de la casa a esta hora, unas cinco plantas en crecimiento. Por un amigo poeta supe que un destacado periodista de la televisión, traía la moringa en cápsulas desde Miami, y que ya eran muchos los que estaban anotados en su consumo. Entonces me enteré que mi concuñado Fernando Fernández tiene una amplia plantación de moringa y que se propone exportarla en cápsulas en sociedad con unos alemanes. Meses después, Nuria Piera ofreció, en extenso reportaje, los detalles de la moringa, y comenzó entonces el boom moringuero en las calles de Santo Domingo).
El Comandante no tiene deseos de partir. La última, y tediosa, parte del encuentro la ha dedicado a leer los "partes noticiosos" que encuentra en el internet diariamente. Al viejo combatiente le sobra ahora el tiempo, y no hay mejor terapia para el tedio que navegar en la red. Las notas que lee, y las que concitan su mejor atención, es la referida a descubrimientos, a importantes hallazgos de la ciencia y a la evolución de la humanidad en el terreno del conocimiento científico. Una a una, va desgranando ante todos aquellas noticias que parecen no tener fin.
-Observen, esta es del 10 de diciembre, y dice… Esta otra es más vieja, del 14 de octubre, y escuchen lo que señala... Y esta otra, es recientísima, apenas de hace tres días, y afirma...
Cuando llevamos nueve horas y media de ser escuchadores de aquel inmenso protagonista de la tarde y la noche, de las mañanas, tardes, noches y madrugadas de más de cinco decenios de la cubanía, el Comandante, al fin, mandó a parar. Dijo unas palabras de agradecimiento y concluyó la extensa tertulia que los cubanos, tan dados a la titulación exagerada, denominaron "Encuentro por la Paz y la preservación del medio ambiente", aunque aquel título no correspondiera en ningún momento con los temas abordados y los objetivos buscados con la reunión citada.
-Cómo es que le han llamado a esto, dijo el Comandante casi en los finales del encuentro, mientras daba la vuelta a su sillón para leer el cartel colocado a sus espaldas.
Hay tiempo aún para fotos, y Fidel atiende todas las solicitudes con amabilidad, sin evidenciar cansancio. Han pasado diez horas y media desde que llegamos al Centro de Convenciones, donde ha tenido lugar el encuentro. Nada sólido, y líquido solo un vaso de agua, hemos ingerido durante todo este largo tramo. Acudimos todos presurosos al autobús. Fernández Retamar me pide mi móvil para llamar a su casa. Hacía tiempo, con toda seguridad, que no tenían los funcionarios cubanos una larga tenida con el Comandante. Casi, se habían desacostumbrado. Cuando llego al hotel, ya todos duermen. Encuentro sobre la mesa de la habitación un ramo de flores y un vino de mi entrañable Socorro Castellanos, la querida Cocó que cumple funciones diplomáticas en la capital cubana, que tan bien conoce. Y justo al lado, para mi sorpresa, con elegante envoltura, los dos gruesos volúmenes de "Guerrillero del tiempo", las conversaciones del líder histórico de la revolución cubana con Katiuska Blanco, con una tarjeta de saludos autografiada por el Comandante. Después de un buen baño, saco fortaleza y comienzo a leer las intervenciones en la presentación del libro, ocurrida apenas una semana antes del suceso que aquí narro, de los amigos Abel Prieto Jiménez y Miguel Barnet Lanza, insertadas en un folleto que acompaña los tomos citados. Ese día, como sentencia Katiuska en el primer capítulo de la obra, supe un poco más del hombre oculto tras las investiduras de la historia. El sueño me vence pensando que, unos a favor, otros en contra, unos rendidos ante su aplastante personalidad, otros consumidos por un largo tiempo de aversión y encono con sus ejecutorias, Fidel Castro, el Comandante, es un hombre-historia al que ningún observador de la conducta humana y del territorio de las vivencias del tiempo, puede soslayar.
La que ocurre en este mediodía cubano es pues, la segunda presencia pública del ex mandatario y hombre-fuerte de la revolución después del anuncio de su enfermedad y retiro. Lo hace frente a intelectuales latinoamericanos presentes en La Habana para asistir a su feria del libro.

Juan Ducoudray y La Cafetera


Juan Ducoudray y La Cafetera

LO CONOCÍ EN PLENA GUERRA DE ABRIL DE 1965 EN UNA OFICINA DE ABOGADOS UBICADA ENCIMA DEL JAI ALAI, AL LADO DE LA CÉLEBRE CAFETERA DE FRANQUITO. YO ERA PORTADOR DE UN SOBRE QUE ME ENTREGARON EN CASA DE LOS MEJÍA RICART, EN LA JOSÉ REYES. ALLÍ SE REUNÍA UN GRUPO CONSULTIVO DEL EQUIPO CONSTITUCIONALISTA QUE NEGOCIABA UNA SALIDA POLÍTICA AL CONFLICTO BÉLICO CON LA COMISIÓN DE LA OEA, CUYA VOZ CANTANTE ERA EL EMBAJADOR BUNKER. DEBÍA PREGUNTAR POR X NOMBRE (EL QUE EMPLEABA ESTE DIRIGENTE CLANDESTINO DEL PARTIDO SOCIALISTA POPULAR, FUNDADOR EN 1946 DE JUVENTUD DEMOCRÁTICA, ENCARCELADO POR LA DICTADURA Y EXILIADO EN COLOMBIA, GUATEMALA, MÉXICO Y CUBA) Y ENTREGARLE EL SOBRE SÓLO A ÉL.

Al ingresar a la oficina y anunciar el propósito de la visita, fui invitado a esperar en una salita, desde la cual se divisaba el pasillo que daba acceso a los despachos. Mi desconocido destinatario salió de uno de ellos caminando pausadamente, con una cierta inclinación que ladeaba su cuerpo, como si fuera un lanzador de beisbol tomando lentamente impulso. Al presentarnos -hechas las verificaciones de rigor- hice entrega del sobre y procedí a retirarme. Pero el destinatario me convidó a sentarme para charlar, siempre conservando su identidad clandestina. Fue así como conocí a Juan Ducoudray Monsfield, uno de los "peligrosos comunistas" que participaban en el bando constitucionalista.
Cuando regresé de Chile en 1971 reanudamos nuestra relación, originalmente en una peña que mantuvo Hugo Tolentino en su apartamento del Edificio Buenaventura, con la presencia de Pedro Mir, Félix Servio Ducoudray, Joaquín Basanta, José Aníbal Sánchez Fernández, José Luis Parra. Luego en múltiples peñas en las que nos dábamos cita diaria en los Capri, el Bar América, la Cafetera, la Farmacia Carmina, los Imperiales, el Palacio de la Esquizofrenia. En incursiones tras los helados Rex de la Duarte, los exquisitos sándwiches de Mario Autore, la pasta del Sorrento o la gastronomía del Mario, un clásico capitalino. Junto a Kasse Acta, Chito Henríquez, Dato Pagán y Emilio Cordero formamos brigada de cinéfilos, integrada también por Freddy Agüero y el inolvidable Guillermo Vallenilla.
Aunque Juan ingresaría junto a miembros del viejo PSP a las filas del PLD capitaneado por Bosch, ocupando una curul en el Congreso por ese partido, en los últimos años de su vida mantuvo un vínculo con la APD de Max Puig, menguando con la edad su protagonismo político. Todos los domingos nos veíamos en casa de Rafael Kasse Acta, en la peña abierta y pluralista que éste mantuvo hasta su deceso en el 2004 o en la semana en la tertulia de la Esquizofrenia que nucleaba Chito Henríquez. Siempre en los actos del 14 de Junio y del 30 de mayo.
Tras el fallecimiento de Hellen -su querida compañera guatemalteca con la que procreó dos hijas- pasó a residir en casa de una de ellas. Desde allí me llamaba para conversar por teléfono o para que lo buscara -como lo hacía antes con Tonito Abreu, entonces en París- y compartiéramos un almuerzo a su elección. Era grata y entrañable compañía, inteligente, documentado, analista sofisticado. Honradez conventual que gustaba de la buena mesa. En marzo del 2009 -año de su muerte- Juan Ducoudray publicó en Hoy "La magia de la vieja Cafetera", un retrato espléndido de ese centro de la vida capitalina que deseo compartir con los lectores.
"A pesar de la censura y el terror de la Era de Trujillo, todo lo que acontecía en el país encontraba la manera de llegar al mundo mágico de La Cafetera. Era diferente, muy diferente de la que ahora lleva el mismo nombre de La Cafetera y su local era una casa vecina que ya no existe; o a lo mejor es que la casa ha sido tan modificada que parece otra. Aquella estaba llena de luz, con los pisos de mosaicos claros y pintada en su interior de blanco o arena. Tenía dos puertas de entrada: una muy ancha y otra estrecha que utilizaban los que solo iban a comprar café recién molido. La larga barra estaba en el lado Este -al contrario de cómo es ahora- y enfrente la fila de mesas, todo muy limpio y reluciente.
Un reciente artículo de José del Castillo acerca de las peñas literarias y políticas me hizo evocar la época de oro de La Cafetera (1940-1945), cuando allí en cierto sentido se cocía el caldo nacional por encima de las amarguras y los peligros que representaba la dictadura. El poeta Vigíl Díaz gustaba decir que así como París era el centro del mundo, La Cafetera era el centro del país.
Había varias peñas en La Cafetera. En la primera mesa, que estaba muy cerca de la acera, se reunía un grupo de empleados del gobierno de distinto nivel, incluidos secretarios de Estado, escritores y periodistas. La tercera era la de "los refugiados", como se les decía a los españoles que vinieron como exiliados políticos a fines de 1939 y principios de 1940. No conocía a todos los que allí se reunían, pero entre los mismos figuraban Baltasar Miró, Alberto de Paz y Mateos, el profesor Alaminos, el pintor Vela Zanetti, uno de los hermanos Antuña (que me parece habían llegado antes que los refugiados y tenían una tienda de camisas al lado de La Cafetera).
Vela Zanetti andaba casi siempre con una mujer muy atractiva que usaba boina y pantalones, de nacionalidad húngara o polaca según me informan ahora. Debe haber sido la primera mujer que se paseó por El Conde con esa prenda de vestir que era entonces exclusivamente para hombres, lo cual como es de suponer despertaba la curiosidad de los jóvenes y el asombro de las mujeres que la veían pasar desde sus casas.
La de nuestra peña era la cuarta con una "tanda" en la tarde y otra más larga en la noche. Entre los que asistían estaban Alfredo Lebrón, Luís Manuel Baquero, Rafael Pérez Henríquez (Pitó), Salvador Reyes Valdez, Joaquín Santana, Gay Vega, mi hermano Félix Servio y yo. También participaban a veces en la tarde Chito Henríquez, Carlos Curiel, Pedro Mir y otros que escapan a mi memoria. Una tarde (creo que era noviembre de 1944) llegó Diego Bordas con una caja de zapatos envuelta en papel de La Favorita (que era la principal tienda de zapatos de la ciudad) y Félix Servio le dijo que le mostrara los zapatos que había comprado. Diego sonrió y respondió en voz muy baja que no eran zapatos sino "pura dinamita": los primeros ejemplares de los estatutos de Juventud Revolucionaria, impresos en una pequeña prensa que tenía Julio César Martínez en La Atarazana. Por razones de seguridad, esa inocente caja de zapatos pasó la noche dentro de un saco de café en grano en La Cafetera.
A pesar de la censura y el terror que acechaban en cada esquina, todo lo que acontecía dentro o fuera del país encontraba la manera de llegar al mundo mágico de La Cafetera. Cuando en marzo de 1945 Juan José Arévalo tomó posesión de la presidencia de Guatemala, ganada en las primeras elecciones libres después del derrocamiento de la dictadura de Ubico, un resumen de su discurso tomado taquigráficamente por un radioaficionado circuló de mano en mano en La Cafetera.
Y a veces las noticias iban acompañadas de algarabía y festejos como sucedió el 30 de abril de 1945, el día que Berlín cayó bajo el empuje del ejército soviético y Hitler se suicidó en su bunker. Era el fin de la guerra en Europa y todos pensaban que el mundo de paz y libertad prometido estaba a punto de presentar credenciales; los republicanos españoles recibieron la buena nueva con júbilo pues pensaban -¡todos éramos tan ilusos!- que Franco no duraría mucho tiempo. Puestos de pie brindaron con su refresco de café (la tacita de café con agua, hielo y azúcar) y uno de ellos cantó la Marsellesa en francés con aplausos, gritos de alegría y un estruendoso ¡viva la República!
En la mesa de los funcionarios hubo gestos de sorpresa y miradas inquietas. No sabían qué hacer, si pararse e irse o mandar a callar a los enardecidos españoles antifranquistas, que ya habían provocado que dos parroquianos que tomaban café de pie en la barra se marcharan rápidamente asustados por el pequeño mitin que se estaba escenificando. Antes de que la cosa pasara a mayores uno de los eufóricos republicanos dijo en voz alta que el triunfo era también del gobierno dominicano, miembro de la alianza antifascista. Esta oportuna aclaración tranquilizó la mesa de los funcionarios y restableció la normalidad del recinto que se había visto momentáneamente alterada. Pero no todo quedó ahí. Hubo algo más: al día siguiente la policía fue a averiguar detalles del singular incidente y Julián, el encargado del negocio, relató lo sucedido y le echó al vino toda el agua que pudo.
Las de La Cafetera eran peñas paralelas y no se mezclaban entre sí. No sé lo sucedido con la peña de la tercera mesa, aunque muchos de sus integrantes se marcharon del país en busca de trabajo y un ambiente de libertad. La peña nuestra fue víctima a partir de julio de 1945 de las persecuciones y los asilamientos y desconozco si alguna vez, durante mi largo exilio, la misma se repitió en otras circunstancias y con otros participantes.
Ha corrido desde entonces mucha agua bajo el puente. Pero el aroma de la vieja Cafetera, de su discreto encanto conspirativo, me persigue tercamente y me hace recordar los momentos de fraterna solidaridad que transcurrieron en ese recinto de maravillas cuando uno, tontamente, creía que el mundo de la libertad y la justicia estaba al alcance de la mano. A estas alturas confieso sin rubor que sigo siendo un poco tonto. Aún aliento la esperanza de que los sueños urdidos en la cuarta mesa de La Cafetera se puedan convertir en realidad: un país con derechos políticos e igualdad social, con educación y cultura, sin irritante sujeción al poder extranjero.
No dudo que la actual Cafetera tenga sus virtudes aunque le falta la magia de lo que Salvador Reyes Valdez -el inefable Niño Reyes- llamaba el ambiente 'carey', un adjetivo de su creación que aplicaba a las cosas que consideraba de calidad superior. Aquella, la otra Cafetera, era ciertamente un oasis de libertad en medio del árido desierto de la dictadura."

domingo, 21 de octubre de 2012

¿Hay lugar para Dios en el Big Bang?


Victoria Gill
 
Big Bang
El descubrimiento del bosón de Higgs está tan fresco que la exhibición en el museo de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (Cern) no se ha actualizado todavía.
En la obra expuesta -un cortometraje que proyecta imágenes del nacimiento del Universo en una enorme pantalla- el narrador pregunta: "¿Encontraremos el bosón de Higgs?"
Ahora que finalmente ha sido visto -un descubrimiento científico que nos acerca más que nunca a los primeros momentos después del Big Bang- Cern ha abierto sus puertas a eruditos que toman un enfoque muy diferente hacia la pregunta de cómo se creó el Universo.
El 15 de octubre, un grupo de teólogos, filósofos y físicos se reunió dos días en Ginebra para hablar sobre el Big Bang.
¿Qué ocurrió cuando personas de tan distintas visiones del Universo se sentaron a discutir?
"Me di cuenta que era necesario discutirlo", dijo Rolf Heuer, director general de Cern.
"Necesitamos, como científicos ingenuos, discutir con filósofos y teólogos la época anterior al Big Bang".

Antes del Big Bang

Ciencia y fe

La primera persona en proponer la teoría del Big Bang fue un sacerdote católico. Georges Lemaitre también era profesor de física en la Universidad Católica de Lovaina cuando, en 1931, propuso en un documento académico que el Universo en expansión debía haberse originado en un punto finito en el tiempo. Sus intereses religiosos eran para él tan importantes como su ciencia, y fungió como presidente de la Academia Pontificia de Ciencias desde 1960 hasta su muerte en 1966.
Charles Darwin, de quien se puede decir que detonó el debate de religion vs. ciencia, luchó con su propia fe. Darwin creció en la fe anglicana y en sus diarios de exploración en su barco, el Beagle, incluso se refirió a sí mismo como "bastante ortodoxo". En su autobiografía, Darwin escribió: "El misterio del principio de todas las cosas es insoluble para nosotros; y por mi parte me debo conformar con permanecer como agnóstico".
Uno de los organizadores de Cern de esta inusual reunión fue Wilton Park, un foro global establecido por Winston Churchill.
Es una organización usualmente asociada con discusiones de alto nivel sobre política global e incluso intercambios confidenciales sobre asuntos de seguridad internacional, lo cual quizás enfatiza cuán seriamente toma Cern este encuentro.
Pero la misma idea de un "tiempo antes del Big Bang" es un territorio imposible para los físicos.
Es una zona de pura especulación; antes del tiempo y el espacio como los científicos los entienden, y donde las leyes de la física se rompen completamente.
Entonces ¿lo hace eso un ámbito en el que se puedan entender la ciencia y la religión?
Uno de los participantes más francos, Lawrence Krauss, un físico teórico y director del Proyecto Orígenes en la Universidad Estatal de Arizona, afirma que definitivamente no.
"Uno tiene la impresión de una reunión como esta que a los científicos les importa Dios; pero no", indica.
"No puedes refutar la teoría de Dios".
"El poder de la ciencia es incierto. Todo es incierto, pero la ciencia puede definir esa incertidumbre".
"Por eso la ciencia progresa y la religión no".
Pero la sugerencia de que ciencia y religión son fundamentalmente incompatibles fue un motivo de discordia durante la reunión.
John Lennox, profesor de matemáticas en la Universidad de Oxford, también se declara cristiano. Él piensa que le solo hecho de que los seres humanos puedan hacer ciencia es evidencia para Dios.
"Si los ateos tienen razón en que la mente hace ciencia... es el producto de un proceso no guiado sin sentido".
"Ahora, si supieras que tu computadora es producto de un proceso no guiado sin sentido, no confiarías en ella".
"Por eso, para mí el ateísmo socava la racionalidad que necesito para hacer ciencia".
Pero este debate aparentemente insoluble de Dios versus ciencia fue sólo una parte del encuentro.
Heuer expresó que deseaba que los participantes "desarrollaran un entendimiento común" de la visión de los demás.
Pero incluso intercambiar ideas fue por momentos engorroso; científicos y filósofos suelen hablar lenguajes muy diferentes.

Educarse mutuamente

Partícula de Higgs
El descubrimiento de una "partícula de Higgs" precedió este encuentro de religiosos y científicos.
Andrew Pinsent es director de investigación en el Centro Ian Ramsey para la Ciencia y la Religión de la Universidad de Oxford. También es un físico entrenado que alguna vez trabajó en Cern.
"Tenemos que educarnos mutuamente en los términos que usamos", dice.
Por ejemplo, explica, "los filósofos han estado discutiendo el significado de la [palabra] verdad durante siglos".
Pero para muchos físicos, usar esa palabra es un territorio incómodo cuando hablan de lo que sabemos sobre el Universo y el Big Bang.
Krauss afirma que la palabra está en el centro de "una de las diferencias fundamentales entre ciencia y religión".
"Quienes son religiosos creen que conocen la verdad", indica.
"Y saben la respuesta antes de que se haga la pregunta. En cambio, con los científicos es exactamente lo contrario".
"En la ciencia, aunque usamos la palabra verdad, lo que realmente importa es si funciona".
"Por eso es un asunto sensible, porque si sabes la verdad, no necesitas lidiar con esta preguntita de si algo funciona o no".
A pesar de la barrera de visiones opuestas del mundo y léxicos incompatibles, Pinsent cree que colaborar con la filosofía podría ayudar a la ciencia a enfrentar mejor las preguntas muy grandes.
"No ha habido nuevos avances conceptuales en la física en un cuarto de siglo", afirma.
Agrega que esto es en parte porque la ciencia en aislamiento "es muy buena para producir cosas" pero no para producir ideas".
Invoca a Einstein como ejemplo de un científico verdaderamente filosófico.
"Empezó formulando las preguntas que haría un niño", puntualiza Pinsent, "como '¿qué sería cabalgar sobre un rayo de luz?'"
Y Heuer acepta la idea de llevar filosofía al mismo Cern.
"No iría tan lejos como dejarlos hacer experimentos aquí", bromea, "pero no tendría ningún problema en tener un filósofo residente".

¿Demasiado especializado?

Big Bang
La misma idea de un "tiempo antes del Big Bang" es un territorio imposible para los físicos.
La principal conclusión del evento fue simple: seguir hablando.
"Enfrentamos un problema en nuestra cultura de hiperespecialización", señala Pinsent.
"Esta ignorancia de otros campos puede causar problemas, como una carencia de cohesión social".
Y aunque Krauss dijo que la reunión se sintió a ratos como "gente que no se puede comunicar al tratar de comunicarse", incluso ve algún valor en este intercambio algo esotérico.
"Mucha gente de fe ve la ciencia como una amenaza", indica.
"No creo que la ciencia sea una amenaza, así que es útil para los científicos mostrar que no lo ven necesariamente de esa manera".
Como dijo un colaborador durante el encuentro: "la religión no agrega a los hechos científicos, sino da forma a nuestra visión del mundo".
Y como Cern está buscando pistas sobre cómo existió el mundo para empezar, desea ver cómo sus descubrimientos encajarían en cualquier visión del mundo.

Fidel Castro reaparece y desmiente su muerte


Fernando Ravsberg
El exvicepresidente de Venezuela, Elías Jaua, muestra la foto de su encuentro con Fidel Castro
El exvicepresidente de Venezuela, Elías Jaua, mostró la foto de su encuentro con Fidel Castro.
Fidel Castro vuelve a "resucitar" tras los rumores que, por centésima vez, anunciaron su muerte en las pasadas semanas. Ocurre una vez al año desde hace décadas, siempre alguien en la Florida asegura que conoce a alguien en la isla que le dijo que falleció.
Se trató de una reaparición pública, ya que se reunió durante cinco horas con el exvicepresidente venezolano, Elías Jaua, y después lo acompañó desde su casa hasta el hotel Nacional, en La Habana, donde conversó con algunos de sus trabajadores durante unos 30 minutos más.
Los rumores sobre la muerte de Fidel Castro se publicaron en los medios del exilio de Miami y otros en el resto del mundo se hicieron eco pensando que los exiliados debían tener información fidedigna sobre asuntos de la isla.
En esta ocasión, en pocos días la noticia recorrió el mundo; incluso se dijo que Raúl Castro mandó a buscar a su hermana Juanita, residente en Miami, para una importante reunión familiar en La Habana. De nada sirvió que Juanita desmintiera el asunto, el rumor siguió su curso.

La casa del Laguito

Una visión desde el exilio

"Estos rumores circularon por la prensa internacional; en este caso, a un periodista venezolano le dijeron que a Fidel le había dado una embolia", señala Andy Gómez, catedrático del Centro de Estudios Cubanos de la Universidad de Miami.
"Esta foto demuestra que está en malas condiciones, es una persona de edad avanzada. Yo sabía por fuentes dentro y fuera de Cuba que todavía estaba vivo y nada había pasado".

"Los rumores surgen desde que se enfermó en el 2006 y mucha gente sigue especulando con su muerte. Pero Fidel está en el pasado desde el 2006. Hoy en día el que está en el poder es Raúl Castro. Fidel representa un símbolo de la revolución que hemos visto que ha fracasado".

Sobre la falta de una felicitación al presidente de Venezuela, Hugo Chávez. por su reelección: "Para mí es lo de menos, creo que la felicitación tiene que venir de Raúl Castro", agrega Gómez.
No pasó mucho tiempo antes de que José Marquina, un médico venezolano residente también en La Florida, dijera que sabía de buena fuente y primera mano que el Comandante sufrió "una embolia cerebral y ya no conoce absolutamente a nadie".
La información que manejaba Marquina situaba a Fidel Castro moribundo en su "casa del Laguito", aunque en realidad éste reside en otro sector de la ciudad y nunca ha vivido en las casas de El Laguito, las que normalmente son utilizadas para protocolo.
Para rematar el asunto, un supuesto periodista italiano, Tommasso Debenedetti, dedicado a suplantar perfiles ilustres en las redes sociales confirmó la muerte, desencadenando una locura de la cual costaba mantenerse al margen a los medios de prensa más profesionales.
Desde una cuenta de Twitter falsa del canciller cubano, salieron mensajes que anunciaban una aparición pública especial de Raúl Castro para anunciar que "Fidel Castro falleció hoy. Una nota oficial del Comité Central será difundida en las próximas horas".

Desde Cuba

Los corresponsales extranjeros en La Habana éramos bombardeados por nuestras redacciones que, casi diariamente, nos pedían noticias al respecto. A los colegas les costaba trabajo creer que tan insistentes rumores fueran simple invención.
Exvicepresidente de Venezuela, Elias Jausa, muestra la foto de su encuentro con Fidel Castro
Castro acompañó a Jaua al hotel Nacional y habló con trabajadores del local.
Sin embargo, en Cuba no se detectaban alteraciones de la vida cotidiana, las emisoras de radio seguían trasmitiendo música, los medios nacionales no anunciaban ningún programa especial y Fidel Castro enviaba un mensaje de saludo a la Escuela de Medicina.
En la isla nadie se sorprende por las desapariciones del expresidente. Hace años que dejó la vida pública, no tiene tareas de gobierno ni de partido y cuando recibe a algún visitante es a título privado, por lo que no necesariamente debe tener cobertura de prensa.
Pocos esperan que se oculte su muerte. Desde el 2006 se está trabajando sobre esa eventualidad, prácticamente ya se ha cambiado todo el gobierno sin que se presentaran fisuras políticas y Raúl Castro parece haber consolidado su liderazgo.
Algunas fuentes aseguran incluso que ya hay un plan nacional para cuando suceda la muerte del Comandante, que incluye un anuncio inmediato, estancia en la Plaza de la Revolución, una procesión por toda la isla y su entierro en la Sierra Maestra.

Contexto

El cardenal López ejercer un liderazgo como exige la Iglesia en estos tiempos

                                                                     ¡Duos habet et bene pendentes...! 
Oleo del Cardenal  pintado por Miguel Nuñez 
César Medina 
lobarnechea1@hotmail.com
La frase en latín parece mandada a hacer para describir al cardenal López Rodríguez: ¡Tiene dos y cuelgan bien...!
La expresión nació en el seno de la Curia Romana en el año 885, luego de la falsa historia de la “Papisa Juana”, que habría calzado las sandalias de Pedro haciéndose pasar por hombre.
Desde entonces, cuenta la leyenda, el Vaticano confirma con tan pintoresca frase la hombría de cada nuevo papa antes de su coronación.
Aquí, en esta pequeña isla caribeña, el cardenal López ha tenido que volver a demostrar que posee valor y calidad moral para ejercer un liderazgo como exige la Iglesia en estos tiempos.
Es decir, que se requiere del material necesario ñ¿es preciso decir cuál?ñ para encarar esta vocinglería mediática...
Aunque necesariamente no sea la posición de la Iglesia ñAgripino pide que el proyecto se mande a vistas públicasñ, las palabras de López Rodríguez recordando que “el crimen no tiene edad”, es un valladar ante la embestida de los grupos que se oponen al endurecimiento de las penas a los menores de edad que reinciden en el crimen.
Es una aspiración legítima de la sociedad dominicana que se ponga fin a la puerta giratoria en que devino la lucha contra la criminalidad viciosa ejercida por menores al amparo de un estatuto que en diez años de vigencia no ha hecho ninguna otra cosa que demostrar su ineficacia. Y en el aspecto regenerativo, ni se diga...
Es un estímulo
El Código del Menor fue un engendro de las llamadas ONG que dicen luchar a nivel internacional por los derechos de los niños, pero se le impuso como traje a la medida sólo a algunos países de marcada debilidad institucional donde la canalla mediática tiene gran influencia a través de la sociedad civil.

Cuando ejercí de embajador en Chile ñuno de los primeros países en adoptar este trasplante de protección al crimenñ, la sociedad chilena luchaba a brazos partidos para quitarse de encima un mecanismo que sólo había contribuido al incremento de la criminalidad entre los menores de 18 años.
Los delincuentes en muchos casos se escudan en la permisividad de ese estatuto para reclutar a menores que en poco tiempo están curtidos en el crimen.
Con frecuencia se ve hasta a padres que ponen a sus hijos como escudos en operaciones del microtráfico y en la comisión de asesinatos horrendos.
Muchas veces esos muchachos suelen convertirse en los principales infractores de la ley. Muchos de ellos han llegado a cometer crueles asesinatos y luego son tratados como menores de edad.
Algunos hasta han llegado a confesar sus crímenes como si se tratara de un chiste o como quien cuenta una película de vaqueros...
Con el agravante de que en cuestión de meses están de vuelta en la calle, delinquiendo otra vez y con potencialidad para repetir sus crímenes viciosos.
Un deber ineludible
El presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez, tiene ahora el deber de poner en agenda y aprobar el proyecto de modificación del Código del Menor sancionado ya por los diputados, gracias a la diligente actitud de su presidente, Abel Martínez.

Los países desarrollados están estableciendo jurisprudencias para penalizar el crimen sin importar la edad.
Y se han visto casos en que menores de 13 años han sido condenados como si fueran mayores de edad por la comisión de crímenes horrendos después de comprobarse científicamente sus capacidades para discernir entre el bien y el mal.
Los senadores dominicanos tienen que escuchar la voz del cardenal López Rodríguez, que es como decir la voz de la Iglesia: “¡No veo por qué hay que andar con paños tibios... Mi posición es clara y radical...!”.
¡Duos habet et bene pendentes...!
Hay que traducirlo otra vez: ¡Tiene dos y cuelgan bien...!

Sentido y actualidad del pensamiento liberal radical dominicano



José Antinoe Fiallo Billini | perspectivaciudadana.com | 09-07-2002

Ponencia del Dr. José Antinoe Fiallo Billini, historiador, político y académico dominicano, en el "Simposio-Homenaje Trayectoria del Pensamiento Liberal en la República Dominicana, Siglos XIX y XX Francisco Gregorio Billini (1844-1898)" celebrado en la Biblioteca Nacional, Santo Domingo, 13 de diciembre de 1998. PerspectivaCiudadana.com agradece al Profesor Fiallo Billini esta colaboración.
A la Memoria de Hipólito Billini (Don Polito),
figura legendaria y fantasma del pasado en la Ciudad Intramuros,
a su sombrero, chaleco, leontina y bigotes,
con mi cariño de familia
y mi memoria de maestro.


INTRODUCCION
Me permito situar la manera en que pretendo abordar la temática, diciéndoles lo siguiente:
- Debemos hacer un esfuerzo por ver y pensar el pasado desde una perspectiva de utilidad transformadora;
- A partir de ello tomar nota de lo adecuado por justo que está pendiente realizar y que ha sido proclamado, parcialmente hecho, o hecho y que necesita continuidad;
- Debiendo, por tanto, asumir ese legado, integrarlo y pronunciar sus palabras y hechos como nuestras y nuestros del hoy que necesita ajustar cuentas, romper o hacer ruptura y avanzar el futuro de esta manera;
- Para lo cual necesitamos continuar construyendo un pensamiento generoso porque acopia legados y experiencias, paga deudas y se hace con ellos y ellas, con nosotros y nosotras;
- Por último, sugiero para ser coherente, es decir, ajustar cuentas, hacer ruptura y avanzar sin limitaciones, que no tomemos en cuenta y superemos un punto de vista de Francisco Gregorio Billini, con respeto, y que señalaremos más adelante.

Les propongo once bloques de planteamientos y un camino o senda con sus consecuencias, integrando lo liberal radical al hoy.

PRIMERO: El país, mentira y verdad, máscaras y palabras, el país ha estado bien, está bien, estará bien, 1966, 1984, 1998, 2000.

1.1 TOTALIDAD: "…la verdad no está en la mitad, ella es unidad, es un todo invisible" (Pedro Francisco Bonó, Opiniones, 1884).

1.2 VIDA: "Arma mejor es la verdad… entra en la realidad al entrar en la vida" (Eugenio María de Hostos, 1886, Discurso).

1.3 MIEDO Y VERDAD: "Nunca tengáis miedo a la verdad". Y si es verdad que la sociedad dominicana adolece de la desorganización universal y de la suya propia, ¿por qué habéis de negarlo ¿Tenemos miedo al decirlo (Hostos, Discurso, 1887).

1.4 DIVERSIDAD DE LA TIRANIA DELICADA: "Unicamente no es un gobierno tirano cuando encarcela y afusila… cuando un gobierno desoye las necesidades de su pueblo aclamadas por la prensa" (1913, Ricardo Sánchez Lustrino).

1.5 ¿DONDE ESTAN? "Hay un culpable, y es preciso saber quién es, y que se castigue" (Emiliano Tejera, 1913, Carta a Bordas Valdez).

1.6 PALABRAS COMENTARIOS: Las palabras o discursos desde el poder, provengan de cualesquiera de los partidos involucrados en las fechas señaladas (PRSC, PRD, PLD), así como de las élites dominantes en ellos y con ellos, pretenden que no se produzca el saber o conocimientos holísticos o de totalidad y que este saber se corresponda con lo sucedido, lo que sucede y sucederá como realidad, como proceso.

Por ello temen a la verdad, que es esa correspondencia entre subjetividad y proceso, y por eso temen al clamor que brota y circula como expresión social y que casi siempre, por no decir siempre, señala culpables que deben ser conocidos y puestos ante su reparación (son ladrones/as, asesinos/as, cabecillas políticos opresores con corbatas, agentes extranjeros, vigilantes y observadores/as de la cotidianidad –calieses-, justificadores/as de lo mal hecho, entre otros y otras).

SEGUNDO: Han hecho daño, harán daño, pero ellos y ellas son señores y señoras, cuando no "patriotas", "ilustres", excualesquiera cosa, que no deben quedar exentos de las consecuencias de nuestra acción.

2.1 IMPUNIDAD: "El crimen no prescribe ni queda jamás impune" (Juan Pablo Duarte, 1844).

2.2 SI NO, PONEMOS COTO: "… (los pueblos)… tienen el derecho de poner coto y remedio a las vejaciones que sobre ellos recaen" (Manifiesto del 8 de Julio de 1857).

2.3 MOTIVOS MAS QUE LEY: "… razones legales y los muy justos motivos que nos han obligado a defendernos y a tomar las armas" (Acta Independencia 1863).

2.4 ESCOLLOS: "Los ríos, pues, tienen accidentes por escollos; la humanidad sistemas…" (Boletín Oficial No. 20 Gobierno Provisorio Restaurador (GPR), 1864).

2.5 DEBEMOS CONFRONTARLOS: Nuestra memoria y nuestra acción deben marchar juntas, darse las manos, de manera tal que pongamos coto a la impunidad del opresor y la opresora, defendernos y actuar en el terreno y con los métodos que exijan, no solo las normativas que podamos invocar, sino, por sobre todo, los justos motivos, que es el cúmulo de razones y sentimientos que nos empujan. Cuando la impunidad se institucionaliza (no hay hoy encarcelados del balaguerismo o del oficialismo actual relevantes) se nos dice que hay un sistema, una racionalidad, que hoy continúa y continuará, y que demanda de "justos motivos" hoy.

TERCERO: No podemos, por ello, pensar, sentir, actuar y proponer como lo hacen los opresores.

3.1 PUREZA: "La política… es la ciencia más pura…" (Duarte).

3.2 CAPACIDAD DE CAMBIAR: "La palabra revisar significaba… una modificación del pensamiento político…" (Benigno Filomeno Rojas, Constituyente 1854)...
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TIPO DE SANGRE Y LA ALIMENTACION.

QUÉ DEBES COMER DE ACUERDO A TU TIPO DE SANGRE PARA MANTENER LA SALUD.
El médico D'Adamo, autor del libro Los grupos sanguíneos y la alimentacióncree que a cada tipo de sangre le corresponden ciertos tipos de alimentos. Esto se debe a las lectinas, una proteína encontrada en todos los alimentos. Si  la lectina de un alimento concreto no es compatible con el antígeno del grupo sanguíneo de la persona se puede producir alguna a reacción adveras para el organismo.

En entrevista para Salud180.com, el especialista en mieloma múltiple, Víctor Salinas, nos explica el funcionamiento de la sangre:

De acuerdo al tipo de sangre los alimentos pueden ser benéficos, neutros y perjudiciales, así como aquellos que permiten subir ybajar de peso y son:

Sangre Tipo O

Las personas de este grupo tienen un sistema inmunitariopotente y muy activo, tendencia a una actividad tiroidea lenta, dificultad de adaptación a nuevas condiciones ambientales ynutricionales. Poseen un tracto digestivo fuerte y muy eficiente capaz de metabolizar dietas ricas en proteínas. No obstante, debe equilibrar sus proteínas animales con las frutas y verduras adecuadas para evitar la excesiva acidificación.

1.   Alimentos benéficos: Consumir carnes magras. Pescados, aceites, frutas y verduras, frutos secos (nueces y pepitas de calabaza).

2.   Alimentos neutrales: Pollo, pavo, conejo, perdiz, langosta, mantequilla, cerveza, vinos blanco y tinto, quesos frescos magros.

3.   Alimentos a evitar: Reducir el consumo coliflor, coles de Bruselas y las berenjenas, patatas. Evitar el cerdo, salmón ahumado, pulpo, leche, lentejas, avena, patatas blancas, repollo, aceitunas, hojuelas de maíz, naranjas, fresas, zumo de manzana, vinagre, pimienta negra, plátanos, cátsup, café (incluso descafeinado), té y bebidas gaseosas. Eliminar todo producto que contenga trigo y limitar los que llevan maíz y cereales.

4.   Para aumentar de peso: Gluten del trigo, el maíz, las judías, las lentejas y las crucíferas (coles, coliflor y coles de Bruselas.

5.   Para adelgazar: Algas marinas, la sal yodada (de forma muy moderada), pescados, mariscos, carne de hígado, espinacas y brócoli. 

SANGRE  TIPO A 
Presentan un sistema inmunitario vulnerable, una buena adaptación a condiciones ambientales y nutritivas estables, unaparato digestivo frágil que no tolera  la carne, la harina de trigo, la leche y los lácteos, y al que le va mejor una dieta vegetariana rica en cereales y legumbres.
 
1.   Alimentos benéficos: Consumir fruta, pescados, legumbres, cereales verduras y frutas.

2.   Alimentos neutrales: Pollo, pavo, queso de cabra, aceite de hígado de bacalao, almendras, arroz salvaje, coliflor, apio, manzanas, uvas, melones, peras, melocotones, té de diente de león, vino blanco.

3.   Alimentos a evitar: Reducir el consumo de carnes, anchoas, almejas, quesos, repollo, patatas, plátanos, tomates, cerveza, licores, los embutidos.

4.   Para aumentar de peso: Son las carnes, los alimentos lácteos, las habas y el exceso de trigo.

5.   Para adelgazar: Aceites vegetales, soya piña.

SANGRE TIPO B

Presentan un sistema inmunitario activo, y un aparato digestivo eficiente que le permite seguir una dieta variada y equilibrada. Es la más completa y rica de todas, ya que incluye lo mejor de la alimentación carnívora y vegetariana.

1.   Alimentos benéficos: Consumir huevos, carnes pescados lácteos, legumbres, cereales, verduras y frutas.

2.   Alimentos neutrales: Ternera, hígado, pavo, nata, aceite de hígado de bacalao, arroz integral y blanco, ajo, pepino, patatas blancas, manzanas, peras, mayonesa, café y vinos(blanco o tinto).

3.   Alimentos a evitar: Cerdo, embutidos, langosta, anchoas, helados, aceite de cacahuete y girasol, lentejas, cereales blancos, pan de centeno, aceitunas, tomates, pimienta negra, catsup, licores. No se recomiendan los cangrejos, la langosta, los mejillones, las ostras, las almejas, el pulpo, las anchoas, la anguila y los caracoles.

4.   Para aumentar de peso: Son el maíz, las lentejas, los cacahuetes, las semillas de sésamo y el trigo.

5.   Para adelgazar: Vegetales de hoja verde , huevo, lácteos, el té de palo dulce, la carne (especialmente la de hígado)

SANGRE TIPO AB 
Estas personas tienen un sistema inmunitario vulnerable y un aparato digestivo frágil que precisa una dieta mixta moderada.

1.   Alimentos benéficos: Su dieta deberá ser moderadamente productos a base de harina de trigo y preferir las grasas vegetales. Carnes pescados y mariscos, lácteos, frutos secos, legumbres, cereales, verduras, frutas.

2.   Alimentos neutrales: Hígado, carpa, faisán, leche desnatada, leche de soja, aceite de cacahuete, aceite de hígado de bacalao, almendras, nueces del Brasil, lentejas, crema de arroz, pan integral de trigo, espárragos, patatas blancas, manzanas, peras, mayonesa, cerveza, vinos (blanco o tinto).

3.   Alimentos a evitar: Las carnes y los productos lácteos o integrales de trigo y pastas, vinagre y bebidas gaseosas. Eliminar los encurtidos, la pimienta, el vinagre, tocino, ternera, cerdo, helados, leche entera, langosta, las gambas, los cangrejos, las ostras, las almejas, el pulpo, la lubina, las anchoas y la anguila.

4.   Para aumentar de peso: Son las carnes rojas, el maíz, el trigo, el trigo sarraceno, las alubias, las judías y las semillas de sésamo.

5.   Para adelgazar: Verduras, los pescados, los lácteos, las algas marinas, piña y tofú.

 Hay que aclarar que el propio autor señala que estas conexiones no son radicales. Es decir, no todas las personas del mismo tipo son intolerantes a todos los alimentos ni el grado de sensibilidad es igual en todos al alimento. Las pautas que ofrece son sólo de orientación. Si desees profundizar en este tema puedes revisar el libro: Los grupos sanguíneos y la alimentación.