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viernes, 21 de febrero de 2014

La Biblia: PROVERBIOS

PROVERBIOS

- 1

 Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel.
2 Para entender sabiduría y doctrina,
Para conocer razones prudentes,
3 Para recibir el consejo de prudencia,
Justicia, juicio y equidad;
4 Para dar sagacidad a los simples,
Y a los jóvenes inteligencia y cordura.
5 Oirá el sabio, y aumentará el saber,
Y el entendido adquirirá consejo,
6 Para entender proverbio y declaración,
Palabras de sabios, y sus dichos profundos.
 
7 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;
Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.
 
8 Oye,hijo mío, la instrucción de tu padre,
Y no desprecies la dirección de tu madre;
9 Porque adorno de gracia serán a tu cabeza,
Y collares a tu cuello.
10 Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar,
No consientas.
11 Si dijeren: Ven con nosotros;
Pongamos asechanzas para derramar sangre,
Acechemos sin motivo al inocente;
12 Los tragaremos vivos como el Seol,
Y enteros, como los que caen en un abismo;
13 Hallaremos riquezas de toda clase,
Llenaremos nuestras casas de despojos;
14 Echa tu suerte entre nosotros;
Tengamos todos una bolsa,—
15 Hijo mío, no andes en camino con ellos.
Aparta tu pie de sus veredas,
16 Porque sus pies corren hacia el mal,
Y van presurosos a derramar sangre.
17 Porque en vano se tenderá la red
Ante los ojos de toda ave;
18 Pero ellos a su propia sangre ponen asechanzas,
Y a sus almas tienden lazo.
19 Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia,
La cual quita la vida de sus poseedores.
 
20 La sabiduría clama en las calles,
Alza su voz en las plazas;
21 Clama en los principales lugares de reunión;
En las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones.
22 ¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza,
Y los burladores desearán el burlar,
Y los insensatos aborrecerán la ciencia?
23 Volveos a mi reprensión;
He aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros,
Y os haré saber mis palabras.
24 Por cuanto llamé, y no quisisteis oír,
Extendí mi mano, y no hubo quien atendiese,
25 Sino que desechasteis todo consejo mío
Y mi reprensión no quisisteis,
26 También yo me reiré en vuestra calamidad,
Y me burlaré cuando os viniere lo que teméis;
27 Cuando viniere como una destrucción lo que teméis,
Y vuestra calamidad llegare como un torbellino;
Cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia.
28 Entonces me llamarán, y no responderé;
Me buscarán de mañana, y no me hallarán.
29 Por cuanto aborrecieron la sabiduría,
Y no escogieron el temor de Jehová,
30 Ni quisieron mi consejo,
Y menospreciaron toda reprensión mía,
31 Comerán del fruto de su camino,
Y serán hastiados de sus propios consejos.
32 Porque el desvío de los ignorantes los matará,
Y la prosperidad de los necios los echará a perder;
33 Mas el que me oyere, habitará confiadamente
Y vivirá tranquilo, sin temor del mal.

10 mitos sobre la alimentación moderna.

Los hábitos alimenticios han ido variando a través de los años, sin embargo socialmente se entiende que la comida del pasado era de mejor calidad. Eso es un mito. 




¿Tenemos motivos para decir que la comida de ahora es peor que la de nuestros abuelos? ¿La industrialización de la comida nos está envenenando? ¿Qué dieta es la mejor? ¿Consumir comida ecológica es más sano? 

Éstas son algunas de las preguntas que aborda el español José Miguel Mulet, en el libro "Comer sin miedo: Mitos, falacias y mentiras sobre la alimentación en el siglo XXI".

El autor, es doctor en bioquímica y biología molecular por la Universidad de Valencia y en esta publicación se propuso analizar la alarmante información que circula en internet y las redes sociales acerca de la alimentación y los peligros que deberíamos sortear.

"Todos recordamos noticias de que tal alimento que comemos todos los días es cancerígeno, tal aditivo causa no sé cuántos problemas o que la comida de una determinada cadena de comida rápida está contaminada con carne de otro animal", comenta Mulet en la presentación de libro en su blog "Tomates con genes".

A esto, dice, se suma la paranoia mundial que surge con las noticias que alertan, por ejemplo, que la leche es tóxica y que la reciclan si caduca; que los transgénicos son cancerígenos, o que corremos peligro con los restos de pesticidas que quedan en frutas y verduras… la lista es larga y da miedo. 

Frente a este caos anti nutritivo, el experto arremete y asegura que "nunca hemos comido mejor y más seguro, y eso no va cambiar a pesar de nuestros miedos". Para él, decir que queremos comer sin química o sin genes es aberrante desde el punto de vista científico y absolutamente imposible. Porque, lo importante, destaca, es que la nutrición no es una cuestión de alimentos buenos y malos, sino de dietas equilibradas.

"Eso sí, es responsabilidad nuestra elegir bien y seguir una dieta", subraya. En todo caso, se puede estar de acuerdo o no, José Miguel Mulet en los 8 capítulos más un epílogo sobre ¿Cómo será la comida del futuro?, entrega argumentos científicos para dejar de lado la paranoia, aprender a "comer sin miedo", y dejar de creer tan fácilmente en todo lo que se publica. 

Otro ejemplo que destaca es que para él, la teoría de "la enzima prodigiosa", que propone una dieta basada en las enzimas para curar y prevenir enfermedades con muchos vegetales, poca proteína, sin leche y agua purificada, es una burrada. 

"No existe ninguna enzima milagrosa. Al final lo que te dicen es que tienes que comer menos cantidad y más verduras. Eso también te lo digo yo sin necesidad de inventarme que hay una enzima por ahí haciendo cosas muy raras. Perder peso es una cuestión de disciplina, de comer menos o más equilibrado y, sobre todo, de hacer más deporte", comentó en una entrevista publicada en la columna de "El comidista", en el blog del diario El País.

Mitos y falsedades.
Lo interesante también del libro es que enseña a detectar si los estudios sobre comida son fiables. Para ello, indica que uno tiene que revisar la revista que lo ha publicado, su impacto y con cuántas otras investigaciones se acompaña lo que se asegura.

"Muchos estudios dicen que tal alimento es bueno y luego se descubre que no, porque miraban un nivel de población que no era representativo, o lo tomaban de una manera que no era la habitual en la gente...", advirtió en el blog de El País.

Para conocer cuáles son los mitos que aborda el investigador español, entregamos una muestra con los 10 principales aclaraciones que sobresalen:

1. La comida es más peligrosa ahora que en el pasado: Recomienda a la gente que coma de todo y sin pasarse con la cantidad. Más verduras, pescados y menos carnes grasas. Que coman de todo y sin miedo, y que no hagan caso de las manías que leen por internet: la comida actual es segura. 

2. Los edulcorantes producen cáncer: En las dosis normales de un consumo normal, los edulcorantes son inocuos y totalmente seguros. 

3. Hace mal tomar leche: La leche es un alimento perfectamente válido para cualquier humano, si no tiene intolerancia a la lactosa. No hay ningún problema con ella. "Ponle leche a cualquier mamífero adulto y ya verás como se la bebe la mar de contento", dice. 

4. Comer sólo cosas crudas es más sano: El crudivorismo es un disparate. Es una moda muy reciente, porque piensen que los neardentales ya cocinaban. Cocinar es la primera medida higiénica a la hora de enfrentarte a un alimento. Decir que los alimentos pierden propiedades es una media verdad. Algunos sí, pero otros las ganan. 

5. El agua hay que tomarla baja en sodio: La cantidad de sodio que puedes tomar a través de cualquier agua es ridícula. La mayor parte del sodio que ingieres llega a través de los alimentos sólidos. Un trozo de pan tiene más sodio que 10 litros de agua del grifo. 

6. La comida ecológica es más sana: La agricultura ecológica no es más que una agricultura adaptada a un reglamento que lo único que pide es que lo que se ponga en el cultivo sea natural. Eso no garantiza que sea más sana, ni mejor para el medio ambiente ni nada. 

7. Los pesticidas son un peligro para la salud: Si se usan correctamente y en las cantidades adecuadas, son inocuos. Y no es que lo afirme él, es que lo dice un informe de la Unión Europea de este mismo año. 

8. La industria alimentaria no es responsable del aumento de la obesidad: En parte sí lo es, porque para hacer los alimentos más apetitosos aumentan mucho el contenido en grasas y el contenido en azúcares, dos alimentos de los que no hay que abusar. Pero tampoco hay que obviar la responsabilidad del consumidor, la culpa es compartida entre el consumidor y la industria. 

9. Si eres vegetariano no matas animales: No comer animales es respetable, cada uno come lo que quiere. Pero es un poco acomodaticio, cuando se come siempre se mata algún animal, aunque se sea vegetariano. Las plantas hay que protegerlas de las plagas, usar insecticidas, nematicidas o quitar terreno a la selva. 

10. La dieta vegetariana puede ser equilibrada y sana: Siempre que incluya huevos y lácteos. El problema es cuando vas refinando y te haces vegano. Entonces debes hilar fino porque puedes tener carencias de vitaminas y aminoácidos.

Los genocidios mas crueles de la historia.

Hoy se celebra el Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas del Holocausto, y recordamos otros genocidios que han ocurrido en la historia de la humanidad.
El Imperio otomano, actual Turquía, expulsó a la población armenia de Estambul, y se calcula que entre 1915 y 1923 murieron un millón y medio de personas.

Actualmente, Turquía no considera que la masacre armenia fuera un genocidio, ya que no cree que se siguiera un plan sistemático de aniquilación.

Desde 2006, cada 27 de de enero se celebra el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto. Y aunque hoy solo se recuerde a las víctimas de la llamada 'solución final', en la historia de la humanidad ha habido otros casos de genocidio, actos atroces perpetrados con la intención de destruir a un grupo por motivos étnicos o religiosos.


Los libros de historia están llenos de matanzas sin sentido por motivos casi siempre expansionistas que encierran siempre problemas étnicos: desde la romanización hasta la conquista de América, pasando por la invasión del imperio mongol al mando de Genghis Khan. Aquí hacemos un repaso a las barbaries más actuales:
El genocidio armenio: 1915-1923


El 'Gran Crimen' (o Medz Yeghern en armenio) comenzó el 24 de abril de 1915, cuando las autoridades turcas detuvieron a 235 miembros de la comunidad de armenios en Estambul. Después la cifra aumentó a 600, y al final, se ordenó la deportación de toda la población armenia. No se les dejó cargar con medios para subsistir, y la mayoría murieron a causa del hambre y la sed. ¿Los motivos para el genocidio? Diferencias étnicas y religiosas. Las leyes islámicas consideraban a los no musulmanes como 'dhimmi', y aunque se toleraba su presencia, tenían que pagar más impuestos y pertenecían a una clase social inferior.

En total, entre 1915 y 1923 murieron un millón y medio de personas. Además de los armenios, el Imperio otomano también se ensañó con otros grupos étnicos: asirios, griegos, serbios. Actualmente, Turquía no niega la masacre perpetuada por el Imperio otomano, pero no la califica de genocidio, ya que no considera que se tratara de un plan sistemático y premeditado.

La barbarie de Ruanda: 1994



En Ruanda se distinguían dos clases, los hutu y los tutsi. La distinción no respondía a criterios étnicos o religiosos, ya que no existen rasgos físicos específicos que diferencien a los hutus de los tutsis. Las diferencias se limitaban a cuestiones tribales y demográficas: la mayoría de la población ruandesa pertenecía a la clase hutu.La masacre comenzó a raíz del asesinato en 1994 del general Juvénal Habyarimana, presidente de Ruanda y perteneciente a los hutus. Su muerte desencadenó un plan de persecución contra los tutsis, que fueron desplazados a campos de refugiados. Se eliminó al 75% de la población tutsi durante la barbarie.

Se calcula que más de 800.000 personas fueron asesinadas y casi cada una de las mujeres que sobrevivieron al genocidio fueron violadas. También se habla de una venganza tutsi, conocida como el "otro genocidio", aunque sus cifras no son comparables.

Sin embargo, la matanza no solo se centró en los tutsis. El sector radical de los hutus también aniquiló a hutus moderados que se oponían al régimen de Habyarimana. Se mezclaron por tanto razones políticas al genocidio. Tras el genocidio, la distinción entre hutu y tutsi fue eliminadas de los carnés de identidad.


Holodomor ucraniano: 1932-1933


Matar de hambre. Ese fue el método que aplicó la URSS para convertir a Ucrania en un estado satélite del régimen soviético. A este genocidio se le conoce por el nombre de Holodomor, que significa 'matar de hambre'.La hambruna artificial fue una técnica que Stalin provocó en más de una región adscrita a la URSS. En 2008, la ONU y el Parlamento Europeo condenaron los hechos como crímenes contra la humanidad, pero no emplearon el término genocidio en su denuncia. Murieron entre 1,5 y 10 millones de personas.


A Iósif Stalin, que dirigió la Unión Soviética entre 1924 y 1953, se le atribuye la muerte de 40 millones de personas, entre purgas, hambrunas, colectivizaciones forzosas, depuraciones étnicas...

Pol Pot y los Jemeres Rojos: 1975-1979


Los Jemeres Rojos fueron el partido político que gobernó Camboya entre 1975 y 1979. Su líder fue Pol Pot, que abrazó la ideología maoísta de forma extrema en plena Guerra Fría, con una idea muy clara: evitar cualquier ataque aéreo por parte de Estados Unidos.Con ese pretexto, la primera medida que tomó el régimen de Pol Pot fue el de evacuar todas las zonas urbanas del país, y declaró a los habitantes de las urbes como enemigos del Estado. Llevó el marxismo hasta tal punto que hizo desaparecer l a moneda, el mercado, las escuelas y las religiones.Si en 1975 la población de Camboya era de 7,3 millones de habitantes, en 1978 esta disminuyó a 5 millones.

La revolución cultural de Mao Tse Tung: 1949-1969



Lo que se conoce como 'Revolución cultural' fue más bien un ajuste de cuentas dentro del Partido Comunista Chino, que acabó con un líder indiscutible: Mao Tse Tung, responsable de la muerte de más de 70 millones de personas.

Los buques de guerra mas modernos del mundo.

De los buques de guerra más modernos del mundo hemos elegido los más emblemáticos de las Armadas de algunos países y los que marcan una tendencia en la actual estrategia naval. A continuación les ofrecemos una lista no exhaustiva.


Portaaviones chino Liaoning.


El Liaoning es el único portaaviones de la Marina china. Inicialmente se desarrolló en la URSS según el proyecto del buque Admiral Kuznetsov y se conoció con los nombres de Riga y Variag, pero no se terminó antes de la desintegración del país. China lo adquirió a Ucrania a precio de chatarra en 1998. El Liaoning entró al servicio de la Armada china en 2012, con un desplazamiento de 59.000 toneladas a plena carga, lo que lo convierte en la tercera clase de portaaviones más grande del mundo. El portaaviones está armado con el cañón tipo 1030 CIWS, de 30 milímetros, así como con sistemas antimisiles y de lucha antisubmarina. Su cubierta de vuelo puede albergar cerca de 50 aviones, incluyendo aviones y helicópteros de ala fija.

Portaaviones indio Vikrant.



Portaaviones ligero clase Majestic. Este buque, botado en agosto de 2013, será el buque insignia del Grupo Occidental de la Armada india. El portaaviones se construye de acuerdo con el proyecto 71 conjuntamente con empresas rusas, francesas e italianas. Vikrant portará en un principio cazas embarcados rusos MiG-29K/KUB y helicópteros de vigilancia, pero se espera que en el futuro también aloje cazas de fabricación local.

Submarino ruso de propulsión diésel-eléctrica del proyecto 677.


Los sumergibles de este proyecto están diseñados para combatir contra submarinos y buques de superficie y su misión es proteger las bases navales y las comunicaciones marítimas. Representa una versión muy mejorada del proyecto 636 clase Kilo más silencioso y con sistemas de armas mejorados. El primer submarino de este proyecto entró en la Armada rusa en 2010. El submarino está equipado con seis tubos lanzatorpedos de 533 mm y sistemas de misiles antisubmarino tipo Vodopad.

Portaaviones estadounidense de propulsión nuclear George Washington.



Sexto portaaviones clase Nimitz. Los portadores de este tipo son hasta la fecha los mayores buques de guerra del mundo, con un desplazamiento a plena carga de 97.000 toneladas y con capacidad de portar 90 aviones de combate. El cabeza de serie, el Nimitz, fue puesto en servicio en 1975, mientras que la décima y última nave de esta serie, el George HW Bush, entró en servicio en 2009. Todos los portaaviones de esta clase tienen una vida útil de 50 años y requieren solo una reparación intermedia. Con sus 332,8 metros de eslora, este superportaaviones cuenta con unas dos hectáreas de cubierta de vuelo y es capaz de portar 60 aviones de combate. Estas naves se elevan sobre el agua a una altura equivalente a un edificio de 20 pisos y pueden albergar de 3.000 a 3.200 tripulantes, 1.500 efectivos de personal aéreo y otras 500 personas.

Portaaviones Charles de Gaulle, Francia.



El Charles de Gaulle, buque insignia de la Marina francesa, es el primer buque de superficie de propulsión nuclear francés y el buque de guerra más grande de Europa occidental, con un desplazamiento de 42.000 toneladas. También es el único portaaviones de propulsión nuclear no estadounidense (los únicos buques de guerra a propulsión nuclear que construyó la Unión Soviética fueron los cruceros pesados clase Orlán, de los cuales solo uno está operativo hoy en día, el Piotr Veliki). El portaaviones francés fue sometido a un proceso de modernización de seis meses que terminó en la base naval de Tolón en julio de 2013. Puede apoyar las operaciones de 40 aviones y helicópteros de ala fija como Rafale M, Super Étendard, E-2C Hawkeye, SA365 Dauphin, EC725 Caracal y AS532 Cougar.

Destructor japonés clase Hyuga.



Los buques clase Hyuga son clasificados en Japón como destructores por razones políticas, pese a desplazar cerca de 20.000 toneladas a plena carga. Siendo en realidad un portahelicópteros, Hyuga es el mayor buque de guerra japonés construido después de la Segunda Guerra Mundial. Formalmente un destructor, en realidad Hyuga es un portahelicópteros ligero y buque de asalto anfibio. Actualmente estos barcos no son capaces de operar con aviones de ala fija ya que carecen de catapulta y otros equipos, pero disponen de una amplia gama de armas que incluye sistema de misiles de crucero, misiles antisubmarinos y otros. Varios expertos sugieren que puede ser utilizado en el futuro para portar aviones de combate de despegue vertical.

Submarino nuclear estratégico ruso K-551, Vladímir Monomaj.



Botado en 2012, el K-551 Vladímir Monomaj es un submarino de propulsión nuclear ruso de cuarta generación clase Boréi, del proyecto 955. El submarino porta los avanzados misiles balísticos intercontinentales Bulavá, capaces de alcanzar objetivos en un radio de 8.000 kilómetros. Hasta la fecha ya han sido construidas tres naves del proyecto 955 Boréi, cuyos submarinos nucleares son de unos 170 metros de eslora, de unos 13,5 metros de manga y tienen un desplazamiento en inmersión de 24.000 toneladas.

Corbeta rusa Boiki.



La corbeta Boiki es la segunda corbeta del proyecto 20380 construida para la Flota del Mar Báltico rusa según la tecnología furtiva. Los buques de este proyecto están dotados de un cañón de 100 mm de uso universal, sistemas de misiles, sistema de defensa antiaérea de corto alcance cañón-misil y piezas de artillería automáticas. Además portan un helicóptero antisubmarino Ka-27PL.

Buque estadounidense de Combate Litoral.



Los buques de combate de esta nueva clase son comparables por su desplazamiento con corbetas y son más pequeñas que las fragatas. Sin embargo, tienen la capacidad de buques anfibios, pequeños transportes de asalto y un hangar con espacio para dos helicópteros. Además su configuración modular les permite llevar a cabo operaciones de desembarco de vehículos acorazados. La nave es cara, y aunque desplaza menos que las fragatas lanzamisiles, es capaz de cumplir una amplia gama de misiones adicionales. Dispone de una plataforma modular para ser reconvertida en dragaminas, buque de guerra antisubmarina y de combate en superficie, etc.

Portaaviones Gerald Ford.



El nuevo portaaviones nuclear estadounidense Gerald Ford fue botado el 10 de noviembre de 2013. Con diez años de construcción ya transcurridos y 13.000 millones de dólares de presupuesto, está previsto que este portaaviones sea acabado en 2015 y termine sus pruebas en mar en 2016. De momento, la Marina estadounidense afirman que la construcción de la nave está al 70%. El futuro de la carísima nave depende de sus tres sistemas clave, que realmente no existen todavía y están en desarrollo. Se trata del sistema de radar de banda dual (DBR: Dual Band Radar AN/SPY-3), la catapulta electromagnética EMALS y el sistema de aterrizaje con sistema de cables de frenado eléctrico AAG. Los tres mecanismos aún se encuentran en la fase de prototipo.




5 mitos de la Primera Guerra Mundial.

Ninguna guerra en la historia atrae más controversia y genera más mitos que la Primera Guerra Mundial.

Mucho de lo que pensamos que sabemos del conflicto que tuvo lugar entre 1914 y 1918 es errado.
Para los soldados que lucharon fue, en algunos aspectos, mejor que enfrentamientos anteriores y, en otros, peor.
Pero resaltarla como excepcionalmente horrible nos deja ciegos no sólo a la realidad de ese conflicto sino también a la de la guerra en general.
También nos puede llevar a aminorar la experiencia de soldados y civiles atrapados en otros innumerables combates de ayer y hoy.

1. Fue la guerra más sangrienta en la historia hasta ese momento


Cincuenta años antes de que estallara la Primera Guerra Mundial, el sur de China fue destrozado por un conflicto aún más sangriento.

Estimados conservadores del número de muertos en los 14 años de la rebelión de Taiping empiezan entre los 20 y 30 millones de personas.

Unos 17 millones de soldados y civiles perdieron la vida en la Primera Guerra Mundial.

2. Nadie ganó


Grandes extensiones de Europa quedaron en ruinas, millones murieron o fueron heridos. Los sobrevivientes vivieron con severos traumas mentales. Es raro hablar de victorias.

No obstante, en un obtuso sentido militar, Reino Unido y sus aliados lograron una victoria convincente.

Los buques de guerra alemanes fueron contenidos por la Armada Real al punto que sus tripulaciones prefirieron amotinarse en vez de lanzar un ataque suicida contra la flota británica.

El ejército alemán colapsó tras una serie de poderosos golpes de los aliados que segaron sus supuestamente inexpugnables defensas.

Para finales de septiembre de 1918, el emperador alemán y su autor intelectual militar Erich Ludendorff admitieron que no había ninguna esperanza de ganar y que Alemania debía rogar por paz. El armisticio del 11 de noviembre fue esencialmente una rendición alemana.

A diferencia de Adolf Hitler en 1945, el gobierno alemán no insistió en mantener una lucha inútil y sin sentido hasta que los aliados llegaran a Berlín, una decisión que salvó innumerables vidas pero que sirvió luego para alegar que Alemania nunca perdió realmente.

3. El tratado de Versalles fue extremadamente duro


El tratado de Versalles confiscó 10% del territorio de Alemania pero le dejó como la nación más grande y rica de Europa central.

No había casi fuerzas de ocupación, las reparaciones financieras fueron vinculadas a su habilidad de pagar y, en todo caso, en su mayoría no fueron reclamadas.

El tratado era marcadamente menos duro que los que le pusieron punto final a la Guerra franco-prusiana de 1870-71 y la Segunda Guerra Mundial.

Los alemanes victoriosos en la franco-prusiana anexaron grandes trozos de dos ricas provincias francesas, en las que se producía el hierro francés. Además, le pasaron a París una enorme cuenta de cobro para pagar inmediatamente.

Respecto al final de la II Guerra Mundial, Alemania fue ocupada, dividida, las maquinarias de sus fábricas destrozadas o robadas y millones de prisioneros fueron forzados a quedarse con sus captores y trabajar como esclavos.

Alemania perdió todo el territorio que había ganado en la Primera Guerra Mundial y otro pedazo gigante encima de eso.

Versalles no fue un tratado duro pero fue presentado como tal por Hitler, que buscaba crear una ola de sentimiento en contra del acuerdo que le impulsara hacia el poder.

4. Las tácticas en el Frente Occidental no cambiaron a pesar de repetidos fracasos

Nunca han cambiado las tácticas y tecnología tan radicalmente en cuatro años de lucha.

Fue un momento de innovación extraordinaria.

En 1914, los generales galopaban a caballo a través de los campos de batalla mientras que hombres con casquetes de paño se abalanzaban contra el enemigo sin las defensas necesarias. Ambas partes estaban armadas más que todo con rifles.

Cuatro años más tarde, equipos de combate con cascos de acero avanzaban protegidos por cortinas de proyectiles de artillería.

Estaban armados con lanzallamas, metralletas portátiles y granadas que se disparaban con rifles.

Arriba, aviones, que en 1914 habrían sido inimaginablemente sofisticados, surcaban el cielo, algunos cargando radios experimentales y reportando en vivo.

Enormes piezas de artillería disparaban con precisión, pues usando tan sólo fotos aéreas y matemáticas lograban dar en el blanco con un sólo tiro.

Los tanques habían pasado de la mesa de diseño al campo de batalla en sólo dos años, cambiando la guerra para siempre.

5. Todo el mundo la odió


Como con cualquier guerra, depende de la suerte.

Puede ser que uno sea víctima de horrores inimaginables que lo dejan mental y físicamente incapacitado de por vida, o que no le pase nada.

Los soldados que tuvieron suerte en la Primera Guerra Mundial, no participaron en ninguna gran ofensiva y la mayor parte del tiempo estaban en mejores condiciones que en casa.

Los británicos, por ejemplo, comían carne todos los días -un lujo que no se repetía mucho en la vida civil-, tenían cigarrillos, té y ron, y una dieta diaria de más de 4.000 calorías.

Los índices de absentismo debido a enfermedades, un barómetro importante de la moral de las unidades, se mantuvieron -notablemente- casi iguales que en tiempos de paz.

Muchos jóvenes disfrutaron de los salarios garantizados, la intensa camaradería, la responsabilidad y una libertad sexual más grande que en tiempos de paz.