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viernes, 26 de octubre de 2012

Independencia en tiempos de globalización


ALTERNATIVAS A LA CUESTIÓN NACIONAL

Independencia, Federalismo e Izquierda




JOXE IRIARTE "BIKILA"

Vivimos tiempos de crisis que algunos denominan crisis perfecta, porque en ella confluyen diversas crisis: de acumulación y sobreproducción, financiera, ecológica, de las libertades democráticas y, en lo que respecta el Estado español, la crisis del proyecto nacional tal como se diseñó durante la Transición.
No será la primera vez que por ese fenómeno llamado desincronización de los tiempos o de las dinámicas político-sociales, en determinadas nacionalidades o naciones, la reivindicación nacional se autonomice o superponga respecto a los problemas económico sociales. Esto no significa que los anule o tape, siempre que las izquierdas de la nacionalidad en cuestión sean capaces de competir con las burguesías nacionalistas y disputarles la hegemonía de la construcción nacional en clave socialista.
Los gobiernos central y autonómico, cada uno en su ámbito, cargan a estamentos superiores (Bruselas o Madrid) la responsabilidad de sus políticas, que saben impopulares. Mienten como bellacos cuando dicen lamentarlo, porque si bien es cierta la imposición exterior, ellos asumen con fervor neoliberal el dogma de “privatizar ganancias y socializar pérdidas”.
Ante una situación tan compleja, la izquierda transformadora no se puede limitar a la denuncia o constatación de tal maniobra, ni quedar paralizada en el puro lamento ante semejante oportunismo. Por el contrario, partiendo del carácter impositivo que se ejerce desde el exterior sobre la nacionalidad, tiene que desplegar la pedagogía adecuada para demostrar que las burguesías locales aplican políticas sociales que van más allá de dichas imposiciones o del déficit de financiación.
Más aún, cuando la realidad no es como la pintan. Vicensç Navarro da en el clavo al demostrar que el déficit de gasto público (incluyendo el gasto social) de Catalunya es mayor que el déficit fiscal (que existe y debe eliminarse). Y también, que el País Vasco, con un sistema fiscal semejante al que aspira CIU, tiene un gasto público social por habitante mucho menor de lo que le correspondería por el nivel de desarrollo económico.
Es decir, no se pueden contraponer las aspiraciones soberanista a las de justicia social, o quedarse al margen de las demandas soberanistas con la excusa de que lo uno entorpece lo otro. Una estrategia transformadora debe integrar tanto una como la otra.
Una muestra de la confusión existente al respecto son las opiniones de Mikel Arana, candidato a Lehendakari por Ezker Anitza-IU, cuando afirma que el planteamiento soberanista, desde un punto de vista de clase, en un momento de crisis es insolidario con el resto de los trabajadores del estado”.
Arana confunde el esfuerzo solidario a favor de políticas equitativas (a escala estatal o europea) con el grado de soberanía a la que aspira cada pueblo. Según su criterio, parece que menos soberanía supone más solidaridad. Pero, ¿desde cuando la solidaridad es mayor cuando existe un poder central o federal superpuesto a las partes que cuando la distribución se basa en una solidaridad consensuada y voluntaria? ¿Por qué regla de tres una Euskal Herria dependiente es más solidaria de lo que podría ser una Euskal Herria soberana? Si se aplicara esa misma regla a los estados, no tendría sentido demandar más soberanía para enfrentarse a los dictados de la Troika.
La realidad es justo la contraria: la solidaridad con las partes mas débiles es un acto distributivo que se ejerce entre iguales y según necesidades.
Pienso que la defensa de la independencia en Catalunya y Euskal Herria no es contradictoria con la lucha anticapitalista en tiempos de crisis. Tampoco creo que sea una panacea o la única solución, como a veces se desprende de algunas afirmaciones de sectores nacionalistas, incluso de izquierdas. Todo depende de qué modelo de independencia se logre y qué uso se haga de los instrumentos y mecanismos derivados de la soberanía nacional que, como ya sabemos, en los tiempos actuales tiene sus límites.
Un ejemplo ilustrativo es Letonia. Consiguió la independencia hace 20 años. Desde entonces ha estado gobernado ininterrumpidamente por un partido de orientación neoliberal. Esto se ha traducido en un empobrecimiento de la población, una tasa de paro del 20% y una emigración de 25% (el 40% de la juventud). De 2,7 millones de habitantes cuando logró la independencia, hoy apenas quedan 2 millones en Letonia. Toda una sangría.
Pienso también, que esa conclusión estratégica no significa que en Euskal Herria, en la coyuntura actual la independencia constituya el eje principal de la lucha nacional. Hoy en día esta lucha ha de centrarse, sobre todo, en la creación de un frente amplio por el derecho de autodeterminación, en el derecho a decidir.
Razones a favor de la independencia de Euskal Herria (válidas también para Catalunya)
La primera, que en lo relativo a la cuestión nacional, el Estados español (monárquico) y el francés (republicano) no son transformables.
Estos estados, al margen de la voluntad de la población afectada, se consideran a sí mismos territorios indivisibles y únicos depositarios de la soberanía y la autodeterminación nacional. Los artículos 1 y 2 de la Constitución española son bien explícitos al respecto.
No es por casualidad. Ambos son producto de una historia donde abundan la expulsiones de minorías étnicas y religiosas, anexiones manu militari, políticas de unificación lingüística, guerras y aventuras coloniales, actos de rapiña sobre otros pueblos y explotación y opresión al servicio de las clases dominantes.
Y la segunda, que estos estados no aportan ninguna ventaja derivada de su mayor tamaño en relación a las naciones que oprimen y que son poco eficaces a la hora de buscar soluciones a problemas que sólo pueden abordarse a escala continental o mundial: la degradación medio ambiental, el cambio climático, etc.
La Unión Europea es un paso en esa dirección, pero construida en función de los intereses del capital.
En un mundo globalizado en el que muchos centros de decisión son lejanos y opacos, nos parece saludable una reacción desde lo local que sirva para alterar la globalización en un sentido diferente a sus parámetros actuales. Esto es, constituirnos como una sociedad autogobernada (en su doble sentido, nacional y societario), soberana, con capacidad para decidir libremente con quienes, y en que términos, queremos unirnos en pie de igualdad. Por ejemplo, con el resto de las naciones, en el marco de una Europa al servicio de los trabajadores y los pueblos.
Hace tiempo que me convencí de que el dicho, ande o no ande caballo grande, no es un requisito para el espacio nacional; tampoco para la construcción socialista.
¿Qué proyecto para el Estado español?
Tal como afirma el catedrático de derecho constitucional, Javier Pérez Royo, en un excelente artículo publicado en El PaísConstitucionalmente no existe más que el pueblo español. No existe el pueblo de Catalunya ni de Andalucía, ni el de Murcia… El pueblo español es el titular de manera exclusiva y excluyente del poder constitucional.
El Estado español ha tenido tres ocasiones de oro para cambiar de rumbo: la primera y la segunda repúblicas, y la transición. El peso del nacionalismo reaccionario español en el aparato de estado y entre las clases dirigentes y sectores de la sociedad española derrotaron en los dos primeros casos, y arrastraron en el tercero, al resto de las fuerzas políticas (incluidas una buena parte de las nacionalistas, temerosas de perder toda posibilidad de cambio) hacia un proyecto que negaba la plurinacionalidad en beneficio de la nación española (la única que goza del pleno reconocimiento y soberanía en exclusiva) y depositaba la garantía de su integridad en las fuerzas armadas.
¿Cabe una cuarta oportunidad, una hipotética III República democrática y plurinacional donde Euskal Herria se reubique en libertad?
Por aquello de que no hay nada imposible, no se puede descartar, al menos transitoriamente, esa hipótesis, si bien me resulta harto improbable.
Sin embargo, por todo lo expuesto hasta aquí, y a lo que se añade la negativa evolución del problema nacional (cuestionamiento de competencia de las regiones autónomas) a escala europea, me parece que las dinámicas soberanistas, que en principio podrían ser compatibles con el confederalismo, apuntan hacia el independentismo; es decir, la inserción, directa y sin intermediarios, en una Europa Federal, conformada por pueblos y naciones soberanas, libremente asociados entre sí.
Esta hipótesis está abriendo camino en numerosos analistas que se muestran favorables a una salida confederal o federal de libre adhesión. Martiño Noriega, miembro de la formación Galega ANOVA, constata, que es el nacionalismo español (o el imperialismo español) el que está cerrado a cualquier posibilidad de vía confederal para el Estado.
Jaime Pastor, en su excelente trabajo Los nacionalismos, el Estado Español y la izquierda, reconoce que la actual crisis de la UE no hace más que hacer más probable la hipótesis que hace tiempo avanzaba Michael Keating cuando aseguraba que “una UE intergubernamental cuyos Estados impongan muchas restricciones sobre las capacidades de los gobiernos subestatales, incentivará a las nacionalidades a convertirse en Estado, aunque ello no fuera en principio un objetivo prioritario.
El historiador Jaime Pala, se lamenta de que la izquierda transformadora catalana actual parece haber perdido, o estar perdiendo interés en cultivar un proyecto español republicano, federal, plurinacional y solidaria; cunde la idea de que otra España no es posible, de que no hay aliados con quienes construir el federalismo y de que la actual España monárquica y bipartidista sea la que refleje las pulsaciones íntimas de la gran mayoría de los españoles.
A mi modo de ver, tal realidad es fruto de una larga y amarga experiencia, jalonada de fracasos y solo de forma excepcional puesta en cuestión.1/[i]
¿Qué tipo de independentismo?
Se trata de un marco institucional soberano que basada en la libre adhesión de todos y cada uno de las siete provincias vascas de ambos lados de los Pirineos.
Una independencia nacional como parte de un proyecto que tiene como horizonte la construcción de una Europa de los pueblos y de las personas trabajadoras. Un independentismo partidario del internacionalismo europeo, escala o ámbito donde se dirimirá en último término, la actual guerra de clases, y en cuyo marco los pueblos pueden compaginar su construcción nacional con la Europa social(ista) articulando soberanías (compartidas). Un proyecto busca el fin de la explotación de clase y la libertad nacional, como dos caras de una misma moneda. Somos conscientes (como veremos en lo relativo a la globalización en tiempos de crisis) de que la independencia en sí misma no es ninguna panacea si no va unida a otros contenidos que vayan más allá de las cuestón estrictamente nacionalistas.
Independencia en tiempos de globalización
Es evidente que la globalización capitalista ha puesto límites a la capacidad de los estados y ha erosionado sus potencialidades. Ejemplo de ello es lo ocurrido a Grecia e Italia, con gobiernos prácticamente intervenidos, y lo que le ocurre ahora al Estado español. Asimismo, la globalización está poniendo en cuestión los del estado moderno: la democracia, la ciudadanía y el poder de decisión. Los golpes de Estado sin intervención militar dados por la Troika en Grecia e Italia ilustran el tema.
Sin embargo, este cambio no supone, como afirman algunos teóricos (Negri, Holoway, etc.) la desaparición del imperialismo de base estatal (USA) o del sistema de estados organizados a escala mundial (ONU), o continental (la Unión Europea). Tampoco, ni mucho menos, la del Estado nación.
A pesar de la erosión que ha sufrido en materia de soberanía, el Estado nacional sigue determinando aspectos importantes en lo que respecta a las condiciones de vida de la gente, las políticas educativas y lingüísticas… Constituye, por ello, un espacio fundamental de la lucha político-social, de la confrontación y de la lucha de clases. Por lo tanto, un elemento fundamental en todo proceso transformador.
La soberanía es un requisito para que la sociedad disponga de recursos políticos y legislativos suficientes para administrar sus recursos y afrontar sus propios conflictos. Este requisito es de rabiosa actualidad, en un momento en que la tiranía de los mercados, materializada por las instituciones al servicio de los sectores hegemónicos del capitalismo, está desmantelando todas las conquistas históricas del movimiento obrero, el feminismo, el ecologismo y los movimientos civiles por la democracia.
Es por ello que en estos momentos la resistencia dentro de cada país se está dando en clave de soberanía: el debate sobre la deuda, el euro, la defensa del Estado de Bienestar… Lo triste es que tal combate no vaya acompañado de una mayor solidaridad entre las izquierdas y los movimientos sociales; bien sea en apoyo de las luchas nacionales, bien en el establecimiento de objetivos y movilizaciones europeas.
La ausencia de movilizaciones significativas en apoyo a Grecia a escala nacional y europea es una prueba de dicho déficit.
De ello se deriva la exigencia de soberanía plena para el espacio social vasco y, a su vez, la necesidad de afianzar una alianza amplia entre los distintos pueblos, sus clases trabajadoras y los sectores populares, de toda Europa (principalmente, del Estado español y francés), para acabar con unos estados capitalistas oligárquicos y antidemocráticos y con el ente supranacional construido para la defensa del capital internacional.
Para responder con contundencia a semejante ofensiva del capital y sus instituciones, todos los sectores de izquierda anti sistémica estamos obligados a unir esfuerzos en la construcción de un frente político y social de carácter subversivo y plural, internacionalista, anticapitalista, transversal a escala europea y que agrupe a movimientos de diferente naturaleza: ecologismo, feminismo, movimiento obrero, de liberación nacional, de defensa de la libertades democráticas básicas, etc./2
Frente, que lógicamente se debe ajustar a las diferentes realidades existentes según se trate de ámbitos nacionales (en nuestro caso Euskal Herria), estatales o continentales. Y que tenga en cuenta sus puntos fuertes y sus debilidades.
A modo de conclusión
Es evidente que la estrategia independentista y soberanista, además de apuntalar ese objetivo, está sirviendo para crear y dotar de perspectiva a las naciones sin estado. Tal perspectiva puede acelerarse (como estamos viendo en Catalunya) o ralentizarse en función de diversos factores. Incluso, pueden acortarse en el tiempo la distancia existente entre la exigencia del derecho a decidir y la puesta en práctica de tal derecho en un sentido independentista. Aún así, creo que por el momento, es en la demanda de autodeterminación donde se debe poner el acento. Por las siguientes razones:
  1. Ser el terreno de disputa clave, que exige cambios en la Constitución y donde se va a dar el choque inmediato, tanto en Catalunya como en Euskal Herria.
  1. Actualmente nos sigue pareciendo el modo más adecuado para agrupar a las distintas izquierdas antisistémicas con diferente orientación nacional y, sobre todo, para agrupar a fuerzas interclasistas favorables al ejercicio de dicho derecho; y
  2. Para alcanzar el tan demandado “nuevo marco democrático”, es necesaria una ruptura del régimen actual de la monarquía. Esto no puede plantearse sólo desde Euskal Herria puesto que requiere la alianza con el pueblo gallego, catalán y con los pueblos de España, de Francia y de toda Europa./3
Así como en el terreno antisistémico hay alianzas que distorsionan el objetivo final, incluso lo hacen inviable, en la defensa de los derechos democráticos hay que tender a agrupar desde el independentismo hasta el nacionalismo burgués autonomista, pasando por el federalismo/confederalismo autodeterminacionista.
Aún cuando en la propia configuración de estos frentes democráticos se de una lucha por la hegemonía entre los distintos proyectos. No vale cualquier tipo de democracia.
Ahora que ETA ha dejado las armas, las posibilidades para llevar adelante este enfoque son más favorables que nunca.
24/10/2012
Notas

1/ Respuesta que Jordi Borja y Antoni Doménech dieron a la solicitud de suscribir el "manifiesto federalista"impulsado por intelectuales catalanes.
Jordi Borja: Dos razones para no firmar el manifiesto
Cuando lo inmediato es la consulta, es decir, el derecho a la autodeterminación, no se puede eludir la cuestión… Para el PSUC el derecho de autodeterminación fue intocable hasta el final de la dictadura; nunca entendí la razón de que, sin negarlo, se dejara de lado. B) El federalismo, hoy, no mueve a casi nadie, ¿con qué fuerza se pretende crear un escenario de negociación federalista?. J.B.
Antoni Domènech: Porqué no puedo suscribirlo
Gracias, amigo C. Ya lo había recibido por otros lados. Pero yo no puedo suscribir un manifiesto pretendidamente federal que no reconoce claramente de entrada, sin reservas, el derecho de autodeterminación de los pueblos de España, referéndum incluido. No es ni política ni intelectualmente creíble un "federalismo" así, y estoy convencido de que no hará sino cargar de razón democrática a los independentistas. Con respeto y afecto, A.D.
Creo que la respuesta de JB y AD es impecable. Quiero reseñar, no obstante, lo sospechoso que me resulta la defensa del federalismo en tiempos de demanda independentista. Tal defensa (del federalismo) me hubiera parecido ademas de legitima mucho mas apropiada, en momentos de fuerte ofensiva recentralizadota o contraria a los derechos nacionales de catalunya. Callar entonces, y defender ahora el federalismo, da que pensar de cómo funciona en cierta izquierda la custión de las nacionalidades.
2/ Me identifico con Atilio Borón y Santiago Alba Rico, cuando afirman: El internacionalismo como principio y como práctica presupone un doble reconocimiento: el de que no podemos defendernos de la globalización capitalista sino desde el territorio, definido como conjunto de bienes materiales e inmateriales que pertenecen a una población; y el de que no podemos defender el territorio sin recibir y prestar apoyo a todos aquellos que luchan, en cualquier lugar del mundo, contra las clases y las naciones dominantes. La solidaridad es mucho más que un impulso moral o un instrumento pragmático: es una vacuna infalible contra las quimeras del cosmopolitismo y contra los potenciales fascismos de las identidades étnicas, ontológicas o raciales. Por eso la izquierda ha aceptado siempre como lo más natural y lo más propio de su proyecto liberador la fusión entre el derecho de autodeterminación de los pueblos y el principio de la solidaridad internacionalista.
Por eso mi disgusto, cuando frente a la crisis, argumentan que España es una ruina y por lo tanto lo más razonable es dejarles. Esta idea de independencia respecto a quienes se considera más pobres, está muy alejada del independentismo que propugno (y se asemeja más al nacionalismo económico de los ricos) fundamentado en una visión de pueblos libres asociados entre sí en pie de igualdad. Pueblos que (a pesar de sus diferencias) deben coordinarse y unirse en la lucha contra el enemigo común. Además, este tipo de planteamiento se vuelve en contra nuestro en Euskadi Norte, ya que se da la circunstancia, de que dicho territorio es económicamente menos avanzado que la mayor parte del hexágono.
Por otra parte, está la consideración de quienes son los responsables de que España sea una “ruina” de España. Ya que en ello han contribuido también las élites económicas vascas ( sus inversiones en ladrillo, por ejmplo), y también las políticas (el PNV) apoyando en su momento a Zapatero y también a Rajoy; a la vez que España es también “la plaza del SOL”, los mineros asturianos, los jornaleros andaluces en lucha. En realidad, como decía Machado, hay varias Españas; con una de ellas nada queremos saber, con la otra compartimos aspiraciones emancipatorias en pie de igualdad y dentro de Europa.
3/ Autodeterminación, es sobre todo, democracia.
* No hay nación democrática si no se construye de forma democrática, ya que implica la plena participación de la ciudadanía, su constitución en demos, o proceso constituyente en nación política. Dicho de otra forma, significa la adhesión libre y voluntaria de la mayoría de las personas y los territorios donde se desarrolla el proceso auto determinativo.
* El ejercicio de la autodeterminación supone el modo más razonable de solucionar democráticamente un conflicto de aspiraciones nacionales diferentes y lograr una sociedad más cohesionada, más integrada, aunque respetuosa de su pluralidad. Es además un buen punto de partida para toda la sociedad vasca en la medida en que no supone de entrada, una opción determinada (nacionalista o constitucionalista) sino el auto-reconocimiento por parte de la sociedad vasca de su mayoría de edad para poder decidir con toda libertad la solución de sus problemas internos.
Significa, indistintamente derecho a separarse y a juntarse con quienes se consideran sus con-nacionales, y debe de replantearse cuantas veces se considere necesario, ya que no se agota en un sólo acto. Supone, en nuestro caso, el derecho del conjunto del pueblo vasco a ejercitar frente a los estados español y francés, así como el de cualquier parte de nuestro pueblo con relación al resto.
Ello evidentemente, conlleva una compleja articulación de sujetos (sujeto global y sujetos parciales), y una no menos compleja articulación de instrumentos, sin los cuales difícilmente un pueblo como el nuestro, que no es homogéneo ni territorial ni culturalmente, podrá poner en marcha un proceso auto determinativo que abarque al conjunto y a sus respectivas partes.
Ni por convicción democrática, ni por concepción nacional, podemos -al igual que el nacionalismo español a lo que ellos consideran partes indivisibles de España-, argumentar que Euskadi es una e indivisible, al margen de la voluntad de todas sus partes. Euskadi es plural y algunas de sus partes más plural que otras (sobre todo Nafarroa e Iparralde) y su adscripción a la nación vasca así debe constatarlo. No estamos por un Estado jacobino, sino por otro que sea el resultado de voluntades ciudadanas libres.
* En lo relativo al sujeto.
El sujeto de la autodeterminación debe ser, en principio, toda la ciudadanía del territorio nacional que pretende autodeterminarse, quienes han nacido y no nacido en él, quienes estén a favor de la independencia y quienes no.
Puede adoptar diversas formas tales como el derecho a consulta o referéndum, sea de cara al modelo de relaciones con los respectivos estados, sea de cara al proceso de normalización y pacificación.

¿Un mundo dominado por las mujeres?


GÉNERO Y CLASE

¿Un mundo dominado por las mujeres?

ELIZABETH SCHULTE


Estos últimos meses, numerosos artículos y libros, como The End of Men oThe Richer Sex, han encendido la luz de alarma: ¡cuidado muchachos, las mujeres os están dejando atrás!
Según estas publicaciones, las mujeres están superando a los hombres en varios ámbitos, especialmente en el del trabajo y en los salarios. Estas afirmaciones las basan en datos del empleo en los EE UU, encuestas sobre las preferencias a la hora de tener descendencia (niño o niña) en Corea del Sur y entrevistas en las que los hombres declaran sentirse desplazados.
Increíble. El problema es que muchas de las estadísticas que se utilizan son engañosas y en ocasiones incorrectas, pero se presentan como un estudio serio de la realidad cotidiana de la mayoría de las mujeres trabajadoras.
Lo más lamentable es que la afirmación de que las mujeres están superando a los hombres oculta el deterioro de las condiciones de vida que tienen que soportar tanto las mujeres como los hombres trabajadores, en un momento en el que a un puñado de hombres, e incluso un selecto grupo de mujeres, les va mejor que nunca.
Según Hanna Rosin, autora de The End of Men, las mujeres pueden conseguir lo mismo, si no más, que los hombres, y en poco tiempo pueden ocupar el lugar de los hombres como cabezas de familia en los hogares tradicionales. "En nuestra amplia y esforzada clase media, donde las desigualdades son más pronunciadas, la situación evoluciona lentamente hacia el matriarcado; cada vez hay más hombres sin trabajo y en el hogar son las mujeres quienes toman las decisiones", escribe Rosin,
¿Es real este panorama? Desde los años 1960, los ingresos de las mujeres asalariadas se han incrementado en relación a los de los hombres pero, según recogen las estadísticas del Gobierno [estadounidense] hasta 2011, todavía ganan el 23% menos que los hombres. Por otra parte, según cifras más recientes de la Oficina del Censo, la probabilidad de caer bajo el umbral de la pobreza es mayor para las mujeres.
Ha aumentado el número de mujeres que realizan trabajos que antes eran exclusivamente masculinos, pero aún siguen existiendo determinados sectores típicamente "femeninos". Y en los sectores donde las mujeres constituyen la mayoría, los salarios son más bajos. Históricamente, cuando las mujeres han ocupado masivamente un sector, los salarios han bajado con respecto a los sectores mayoritariamente masculinos.
Como señalaba Stephanie Coontz en un artículo de opinión publicado en elNew York Times, lo que se está dado es una convergencia en las rentas, no que las rentas de las mujeres superen a las de los hombres. En 2010 y en 2011, descendieron en torno al 2,5% los ingresos salariales, tanto de mujeres como de hombres que trabajaban a tiempo completo. Durante la recesión de 2007, el 80% del empleo perdido era masculino. Pero cuando la onda de la recesión afectó al sector público, la reducción de empleos afectó, sobre todo, a las mujeres. Y un último dato: en junio de 2012, el 46,2% de hombres parados volvió a encontrar trabajo, pero entre las mujeres ese porcentaje fue solo del 38,7%.
Las mujeres trabajadoras no están eclipsando a los hombres. Como mucho, las mujeres están perdiendo tanto como los hombres, lo que es malo para ambos. Los periodistas que parecen estar contentos por la nueva posición de las mujeres como "cabeza de familia" en los hogares, lo que ignoran es el hecho de que muchas familias están sufriendo cada vez más dificultades.
Según el sociólogo Philip Cohen de la Universidad de Maryland, está aumentando el número de mujeres que ganan más que sus maridos, pero aun así, en 2010 esta situación sólo se daba en el 28% de los matrimonios heterosexuales. De manera que en general, las mujeres ganan menos que sus maridos.
Si algunas mujeres están asumiendo el rol de ser quien lleva los garbanzos a casa, la realidad es que asistimos a un empobrecimiento general.
Así pues, ¿cómo puede haber quien afirme que las mujeres están superando a los hombres? Esta cuestión nos lleva a esta otra ¿qué mujeres logran superar a los hombres?
Un reducido grupo de mujeres ha alcanzado la cima y ejerce el poder en el mundo de la política y de los negocios, que antes eran reductos exclusivos de los hombres. Hillary Clinton, por ejemplo, tuvo un gran éxito como abogada antes de llegar a ser Secretaria de Estado, uno de los puestos políticos de más poder en el mundo. Según la lista Forbes de este año sobre las grandes fortunas, cuarenta y cinco mujeres forman parte de las 400 personas más ricas en América.
Evidentemente, este pequeño grupo no es representativo de la mayoría de las mujeres, y en muchos casos, las mujeres que han logrado grandes fortunas o poder político no contribuyen a que otras muchas mujeres alcancen el éxito, sino a que sufran. Por ejemplo, Alice Waltos, una de las más ricas del mundo, está satisfecha de haber nacido en el seno de la familia propietaria de Wal-Mart.
Para la mayoría de las mujeres, no las propietarias de empresas, sino las que trabajan en ellas, no ha existido ningún ascenso social meteórico. Lo mismo les ocurre a los hombres que trabajan con ellas.
Junto a estas estadísticas engañosas en torno al trabajo y los salarios, libros como The End of Men ofrecen otras "evidencias" sobre la supuesta progresión social de las mujeres: que cada vez son más las que no deseen casarse o desarrollar su vida sexual como en el pasado, y que cada día son más los hombres que comparten tareas domésticas como cocinar, limpiar y cuidar la prole.
Rosin también se refiere a otras cuestiones un tanto sorprendentes, por ejemplo, que las mujeres cometen más asesinatos que nunca. Voy a pasar por alto lo de que "son más propensas a las peleas en el bar", como muestra del cambio del rol de las mujeres en la sociedad actual, y voy a centrarme en otros puntos.
Es cierto que las mujeres tienen más libertad que antes en lo que respecta al trabajo, la reproducción o la opción familiar. Y lo primero que hay que decir es que eso es bueno.
The End of Men, dedica algunas páginas a describir el desperdicio del "capital erótico" de las mujeres debido a que practican el sexo con demasiada libertad. Sin embargo, para muchas mujeres, su liberación no se reduce a su capacidad para decidir con libertad su opción sexual.
También es un gran avance que las mujeres formen parte de la población activa a un nivel que no era posible imaginar hace 40 años. Este cambio fue posible por el movimiento social desarrollado por las mujeres en los años 1960 y 70, inspiradas en las luchas de los afroamericanos en defensa de sus derechos civiles y en la organización del Black Power. Esto transformó la sociedad estadounidense, que pasó de ser una sociedad en la que el marido podía violar legalmente a su mujer, a otra en la que las mujeres consiguieron el derecho al aborto legal.
En lugar de reconocer el papel político y social de las mujeres, libros comoThe End of Men tratan de asociar los cambios en la vida de las mujeres con la las diferencias inmutables entre mujeres y hombres. Rosin parte de la concepción de "hombres de cartón" y "mujeres de plástico": mujeres con capacidad para adaptarse a la nuevas condiciones del trabajo y transformarse a sí mismas, mientras los hombres continúan estancados en su viejo rol. En el fondo, considera el éxito de las mujeres y el fracaso de los hombres como una consecuencia natural de la diferencia entre sexos.
En un artículo escrito para Atlantic Rosin se pregunta por qué la economía moderna, postindustrial, congenia más con las mujeres que con los hombres. Durante mucho tiempo, la psicología evolucionista afirmó que todos los seres humanos éramos fruto de imperativos del pasado: los hombres más rápidos, fuertes y dispuestos a pelearse por la escasez de recursos, lo que les lleva a triunfar en Wall Street; las mujeres más programadas para proveer los alimentos y cuidar de su prole, lo que se manifiesta en su comportamiento más cuidadoso, más flexible y ordenado, adecuado para el hogar. Esta forma de pensar determina nuestra percepción del orden natural.
¿Pero qué ocurre si las mujeres y los hombres en lugar de responder a esos imperativos biológicos, desempeñaban roles sociales basados en lo que resultaba más eficiente a lo largo de un extenso período de la historia huma? ¿Qué ocurre si esa historia ha llegado a su fin? Más aún, ¿qué ocurre si la economía de esta nueva era es más propicia para las mujeres?
Las supuestas ventajas naturales de las mujeres en esta era moderna se reducen a su flexibilidad y -se crea o no- su capacidad para quedarse quietas. Rosin afirma que "la economía postindustrial es indiferente al tamaño y fuerza de los hombres". "Los atributos más valorados hoy en día (la inteligencia social, la capacidad de comunicación y la capacidad para estar quietas y centrarse) no son, como mínimo, predominantemente masculinos.
Para empezar, esta afirmación no es cierta. Conozco muchas mujeres que son incapaces de estarse quietas. Pero el conjunto de la afirmación constituye una caricatura de la desigualdad real, tanto la el pasado como la del presente y la del futuro.
El sexismo y la discriminación existen. Puede que para vender libros sea muy útil hablar de "guerra entre sexos" cuando se habla de quien caza y quien construye nidos, quien viene de Marte y quien de Venus. Pero la realidad es mucho más compleja. La discriminación y el sexismo forman parte de la cotidianidad y no están basados en ninguna diferencia fundamental entre hombre y mujeres, sino en la estructura social de nuestra sociedad.
La desigualdad entre hombres y mujeres no es fruto de diferencias biológicas. Es producto de la sociedad capitalista, en la que los trabajadores se enfrentan entre sí sobre multitud de cuestiones. Una de ellas es la del género, y es eso lo que mantiene a las mujeres en una posición subordinada.
Si bien las condiciones de vida de las mujeres y sus oportunidades han mejorado, esto ha sido fruto de la lucha que han desarrollado. Y esta lucha sólo fue posible cuando se tomó conciencia del sexismo y de la discriminación para luchar contra él.
El falso dilema hombres vs mujeres desfigura una realidad en la que las mujeres y los hombres trabajadores tienen intereses comunes en la defensa de sus condiciones de vida. No obstante, dejando de lado estas cuestiones, en The End of Men podemos encontrar algunos relatos interesantes sobre hombres que perdieron su trabajo durante la crisis económica y lucharon por salir adelante. La lección que hay que extraer es que el futuro de las mujeres y los hombres trabajadores es interdependiente y depende de la lucha común en defensa de una vida mejor.
17/10/2012
http://socialistworker.org/2012/10/...
Traducción: VIENTO SUR

ESTADOS UNIDOS De la guerra de Secesión a la liberación de los esclavos

ESTADOS UNIDOS

De la guerra de Secesión a la liberación de los esclavos




JAMES ILLINGWORTH

El 22 de setiembre de 1862, después de la victoria sangrienta de los Nordistas en la batalla de Antietam, el presidente Abraham Lincoln publicó una primera versión de la Proclamación de Emancipación de los esclavos (Emancipation Proclamation) decretando que todas las personas poseídas como esclavos en un Estado en rebeldía contra los Estados Unidos serían“en adelante, y para siempre, libres” el 1 de enero de 1863.
Esta declaración marcó un giro en la guerra que libraban los Estados de los Estados Unidos de América: ya no se trataba de una lucha en nombre de la unidad nacional, sino de una guerra revolucionaria por la libertad de los esclavos.
Pero a Lincoln le costó algún tiempo atreverse a jugar esta audaz carta. En 1860, su elección a la Casa Blanca –para la que se había presentado en nombre del joven partido republicano frente a dos candidatos demócratas esclavistas, representando uno de ellos a los Estados del Norte y el otro a los Estados del Sur– acarreó la constitución de los Estados esclavistas del Sur como Estados independientes, esto es la Secesión. Lincoln asumió sus funciones cuando los ejércitos nordistas y sudistas ya llevaban algunas semanas enfrentándose.
El nuevo presidente insistió en que el gobierno federal luchaba ante todo por “preservar la Unión”. En su discurso de investidura, Lincoln manifestó su voluntad de apoyar una enmienda a la Constitución que garantizase el mantenimiento del derecho a la esclavitud en los Estados del Sur donde estaba en vigor, a condición de que el Sur se sumase a la Unión. Sólo a los 18 meses del comienzo de la guerra, se decidió por fin Lincoln a comprometerse definitivamente contra la esclavitud.
Muchos abolicionistas habían mostrado su descontento ante el rechazo de Lincoln a abordar la cuestión de la esclavitud –un reto que para ellos constituía justamente la causa misma de la guerra, y una de las principales razones de la fuerza de los Confederados.
Como declaró Thaddeus Stevens, jefe de filas de los radicales en el Congreso, en enero de 1862: “¿Cómo se puede llevar a cabo una guerra para preservar a la vez la Unión y la libertad constitucional? Aún al riesgo de demoler prejuicios, de espantar a los simples de espíritu y de hacer temblar a los cobardes, esta Constitución debe ser aceptada y adoptada. Quienes sirven de carne de cañón en el conflicto pero son los enemigos naturales de los esclavistas, deben ser reconocidos como nuestros aliados. La emancipación universal debe ser proclamada para todos”.
La reticencia de Lincoln era el reflejo de las contradicciones del partido que representaba. Aunque la hostilidad creciente de los Estados del Norte hacia el Sur esclavista había llevado al poder a los republicanos, eso no convertía a los líderes de este partido en abolicionistas. Muchos de ellos esperaban, al igual que Lincoln, hacer caer en desuso la esclavitud, y dudaban de que fuese legalmente posible cuestionar el derecho de propiedad de los poseedores de esclavos.
Había otros retos políticos que preocupaban también a Lincoln. Queriendo rodearse de una coalición lo más amplia posible para luchar contra la secesión y la independencia de la Confederación sudista, Lincoln evitó adoptar medidas demasiado radicales. Insistía en particular en no perder la “lealtad” de los Estados esclavistas limítrofes que se habían mantenido fieles a la Unión, como Maryland y Kentucky.
Los acontecimientos de Missouri, en verano de 1861, muestran hasta dónde estaba dispuesto a llegar Lincoln para preservar una alianza anti-confederal tolerante con la esclavitud. Así, cuando el general John Charles Frémont, después de haber sufrido varias derrotas en este Estado, declaró unilateralmente la emancipación de todos los esclavos rebeldes que hubieran simpatizado con los Nordistas, Lincoln no sólo anuló dicha orden sino que desautorizó también a este general de opiniones radicales.
Pragmático, Lincoln resumió su posición sobre la cuestión de la esclavitud en una carta dirigida a Horace Greeley, redactor jefe de un periódico radical, en 1862: “Mi objetivo actual es ante todo salvar la Unión, y no salvar o destruir la esclavitud. Si pudiera salvar la Unión sin libertar a un solo esclavo, lo haría; si pudiera salvarla liberando a todos los esclavos, lo haría; si pudiera salvarla con el enfrentamiento de una parte de los esclavos y el abandono de la otra parte, también lo haría”.
Lo cierto es que un mes después de esta declaración, Lincoln presentó la Proclamación de Emancipación. Dos elementos empujaron a Lincoln y a su gobierno a revisar sus visiones conservadoras de esta guerra:
1. Las tropas de la Unión sufrieron varias grandes derrotas. Las victorias de los Confederados en los campos de batalla de Bull Run, Wilson’s Creek, Ball’s Bluff, etc., mostraron que los Confederados no estaban dispuestos a rendirse y que había que adoptar medidas drásticas para ganar esta guerra.
2. Igualmente importante, los esclavos no iban a esperar a Lincoln para actuar. En los Estados del Sur, desde que se declaró la guerra, millares de esclavos convencidos de que su futuro se jugaba en este conflicto decidieron luchar por su libertad.
A medida que avanzaban en el territorio de los Confederados, las tropas nordistas encontraban a esclavos que deseaban sumarse a ellas, al considerarlas aliados potenciales. Racistas, los oficiales y soldados blancos rechazaron en un primer momento acudir en ayuda de estos fugitivos negros. Hubo incluso mandos nordistas que llegaron a proponer ayuda a los Sudistas en caso de insurrección de los esclavos.
Pero la lógica les hizo cambiar pronto de enfoque. En Virginia del Norte, en el verano de 1861, las tropas nordistas del general Benjamin Butler tropezaron con esclavos fugitivos obligados por el Ejército de los Confederados a construir fortificaciones. ¿Debían los soldados nordistas entregar en bandeja de plata a sus enemigos esta mano de obra militar?
Butler se negó y declaró a los esclavos “contrabando de guerra”. A partir del momento en que fueron asimilados a “propiedades susceptibles de ser empleadas en un objetivo insurreccional” contra los Estados Unidos, los esclavos podían ser requisados por las fuerzas de la Unión. En pocas semanas, mil esclavos en fuga se incorporaron al campamento donde se hallaban las tropas de Butler.
En Washington, el gobierno Lincoln votó leyes que reconocían la nueva realidad del campo de batalla. Las llamadas leyes de confiscación (Confiscation Acts) de 1861 a 1862 dieron una justificación legal al argumento de Butler, y la ley marcial autorizó a las tropas de la Unión a utilizar los esclavos fugitivos. Empujado por esta nueva tendencia antiesclavista, el Congreso proclamó la abolición de la esclavitud en los territorios occidentales y votó un programa de emancipación de los esclavos, acompañado de una compensación financiera para los antiguos dueños.
En el mes de julio de 1862, Lincoln pensaba ya en libertar a los esclavos en el marco de una medida de guerra, pero chocó con los miembros de su gabinete, que le habían exhortado a esperar una gran victoria de la Unión en el campo de batalla antes de hacer este anuncio. La batalla de Antietam, en setiembre, fue la ocasión soñada.
En realidad, esta batalla no fue ninguna victoria aplastante de los Nordistas. Robert E. Lee, del Ejército de los Confederados de Virginia del Norte, se había propuesto invadir el Estado de Maryland, llevando a sus talones un gran ejército de la Unión, dirigido por el general, arrogante aunque miedoso, George McClellan.
El 17 de setiembre, los Confederados, menos numerosos, combatieron a las tropas de McClellan hasta que el conflicto se atascó en lo que fue una de las batallas más mortíferas de la guerra de Secesión. Aunque ninguna de las partes pudiera reivindicar una ventaja decisiva, Lee tuvo que batirse en retirada a Virginia –y Lincoln pudo entrar en escena.
De esta manera, el 22 de setiembre Lincoln declaró que, a no ser que los rebeldes decidieran sumarse a la Unión antes de acabar el año 1862, sus esclavos serían “en adelante y para siempre libres”. En virtud de la Proclamación de Emancipación, los hombres negros podrían también comprometerse con las fuerzas nordistas como soldados.
Las posiciones de Lincoln estaban muy alejadas de los abolicionistas radicales como Frederick Douglass [1818-1895, nacido esclavo, escribió en 1845 una impactante obra: La vida de Frederick Douglass, esclavo americano, escrita por él mismo], que defendía esta medida desde el principio, y que al final de la guerra y durante los años que la siguieron defendió categóricamente la abolición de la esclavitud contra cualquier solución de compromiso.
La Proclamación de Emancipación que proclamó Lincoln era también una manera de reconocer la transformación, ya iniciada, de esta guerra. Lincoln no se equivocaba cuando, en una carta, confiaba que no podía enorgullecerse de haber controlado los acontecimientos, e incluso confesaba haber sido “controlado por ellos”.
Fueron los acontecimientos de la guerra de Secesión lo que forzaron a Lincoln a adoptar medidas revolucionarias. Y él las tomó, lo que no es nada desdeñable: otros republicanos, que habían defendido más enérgicamente la abolición, dudaban.
Evidentemente, la Proclamación de Emancipación tuvo el efecto que Lincoln esperaba. El ejército nordista se convirtió oficialmente en un ejército de liberación, ya que en cada Estado del Sur que ganaba, podía llevarse a cabo la promesa de emancipación. Los esclavos negros huyeron en gran número para unirse a las líneas nordistas –y el papel de los soldados negros en el conflicto se volvió cada vez más capital.
De esta manera, una vez proclamada la emancipación, la guerra de Secesión se convirtió oficialmente en una guerra por la liberación de 4 millones de esclavos –y se inició un proceso de revolución social.
10/10/2012
http://socialistworker.org/2012/10/10/igniting-a-war-to-end-slavery
Traducción: VIENTO SUR

Tema Especial: Economía





Durante las últimas décadas una gran brecha se ha abierto entre el Norte y el Sur. Liderado por los Estados Unidos y con la compañía de los aliados circunstanciales que coincidan con sus intereses en cada momento o con los Gobiernos cómplices que responden a sus propios intereses y no al de sus pueblos, se llamen Unión Europea, Blair, Aznar, u otros, el Norte se ha erigido en avaro dictador de los destinos del planeta.
Grandes Grupos Económicos, en general nacidos en esos países, se convirtieron en Multinacionales mercenarias, que en el afán de obtener beneficios económicos a cualquier costo, no dudaron en avasallar derechos humanos y contaminar hasta destruir ecosistemas mientras el mundo entero sufre las consecuencias.
La concepción intencionadamente equívoca del concepto de Desarrollo que nos han impuesto, generó los problemas ambientales y sociales que provocaron y lo siguen haciendo, un deterioro de las condiciones de vida de todo ser que habita el planeta.
Contaminación de las reservas de agua dulce, desertización de bastas extensiones de tierra otrora fértiles y altos niveles de polución del aire, son algunas de las consecuencias ambientales que lejos de estar siendo paliadas, siguen profundizándose día a día por una autodestructiva inconciencia ecológica.
Subyugación de culturas étnicas y regionales, sometimiento de pueblos originarios y comunidades campesinas son algunas de las consecuencias visibles en la triste realidad social con la que convivimos cada día.
Sin embargo, el daño no ha sido total ni irreversible y el Sur ha despertado ante la situación límite en la que nos encontramos. Nuevos líderes surgen con el respaldo y como voceros de nuestros pueblos rescatando valores humanos esenciales como la solidaridad, el respeto por la tierra y la convicción de que la posibilidad de forjar un futuro mejor aun está en nuestras manos.
Los pueblos del Sur nos revelamos a seguir siendo explotados, humillados y saqueados y nos negamos a continuar siendo espectadores pasivos de la acelerada destrucción de la Tierra en pos de mantener la calidad de vida del Norte.
Esa resistencia se hace mas fuerte con cada marcha, cada foro, cada movilización, cada acto de desobediencia civil, pero necesita de todos y cada uno de nosotros para lograr el impulso definitivo que genere un cambio de rumbo hacia un mundo mejor, hacia un mundo con futuro y oportunidades para todos. Un mundo que no se conseguirá si no tomamos partido y nos comprometemos de una vez por todas, con esta lucha que hemos iniciado contra el modelo de desarrollo economicista que está causando la aniquilación total de la vida sobre el planeta.


La cadena de alimentos está contaminada.


“El veneno nuestro de cada día” es el título del último libro de la periodista francesa Marie Monique Robin quién se hiciera muy conocida luego de la publicación de un estudio anterior cuyo título era “El mundo según Monsanto”, donde denunciaba las maniobras de la transnacional que acaba de anunciar la construcción de nuevas plantas de producción en Argentina. En el nuevo libro, que de alguna manera es continuación del anterior, declara que: "la cadena de alimentación está contaminada""La cadena de alimentación está contaminada", mantiene la periodista francesa especializada en agroalimentación Marie-Monique Robin, que acaba de publicar en España el libro “Nuestro veneno cotidiano”, una investigación sobre las sustancias químicas que llegan a nuestro plato.



En el nuevo libro esta investigadora analiza con detalle las moléculas químicas a las que estamos expuestos en nuestro entorno y en nuestra alimentación. Las analiza, según explica en una entrevista a Efe, partiendo de "lo más simple y de lo menos discutible", como las "intoxicaciones agudas y después crónicas de los agricultores expuestos directamente a los pesticidas" hasta llegar a lo más complejo: los efectos a dosis pequeñas de los residuos de productos químicos que "todos tenemos en el cuerpo".
Dos años de investigaciones por Asia, Norteamérica y Europa, testimonios de expertos, multitud de informes de miembros de agencias de regulación alimentaria y estudios científicos avalan este nuevo trabajo, en el que la periodista sostiene que miles de moléculas químicas han invadido nuestra alimentación desde la Segunda Guerra Mundial y que "solo un diez por ciento de ellas ha sido estudiadas seriamente"
"Esta invasión química está vinculada al desarrollo de la sociedad de consumo, que ha provocado la salida al mercado de miles de productos de consumo corriente cuya fabricación o transformación se basa en unos procesos químicos cuya toxicidad está muy mal evaluada", según la periodista.
Una crítica que realiza Robin tras analizar el sistema de evaluación de los productos químicos tal como lo practican las agencias de reglamentación nacionales o europea, como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que se basan en el principio de Paracelso, el médico suizo del siglo XVI que afirmó que solo la dosis hace el veneno.
Inspirándose en este principio, según cuenta la autora, las agencias de reglamentación desarrollaron una norma llamada ingesta diaria admisible (IDA), que "es la dosis de veneno químico que se supone que podemos ingerir cada día sin enfermar".
Esta IDA es "un engaño que no protege a los consumidores, sino a los fabricantes", según la autora de “El mundo según Monsanto”, un ensayo sobre esta multinacional de semillas transgénicas a la que acusa de practicas "mafiosas".
¿Y cómo afecta esta "invasión" a nuestro cuerpo? Para responder a esta pregunta Robin parte por explicar qué son lo que los científicos llaman "perturbadores endocrinos", una clase de productos químicos particularmente peligrosos, moléculas químicas que son hormonas de síntesis o que imitan la acción de las hormonas naturales.
"Están en todas partes, como el bisfenol A en los biberones, en los recipientes de plástico duro o en las latas de conservas, los taflatos en los plásticos blandos o el PFOA en las sartenes antiadherentes (teflón), los cosméticos, los detergentes, y, por supuesto, los pesticidas", según la especialista.
En el caso de estas moléculas, según la periodista, no es "la dosis la que hace el veneno", sino el momento de exposición. "La epidemia del cáncer no se debe al envejecimiento de la población. Las estadísticas demuestran que la tasa de incidencia aumenta en todas las franjas de edad, tanto en los jóvenes como en las personas mayores. Por lo tanto, estamos ante una auténtica 'epidemia', por retomar las palabras de la OMS", según Robin.
Esta epidemia, a su juicio, se debe al "medio ambiente y al modo de vida", como dice que le explicó Christopher Wild, director del Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC, en sus siglas en inglés), que depende de la OMS.
En los últimos 30 años, tal y como señala, el índice de cáncer ha aumentado más de un 40% y el incremento de enfermedades como la leucemia y los tumores cerebrales en niños ha sido aproximadamente del 2%.- Además, en los países desarrollados, también se han multiplicado los problemas de origen neurológico (Parkinson y Alzaheimer) y las disfunciones en la reproducción.
Ante esta situación, Robin urge a tomar medidas para prohibir estos "perturbadores endocrinos", que "tienen además la capacidad de interactuar en nuestros organismos a unas dosis extremadamente bajas", como un residuo de pesticidas que se encuentra en una fruta o verdura
Mientras se espera a que se retiren del mercado cientos de moléculas "extremadamente tóxicas, lo mismo que muchos pesticidas", habría que informar, según Robin, a las mujeres embarazadas para que eviten todos los alimentos procedentes de la agricultura química o los productos transformados de la industria agroalimentaria, o los cosméticos no biológicos (en particular los desodorantes).
¿Qué podemos hacer para liberarnos de esta contaminación química?: Robin lo tiene claro, fomentar una transición generalizada a la agricultura biológica". "Hay que comer productos bio, y sobre todo los niños más pequeños", concluye. Ecoportal.net
Arquitectura Sustentable

Soberanía alimentaria versus alimentación industrial capitalista

El afán de lucro, propio del capitalismo, depende del crecimiento perpetuo y eso en la agricultura actual se traduce en una obsesión por producir más y más.



Lo hemos dicho en otras ocasiones, la agricultura impuesta en los últimos años la podemos llamar industrial, intensiva... pero el apellido que nunca debería faltar es: capitalista. Agricultura capitalista. Veamos por qué.
El capitalismo busca la acumulación incesante de capitales y para ello privatiza todos los bienes a su alcance. En esta agricultura, las tierras, un bien de todas y todos, siempre tiene amos, señores y señoritos. Igual pasa con las semillas, convencionales o transgénicas, que se engendran con un código de barras; e incluso con el agua de riego que se compra, se vende, en definitiva: se acapara.
El afán de lucro, propio del capitalismo, depende del crecimiento perpetuo, y eso en la agricultura actual se traduce en una obsesión por producir más y más. Pueden decir que es para paliar el hambre pero lo cierto es que responde al ansia de llenarse los bolsillos. Y si el productivismo solo es posible con la explotación de personas -mujeres mayoritariamente- o del Planeta -mujer- y sus recursos naturales, eso no representará ningún problema. El objetivo final, enriquecerse, vale la pena, dice la agroindustria repitiendo letra a letra el discurso capitalista.
Y desde luego, la expansión del poder del capital lleva a que todas las mercancías crucen cualquier frontera, si eso es lucrativo. Y obediente a las reglas de juego, la agricultura está globalizadísima, dedicándose países enteritos a cultivar materias primas que darán vueltas por el planeta como cualquier satélite, pero nunca aterrizarán en las bocas que las cosecharon.
Por último -lo vemos en las últimas décadas-, el poder capitalista no se conforma con hacer de la alimentación una mercancía y la ha convertido en una moneda acuñada con la que se especula todo lo que se puede y más.
Es frente a esta agricultura responsable de hambre, contaminación, explotación y pobreza que los próximos días 26, 27 y 28, en Gernika, hombres y mujeres de todo el Estado estaremos reunidos para avanzar en la propuesta que hace unos quince años nació con el propósito de «liberar la agricultura del capitalismo»: la Soberanía Alimentaria.
Pues Soberanía Alimentaria, que es una estrategia para combatir el hambre de tantísimas gentes campesinas y rurales, que es una nueva forma de producir en mímesis con la naturaleza y con las sabidurías campesinas, que es un ejercicio de alianza entre productor y consumidor, que es el derecho de las y los campesinos a controlar la agricultura... es, sobre todo, una pieza central de un puzle revolucionario para transformar el mundo.
Sí, en Gernika, compartiremos muchas y pequeñas aventuras que son espacios de Soberanía Alimentaria y por lo tanto, revolucionarios, transformadores. Observaremos experiencias donde el beneficio económico no es un valor ni un interés; nos contarán que fuera de los mercados se vive mejor; degustaremos que la colaboración y la afectividad produce los mejores alimentos... es decir, espacios que cada uno de ellos desnuda la maldad de un modelo en evidente crisis y que sabemos vamos a superar.
Es pura geometría: para cambiar estos tiempos, se trata de construir nuevos espacios.

Son matemáticas exactas: en la medida que tengamos más granjas agroecológicas, mercados campesinos, cooperativas de consumo, compra directa, huertos urbanos, etc. más grietas abriremos en el muro donde nos mantienen secuestrados.

Los movimientos de capitales dominan en la globalización


Los movimientos de capitales dominan en la globalización


Geoeconomía, las claves de la economía global -E.Olier


 "GEOECONOMÍA: LAS CLAVES DE LA ECONOMÍA GLOBAL" 

LA ECONOMÍA INDUSTRIAL O DE SERVICIOS YA NO SON CLAVES, SINO QUE LAS DIFERENCIAS VIENEN MARCADAS POR EL CONOCIMIENTO

Los movimientos de capitales dominan en la globalización

Europa, en la encrucijada 


"Geoeconomía: las claves de la economía global" autor, D. Eduardo Olier, presidente del Instituto Choiseul España, estará acompañado por Dª Ana Palacio, ex ministra Asuntos Exteriores, y D. Carlos Romero, presidente de la Fundación Universitaria San Pablo CEU.

Según Ana Palacio, que además ha escrito el prólogo del libro, "...La geoeconomía es una disciplina relativamente nueva, fronteriza, y por eso mismo dinámica e innovadora que nace como una escisión de la geopolítica, a su vez tributaria de la sociología política. Sin duda la filiación de esta disciplina puede también reivindicarse desde la geografía, por su génesis y primeras manifestaciones, pero sin embargo, al adquirir una mayor profundidad conceptual y metodológica, la geoeconomía deviene más sociología y más economía".
Con un total de 18 capítulos y más de 350 páginas, el libro se estructura en cuatro grandes secciones: Geoeconomía, Geopolítica y Globalización, Geoeconomía física: Macrorregiones. Los retos globales de la geoeconomía y Gestionar la Geoeconomía: Inteligencia Estratégica. Un recorrido global por temas tales como los antecedentes geopolíticos del mundo de hoy, el despertar de la economía global, la relación entre economía y poder, la dinámica de los mercados, la coexistencia y equilibrio de lo privado y lo público, las claves de la economía internacional y el estado de las sociedades occidentales.

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.PRESENTACIÓN DEL LIBRO "GEOECONOMÍA" EN LA UNIVERSIDAD SAN PABLO CEU



El pasado 30 de noviembre se presentó en Madrid, en la Universidad CEU San Pablo, el libro"Geoeconomía: Las claves de la economía global", escrito por D. Eduardo Olier, presidente del Instituto Choiseul España. Las presentaciones corrieron a cargo del presidente de la Fundación CEU, D. Carlos Romero, y la ex-ministra de Asuntos Exteriores del Gobierno español, Dª. Ana Palacio.

Durante su discurso, Ana Palacio comentó las necesidades y carencias de la situación actual de la economía en Europa y en España, abogando, entre otras importantes consideraciones, por el recurso de la educación con elemento esencial para salir de la crisis. Además, resaltó que España no saldrá de la crisis por la ayuda de otros países como Alemania o por el desarrollo económico global, sino que será la mejora de la competitividad y la productividad el mejor argumento para superar la situación económica actual. "Más y mejor", su metodología para salir de la crisis.
El autor del libro, por su parte, explicó qué era lo que se encontraba detrás de la geoeconomía, resaltando la relación que existe entre el mundo globalizado y la economía. Hizo además un breve recorrido por la estructura del libro y terminó con la necesidad de poner en práctica los métodos de la inteligencia competitiva y estratégica.
     La Geoeconomía en la acepción más general dada por Pascal Lorot, editor de la revista fran cesa de mismo nombre, es el análisis de las estrategias de orden económico —especialmente comerciales—, decididas por los Estados en el con- texto de las políticas conducentes a proteger las economías nacionales o ciertos elementos bien determinados de estas, a adquirir el dominio de ciertas tecnologías claves y/o a conquistar ciertos segmentos del mercado mundial relativos a la producción o comercialización de un producto o de una gama de productos sensibles, sobre los cuales su posesión o su control confiere a los detentadores —Estado o empresa nacional— un elemento de poder o de proyección internacional y contribuye al reforzamiento de su potencial económico y social. 
La geoeconomía tiene que ver directamente con el dominio de tecnologías claves, cuyo control refuerza el poder en el mundo global. Además, una de las características más acusadas de la globalización económica es el cambio tecnológico, las nuevas tecnologías. Nada ha sido factible sin ellas desde el final de la Segunda Guerra Mundial y, sin duda, las Tecnologías de la Información e Internet han sido la clave de las expansiones y recesiones desde los primeros años de la década de los ochenta.


GEOECONOMÍA 6 "INNOVACIÓN Y CAMBIO DE MODELO PRODUCTIVO"

El Instituto Choiseul acaba de editar el último número de Geoeconomía, "Innovación y cambio de modelo productivo", correspondiente a otoño de 2011.

Este número de Geoeconomía se puede conseguir online, como todas las demás publicaciones del Instituto Choiseul España, en La Tiend@ del Instituto Choiseul.


INNOVACIÓN Y CAMBIO DE MODELO ECONÓMICO

Una economía de servicios como la española, muy basada en el consumo interno, el turismo y el sector inmobiliario, ha demostrado ser muy vulnerable a la crisis. Lo que invita, necesariamente, a reflexionar sobre la estructura del modelo y la innovación. Aunque se hable del cambio de modelo y su sustitución por otro más competitivo, estas soluciones no son inmediatas.

I. Innovación y desarrollo económico
La I+D y la innovación como instrumentos de cambio del modelo económico
Juan Tomás HERNANI
La innovación tecnológica en España
Juan MULET
El CIEMAT como organismo de investigación
Margarita VILA
La universidad como factor de innovación y creación de emprendedores
Fernando VELASCO
II. La innovación en el cambio de modelo empresarial
Innovación tecnológica y empresarial: el caso Iberdrola
Agustín DELGADO
Innovación y globalización de las telecomunicaciones
Carlos DOMINGO
Innovación en salud y desarrollo económico
Ignacio PARA RODRIGUEZ-SANTANA
La innovación en el mundo digital
Alberto MARTÍN de la TORRE
III. Promoción de la innovación desde las Administraciones
TECNALIA: un centro de creación de valor en un escenario internacional
Joseba JAUREGIZAR
Madrid, la diferencia competitiva
Elisa ROBLES FRAGA
Innovación tecnológica como factor imprescindible para el desarrollo de las energías renovables
Alfonso BELTRÁN
IV. La importancia de las empresas multinacionales en el proceso de cambio de modelo económico
La ciencia ya tiene Ley
Julio LAGE
El papel de los centros I+D multinacionales en España como agentes del cambio de modelo económico
Irma JIMÉNEZ
Innovación y sociedad en red
Manuel LORENZO HERNÁNDEZ


El Instituto Choiseul para la Política Internacional y Geoeconomía es un centro de investigación independiente dedicado al análisis de las principales cuestiones de política internacional. Sus acciones se enfocan a la defensa de alcance económico español y a la estratégica y la promoción de sus principales actores y sus socios.

El próximo futuro económico de Europa y España: ¿qué hacer?

 Eduardo Olier 

“Las políticas de ajuste fiscal no sirven sino se acompañan con políticas geoeconómicas. Esto significa liderazgo en los mercados globales. Una capacidad que España ha tenido olvidada en los últimos años y que le será difícil recuperar. Será preciso un importante programa de inteligencia económica para lograr una mejor posición geoeconómica” Eduardo Olier

fuente:
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Comentario y consulta:

¿España es un país que actúa con estrategia ? y Europa ?
¿es necesario un instituto de  prospectiva ? El que había fue eliminado.

Consulta al sr.Eduardo ¿Quien hace dicho " programa de inteligencia económica para lograr una mejor posición geoeconómica" ?

Parte del capital fluye hacia donde "se esta generando más conocimiento" donde hay mas proyectos, mas innovación, hay países que saben funcionar con modelos de triple hélice,  países con mejores enlaces empresa-universidad, países donde las pymes pueden crecer porque hay mas colaboración entre empresas y entre universidad y pymes

Respuesta:
Tener estrategia es tener un plan. Y actuar con “inteligencia” es tener una estrategia y llevarla a cabo de manera eficiente. Tener una estrategia se puede tener, y supongo que todos los Gobiernos la tienen; llevarla a la práctica a nivel de país es algo muy complejo por los condicionantes políticos, económicos y sociales. Hay cosas que un Gobierno nunca puede controlar. Seguramente sería necesario un Instituto de Prospectiva como dice, y mucho más en lo económico donde me parece imprescindible que España desarrolle e implante una estrategia en inteligencia competitiva. De esto hablo en el libro Geoeconomía: en la economía global la inteligencia estratégica es uno de los factores clave. Comparto además sus ideas del modelo de triple hélice que me parecen muy interesantes. Gracias por los comentarios.
Otros enlaces:
"Destacar las posibilidades que tienen los nuevos emprendedores gracias a las redes sociales de internet, y forman parte del conjunto de actividades que promueve la UOC para dar apoyo a la emprendeduría. Durante una entrevista en el informativo matinal ‘Primera Columna’, el director de la escuela de negocios de la UOC y del grupo i2TIC, Joan Torrent, explicó que el tejido de microempresas de Cataluña está atravesando problemas graves, debido a la falta de financiación, de la falta de formación, y de la falta de innovación. Sin embargo, Torrent ha destacado que las pequeñas y medianas empresas tienen a su alcance unos instrumentos muy potentes, gracias a las nuevas tecnologías de la comunicación y las redes sociales"

http://i2tic.net/es/equipo/joan-torrent-sellens/videos-entrevistas/

Dr.Joan Torrent, director del i2TIC de la UOC-IN3