Quienes somos.
Estimados amigos
Tenemos a bien presentar a la consideración del país, a los Organismo de cooperación Internacional y con énfasis al Sector Agropecuario Nacional, la organización no gubernamental, sin fines de lucro llamada: Sistema Integrado de Servicios Agropecuario “SISAGRO” cuyos propósitos, entre otros, tiene como objetivo fortalecer el proceso de educación mediante la asistencia y capacitación en buenas prácticas agrícolas, manejo post-cosecha, comercialización a los pequeños y medianos productores para llegar a ser eficientes, competitivos y sustentables en un mundo cada día más exigente y globalizado.
En SISAGRO como promotores de un desarrollo agrícola sustentable, exploramos las oportunidades que tienen los gobiernos locales, organizaciones comunitarias con los grupos de productores organizados para desarrollar una agricultura sana, y como consecuencia de ello, productiva, eficiente, rentable y competitiva, que incida positivamente en el desarrollo económico, social, rural y ambiental de sus municipios, comunidades y regiones.
Estamos comprometidos con la formación integral del equipo humano de las organizaciones agrícolas para que reduzcan sistemáticamente los errores que alteran la productividad y que adopten los métodos que conducen al mejoramiento continuo de buenas prácticas agrícolas.
No todos los hombres y mujeres dedicados al cultivo de la tierra o propietarios de la misma tienen información actualizada y como consecuencia de ello, cultivan la tierra sin estos conocimientos, perdiendo la oportunidad de lograr mejores niveles de rendimientos dando como resultado que sus unidades productivas no son rentables traduciéndose esto en un bajo nivel y calidad de vida de la gran mayoría de hombres y mujeres que labran la tierra.
Los directivos de SISAGRO, entendiendo el fundamental papel que juega el conocimiento, la capacitación de los hombres, mujeres, jóvenes, niños y ancianos de las zona rurales, hombres y mujeres vinculados a la producción agropecuaria y sobre todo a los pequeños y medianos productores, han tomado la iniciativa de diseñar, promover e implementar un programa de capacitación y formación que empodere a nuestros agricultores de conocimientos básicos de las ciencias agrícolas y por demás, formándolos con principios y valores de cooperación y solidaridad.
El programa se llamara SISAGRO-EDUCA y para la consecución de sus objetivos se ha propuesto la creación de un Centro de capacitación, asistencia e información agropecuaria donde los participantes como educando adquieran conocimientos teóricos y prácticos; procuraremos desde el primer día que ingresen al centro, se enfrenten a los problemas reales de la vida, de la cotidianidad agrícola, se familiaricen con la producción a nivel comercial y a demás adquieren disciplina y responsabilidad para el trabajo.
Pretendemos que en las fincas tomadas como centro de enseñanza, los participantes en los talleres de capacitación aprendan en forma práctica los diferentes métodos de preparación de suelos, siembra, control de malezas y de insectos, fertilización, riego, manejo de maquinaria, mantenimiento y reparación de la misma. También esperamos que adquieran experiencia práctica en una multitud de actividades y operaciones de campo que son parte de una rutina diaria de trabajo como la aplicación optima de los conocimientos o técnicas adquiridas en la producción agronómica , fitopatología, entomología, fertilidad de suelo, propagación de plantas , etc.
Es la oportunidad de combinar las ciencias básicas con los conocimientos prácticos, como decir, los cuidados de los cultivos post-cosecha, el manejo de un apiario por ejemplo, la conservación de frutas y la cría de peces y camarones, entre otros.
SISAGRO, con la participación de organizaciones de base, tanto comunitarias como productores piensa promover e implementar acciones encaminadas a identificar los problemas que afectan a la agricultura y a nuestras comunidades de nuestro país y definir posibles soluciones.
SISAGRO trabajara en el fortalecimiento de estas redes sociales y cooperantes en las cuales los escenarios comerciales constituyen un excelente marco de acción operativo para difundir las innovaciones tecnológicas y los nuevos productos agrícolas; brindara a los productores las orientación sobre los métodos y prácticas que culminen con la consolidación de la asociaciones como microempresa formal en el marco de los nuevos criterios del agro negocio; se les estimulara la formación e incorporación de criterios y principios solidarios, humanistas y el conocimiento de los aspectos básicos de la Asociatividad, como también, la filosofía, principios y valores de la economía solidaria.
JUSTIFICACION.
La injusticia imperante en el medio rural y la absoluta falta de oportunidades para que los pequeños agricultores puedan mejorar sus ingresos por medio de una agricultura eficiente, y con ello acceder a una educación adecuada o a un uso decoroso de los servicios de salud, los expulsa hacia las ciudades, transformando su miseria física en miseria física y moral. Esta última se caracteriza por el desempleo, el hambre, la falta de viviendas y de servicios básicos, la drogadicción, la prostitución y la criminalidad.
La migración rural no se logrará detener con medidas populistas; se le detendrá ofreciendo a los agricultores oportunidades concretas para que ellos puedan producir con más eficiencia, aumentar la productividad, reducir los costos de producción, producir bienes de mejor calidad y en mayor cantidad, incorporar valor a los productos, disminuir las pérdidas post-cosecha y reducir la intermediación en la colocación de sus productos. Estas medidas realistas, aplicadas en conjunto, producirán como resultado ingresos más altos; y con éstos, se alimentarán sanamente, tendrán una vivienda adecuada, se vestirán mejor, podrán mandar a sus hijos a la escuela, al médico, al dentista, etc., y no necesitarán, entonces, migrar a las ciudades
Ésta es la solución realista, y para que ello sea posible es necesario que todos los agricultores tengan una verdadera posibilidad de acceder a factores que les permitan introducir innovaciones agropecuarias, gerenciales y organizativas, para poder producir con eficiencia y mejorar así sus ingresos.
Es ésta una poderosa razón, que requiere se formulen políticas agrícolas y se reorienten los servicios agrícolas de apoyo, a fin de que ambos permitan que la igualdad de oportunidades de tecnificación de la agricultura sea una realidad concreta y no una simple manifestación de buenas intenciones o de voluntarismos.
Nuestro país están enfrentado a la necesidad de:
1. Aumentar rápidamente la producción agropecuaria.
2. Mejorar la calidad y reducir los costos de los productos, para que éstos sean compatibles con el bajo poder adquisitivo de la mayoría de los consumidores nacionales y competitivos en los mercados internacionales.
3. Mejorar los ingresos de los agricultores.
4. Generar empleos y ofrecer atrayentes condiciones de vida para las familias rurales en su propio medio, y con ello disminuir el éxodo rural.
Para lograr lo anterior, es absolutamente indispensable promover la modernización del sector agropecuario y la tecnificación de la agricultura, volviéndola más productiva, eficiente, rentable y competitiva.
Si el sector agropecuario no se moderniza y la agricultura no se tecnifica, ninguno de los desafíos antes mencionados podrán ser enfrentados con éxito. Además, es preciso llevar a cabo esta modernización en forma equitativa, es decir, hacerlo de manera tal que todos los agricultores tengan reales oportunidades de beneficiarse de estos avances tecnológicos; porque sólo así, todos ellos podrán hacer un aporte al desarrollo nacional con la eficiencia que exigen los tiempos modernos.
Ofrecer tales oportunidades significa, como mínimo, poner a disposición de todos los estratos de agricultores, alternativas tecnológicas que sean compatibles con sus recursos, y capacitación para que sepan aplicarlas correctamente y así solucionar sus problemas promoviendo un desarrollo agropecuario sostenible; es decir, la necesidad de adoptar alternativas tecnológicas que mantengan o recuperen la capacidad productiva de la tierra y que preserven los recursos naturales y el medio ambiente.
La fertilidad de la tierra y la sanidad animal y vegetal no pueden ser mantenidas a costa de la contaminación del suelo, del agua y de los alimentos de los agricultores y de los consumidores. Es necesario aplicarles tecnologías más blandas, más limpias y menos dependientes de productos agroquímicos.
La sostenibilidad de la base productiva de la agricultura y la necesidad de aumentar su productividad se imponen ante el hecho irreversible de que existen cada vez menos productores, menor cantidad de tierra disponible -y que ésta es de menor fertilidad y calidad-, mientras crece el número de consumidores; lo anterior significa que es necesario producir más con menos recursos.
El gran desafío que se presenta a las economías agrarias es formar productores que estén técnicamente preparados para hacer frente a la crisis global financiera, energética y alimentaria.
La educación rural alternativa.
Frente a la situación descrita en los párrafos precedentes, en los últimos años, en esta tierra Quisqueyana, en América Latina y el Caribe diversas organizaciones de la sociedad civil, ciudadanos comprometidos, académicos progresistas se han abocado a la ardua tarea de impulsar procesos educativos que contribuyan al desarrollo de las capacidades de la población rural con un enfoque reflexivo, participativo y transformador por una agropecuaria más productiva y competitiva; han diseñado y puesto en marcha propuestas alternativas no formales, para los diferentes niveles de educación, poniendo en práctica experiencias, enfoques y conceptos nuevos que ya constituyen las primeras piedras de los cimientos de la educación rural alternativa, basada en la autonomía, la equidad, la democracia, la educación continuada y auto sostenible, el respeto a nuestra cultura y valores nacionales y regionales, esta nueva perspectiva educativa es ya una respuesta propia desde la sociedad rural a la exclusión y las limitaciones.
Estas experiencias no sólo han demostrado su eficacia y bondad, en cuanto a la capacidad de atender a grupos rurales en muchos rincones de los países que han asumido esta modalidad, sino que además, han mostrado que es posible desarrollar modelos educativos alternativos que permitan fortalecer la vía campesina de desarrollo en el actual contexto de globalización.
Capacitación para el trabajo, la vida y la salud; educación popular a través de diplomados, cursos, seminarios, talleres, giras tecnológicas, ferias culturales, publicaciones impresas, videos, etc.; son algunas modalidades de la educación no formal que expresan la gran cantidad de enfoques, metodologías, temáticas y productos para facilitar el intercambio de saberes y experiencias en el campo.
Creo que la educación no formal, específicamente la educación rural alternativa, que es el lineamiento metodológico-pedagógico que sustentara este centro como un instrumento estratégico para el desarrollo rural y entendiendo esta, la educación no formal, como “aquella que se realiza al margen del sistema educativo oficial (de la preprimaria a la universidad y posgrados). Este carácter no formal se expresa en iniciativas educativas estructuradas e intencionadas con filosofía, bases teóricas, metodologías y técnicas diferentes a las del sistema oficial.”
Nosotros podemos llevar miles de instrumentos al campo, como financiamiento, tecnología y otras muchas cosas, pero si no logramos que todo esto se articule con la formación, la capacitación, la reflexión y la acción, muy difícilmente vamos a tener éxito en los proyectos. Mucho menos vamos a lograr trascender, tener un impacto importante en el desarrollo rural, y por lo tanto, mejorar la calidad de vida de la población rural.