Tania Peña*
Santiago, Chile (PL) Llamados a la convergencia de fuerzas políticas y sociales y a retomar las movilizaciones anuncian un nuevo giro en el panorama sociopolítico en Chile.
Según el sociólogo chileno Daniel Núñez, la efervescencia social del 2011 evidenció en las calles que el malestar contra el modelo neoliberal es bastante transversal.
Sin embargo, alertó sobre el riesgo de que tanta energía social quede sólo en el estallido: "La existencia de luchas sociales, por muy significativas que sean, no implica necesariamente que haya una politización de esos actores o que se exprese en las correlaciones de fuerzas políticas y cambios en la sociedad".
El desafío estaría entonces en cómo hacer que ese movimiento social genere un cambio democrático y no termine siendo capitalizado por la misma derecha, alertó el también exdirector del Instituto de Ciencias Alejandro Lipschtuz.
Lo cierto es que la articulación de fuerzas progresistas, movimientos regionales, sectores sociales en general y la capacidad de generar alianzas entre los partidos de la oposición política y entre estos y el ámbito social parece ser condición ineludible para poder derrotar a la derecha.
En ese esfuerzo se inscribe el pacto firmado por la fuerza política opositora en relación con la elección de alcaldes en los comicios municipales programados para octubre de este año.
Suscribieron la iniciativa los presidentes de los partidos Comunista (PC), Guillermo Teillier; Socialista (PS), Osvaldo Andrade; Radical Social Demócrata (PRSD), José Antonio Gómez; Democracia Cristiana (DC), Ignacio Walter, y la timonel del Partido por la Democracia (PPD), Carolina Tohá, miembros los cuatro últimos del bloque de la Concertación.
El denominado Acuerdo Electoral por Omisión compromete a los firmantes a respaldar una candidatura común para alcaldes en casi todas las comunas del país suramericano.
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