Domingo Núñez Polanco
La
estrategia de cualquier organización política debe siempre adaptarse a los
resultados prácticos obtenidos. En
cualquier guerra la estrategia es uno de los factores claves del éxito o del
fracaso. Y la política es sin dudas una guerra, aunque una guerra cuyas armas
son las ideas.
Dice él General Zorrilla Ozuna,
presidente, líder y conductor del PCR: “Hay que ser sobre todo fieles a los
principios, a los ciudadanos más necesitados. Lo verdaderamente importante es
proveerse de un instrumento político, el Partido. Un partido que sea capaz de
concentrar los votos de los ciudadanos que reclaman verdaderos cambios. Porque
como nos demuestra obstinadamente la realidad, la clave está en el voto”.
De
poco sirve que incluso cientos de miles de personas se manifiesten en las
calles si luego muchos más votan por la tradición, el populismo y la demagogia.
Lo
realmente más importante es la propuesta, los acuerdos programáticos y su metodología de aplicación. Una
metodología que sea radicalmente democrática, que dé el protagonismo a la
ciudadanía, a las bases, con la máxima transparencia. Para tener credibilidad
ante el electorado hay que ser ejemplar, hay que practicar la coherencia. Teniendo
en cuenta todo lo anterior, es obvio que en el momento presente es el PCR quien tiene mayores posibilidades de alcanzar la
imprescindible unidad de los sectores progresistas y crear las condiciones objetivas
para una propuesta alternativa de Nación.
La
clave para cambiar el voto masivamente reside en la conciencia. Y
para ello es ineludible tener en cuenta los prejuicios que tienen muchos
ciudadanos. Prejuicios
impregnados en sus mentes durante décadas de monopolio ideológico del sistema
establecido, de las élites que controlan los transmisores de ideas en la
sociedad, los grandes medios de comunicación, los creadores de opinión disfrazados
de medios de información. Frente a tales prejuicios el líder del PCR, General Zorrilla Ozuna expresa: “Uno de
los factores del éxito de PCR comparado con el fracaso de los partidos
tradicionales es la estrategia frente a esos prejuicios. Para combatirlos hay
que prescindir de las banderas ideológicas tradicionales y centrarse en las
ideas de avanzadas, prescindir de etiquetas y concentrarse en los contenidos.
Por esto, entre otros motivos, el PCR en muy poco tiempo ha logrado mucho más que
otros partidos en tantos años”. El éxito
del PCR es también consecuencia del
fracaso de los Partidos del Sistema. El PCR y el liderazgo emergente de su
Presidente y líder, el General Zorrilla
Ozuna ha llegado donde ha llegado por sus propias virtudes, pero también por
los errores de los partidos de izquierda
tradicional.
Domingo
Núñez Polanco
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