Buenos Aires (PL) A punto ya de convertirse en ley, la iniciativa del Ejecutivo argentino para renacionalizar la empresa hidrocarburífera YPF marca el inicio del camino -acertado, aunque dificultoso- hacia la recuperación de la soberanía nacional.
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Se trata de un camino "difícil y lleno de obstáculos, pero que hay que asumir y recorrer con mucha fuerza y esperanza", valoró el Premio Nobel de la Paz y presidente del Servicio Paz y Justicia de Argentina, Adolfo Pérez Esquivel.
YPF tuvo su etapa de esplendor y orgullo nacional, la cual es hoy sólo un recuerdo, y el gobierno actual debe remontar el pesado trecho que deja la irresponsabilidad de Repsol, acotó Pérez Esquivel en un comunicado difundido aquí bajo el título de "YPF: El dolor de lo que fue y el desafío de lo que es".
El texto pide apoyar en este empeño a la presidenta Cristina Fernández, quien -sostiene- tuvo el coraje y la decisión política de asumir este reclamo popular de años y cuyo gobierno enfrentará una situación similar a la originada por la nacionalización, años atrás, de Aerolíneas Argentinas.
La falta de inversiones; el desabastecimiento; los costos y las deudas; los activos y pasivos que deja Repsol son enormes y es necesario tener mucha serenidad para volver a hacer rentable la empresa, subraya el Premio Nobel.
Advierte, sin embargo, que el petróleo "no es la única asignatura pendiente en la recuperación de la soberanía nacional".
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