Marcio Veloz Maggiolo
El discurso pronunciado el miércoles por el presidente Danilo Medina, lleno de numerosas expectativas, relanzó viejas propuestas y abrió caminos de esperanza para la vida social de los dominicanos.
Un discurso valiente que incita a pensar en que para lograr los cometidos que se proponen la organización del sector económico es más que necesaria. Pero hay puntos que si bien se destacan como lo es la revisión del contrato con la Barrick en un momento en el que las instancias para generar un proceso de mejoría económica son punto clave para el desarrollo de la nación y la mejoría de los sectores productivos.
Promesas importantísimas para el avance real hacia una sociedad en donde la infancia alcance la mejoría necesaria para el equilibrio educativo y cultural que serán parte de una República Dominicana creciente y coherente, porque el cuido de la infancia generador de una vida nueva y los proyectos anunciados por el Presidente con la construcción de estancias infantiles garantizadoras de una juventud orientada hacia ideas de progreso es un paso fundamental para nuestra cultura, donde la necesidad del estudio y el respeto social emergerán como parte de un plan educativo que debería crecer abarcando a los más de medio millón de niños en un proceso de habilitación continuo cuyos inicios se llevarán a cabo en por lo menos cien centros comunitarios y tomando base en sus redes familiares.
La educación pre-prerrimaría es básica para la formación de lo que pudiera llamarse “conciencia infantil”.
El maestrazgo de pre-primaria debe incrementarse, la formación de esta tipo de docente, debe a la vez mantenerse, incrementarse como una célula básica de transmisión de valores no solo patrios, sino hogareños. Que el hogar empiece de algún modo en la escuela y la escuela se proyecta al hogar son una necesidad frente a la gran falta de educación moral que asoma en muchos hogares donde los valores y la ética familiar se han esfumado. Con el Despacho de la Primera Dama se desarrollarán inicialmente cinco centros que alcanzarán hasta la edad de diez años. Estas medidas son realistas, basadas en estudiadas necesidades claves de orden familiar y apoyarlas es fundamental para un país que debe ver en la infancia la flor del futuro.
El apoyo recibido por el discurso del presidente Medina habla de que ha tocado puntos importantes que podrían transformar para de la vida dominicana. Tocamos el de la nacionalidad al apoyar le revisión del contrato con la Barrick, y asimismo tocamos el de la vida cotidiana al referirnos al proyecto de mejorar la sociedad y sus valores partiendo de los que serán nuestros futuros ciudadanos.
El discurso pronunciado el miércoles por el presidente Danilo Medina, lleno de numerosas expectativas, relanzó viejas propuestas y abrió caminos de esperanza para la vida social de los dominicanos.
Un discurso valiente que incita a pensar en que para lograr los cometidos que se proponen la organización del sector económico es más que necesaria. Pero hay puntos que si bien se destacan como lo es la revisión del contrato con la Barrick en un momento en el que las instancias para generar un proceso de mejoría económica son punto clave para el desarrollo de la nación y la mejoría de los sectores productivos.
Promesas importantísimas para el avance real hacia una sociedad en donde la infancia alcance la mejoría necesaria para el equilibrio educativo y cultural que serán parte de una República Dominicana creciente y coherente, porque el cuido de la infancia generador de una vida nueva y los proyectos anunciados por el Presidente con la construcción de estancias infantiles garantizadoras de una juventud orientada hacia ideas de progreso es un paso fundamental para nuestra cultura, donde la necesidad del estudio y el respeto social emergerán como parte de un plan educativo que debería crecer abarcando a los más de medio millón de niños en un proceso de habilitación continuo cuyos inicios se llevarán a cabo en por lo menos cien centros comunitarios y tomando base en sus redes familiares.
La educación pre-prerrimaría es básica para la formación de lo que pudiera llamarse “conciencia infantil”.
El maestrazgo de pre-primaria debe incrementarse, la formación de esta tipo de docente, debe a la vez mantenerse, incrementarse como una célula básica de transmisión de valores no solo patrios, sino hogareños. Que el hogar empiece de algún modo en la escuela y la escuela se proyecta al hogar son una necesidad frente a la gran falta de educación moral que asoma en muchos hogares donde los valores y la ética familiar se han esfumado. Con el Despacho de la Primera Dama se desarrollarán inicialmente cinco centros que alcanzarán hasta la edad de diez años. Estas medidas son realistas, basadas en estudiadas necesidades claves de orden familiar y apoyarlas es fundamental para un país que debe ver en la infancia la flor del futuro.
El apoyo recibido por el discurso del presidente Medina habla de que ha tocado puntos importantes que podrían transformar para de la vida dominicana. Tocamos el de la nacionalidad al apoyar le revisión del contrato con la Barrick, y asimismo tocamos el de la vida cotidiana al referirnos al proyecto de mejorar la sociedad y sus valores partiendo de los que serán nuestros futuros ciudadanos.
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