Como sobrevivir a la caída de un rayo.

Aunque cada año cerca de 25 millones de rayos caen, es sumamente extraño ser golpeado por uno de ellos. Pero, nunca está demás saber cómo protegerse de una lluvia eléctrica, ¿cierto?

Imaginemos que estás en medio de un campo abierto cuando de repente se desata una tormenta eléctrica, ¿cuál de las siguientes opciones te protegería más?

a - un traje de buzob - un disfraz de Superman

c - una armadura medieval

d - tu traje de Adán/Eva

Si tu respuesta fue “c”, estás algo demente pero también estás en lo correcto. Los rayos golpean el metal más frecuentemente que el plástico, la tela o la piel porque los rayos son corrientes de electrones que buscan el camino más fácil para llegar de un punto A (las nubes) a un punto B (el suelo) y no existe un mejor material conductor que el metal, de acuerdo con Sarah Barness del Huffington Post.

Entonces, ¿por qué el metal te mantendría a salvo? Irónicamente por la misma razón: el metal es un excelente conductor de electricidad, los electrones se deslizan por la superficie y nunca penetran el material, por lo que nunca llegan al interior del contendor. Los físicos llaman a este fenómeno: “jaula de Faraday”; y en el caso de la ropa se utiliza para protegerse de los cables de alto voltaje: “traje Faraday”.

De hecho, tu auto es un ejemplo de una jaula Faraday. El metal del auto es lo que te protege, canaliza los rayos para que pasan alrededor tuyo y no, a través de tu cuerpo.

Pero volvamos al ejemplo inicial: estás lejos de tu auto, en medio de un campo abierto cuando comienza una tormenta, y obviamente, no tienes una armadura contigo. He aquí la mala noticia: tu cuerpo (con o sin ropa) es el mejor conductor de electricidad en dicho escenario, mejor que el aire o el suelo, lo que le da al rayo un atajo para llegar a su destino más rápidamente. Si estás erguido de pie, eres la ruta más corta, y si estás acostado eres el mejor camino para que el rayo más cercano se distribuya en la tierra. 

Lo mejor que puedes hacer es hincarte con tus pies juntos porque cuando tus pies están uno a lado del otro, el atajo no es tan corto y aunque eres el mejor material conductor cuando tus pies son lo único que toca el suelo, la corriente subirá por una pierna y bajará por la otra, sin llegar a los órganos vitales como el corazón.

Sin embargo, lo mejor que puedes hacer cuando una tormenta se aproxima es refugiarte en el interior de algún edificio.