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viernes, 22 de noviembre de 2013

BUSCANDO BUENA SALUD:Piña, digestiva y gran fuente de vitamina C

Piña, digestiva y gran fuente de vitamina C


Su pulpa jugosa, de exótico aroma y refrescante sabor entre dulce y ácido, es una buena fuente de vitamina C y una gran aliada frente a la pesadez de estómago. En una mesa festiva resplandece con luz propia.
La piña está compuesta principalmente por agua (alrededor del 85%), aunque aporta una buena dosis de hidratos de carbono (13,5%) y una pequeña cantidad de fibra (1,5%). El contenido de grasas y proteínas es insignificante. Todo esto la hace ligera (tan sólo 57 calorías por 100 gramos). A medida que la fruta madura sus azúcares (sacarosa, fructosa y glucosa), todos ellos de asimilación rápida, aumentan y la vuelven más dulce.
En cuanto a sus micronutrientes, la piña es rica sobre todo en vitamina C (20 mg/100 g) y, en menor grado, en vitaminas B1 (0,08 mg), B6 (0,08 mg) y ácido fólico (9 mcg). Una ración de 250 gramos aporta más del 80% de la vitamina C que se precisa al día. La piña también es fuente de potasio (172 mg/100 g), magnesio (17 mg) y hierro (0,4 mg). Este último, al ir acompañado de la vitamina C, se asimila mejor. Las notas ácidas las ponen los ácidos málico y cítrico, que al estimular la secreción de los jugos gástricos mejoran la digestión.

Muy digestiva
Sin embargo, el componente de mayor interés en la piña tropical es la bromelina. Esta proteasa –una enzima que desdobla las proteínas– le confiere un especial uso medicinal. La bromelina ayuda a digerir las proteínas descomponiéndolas en aminoácidos, lo que convierte a la piña en una fruta muy digestiva.
En los países tropicales se aprovecha esta acción para ablandar las carnes, simplemente dejándolas en maceración unas horas en jugo de piña, pero por el mismo motivo también puede interferir en la elaboración de alimentos como la gelatina. Las gelatinas de origen animal son proteínas y se desnaturalizan en contacto con el jugo de la piña.
Como suplemento alimentario, la piña es excelente para quienes practican mucho ejercicio físico, ya que es liviana de digerir y aporta una buena cantidad de azúcares y vitaminas. Además, la bromelina parece ejercer un efecto protector sobre la musculatura, posiblemente derivado de su acción antiinflamatoria.
La piña es moderadamente dulce y una buena fuente de fibra. Si se realiza una dieta de reducción de peso es mejor consumirla entera que en jugo, sin desperdiciar el núcleo central, más fibroso y rico en bromelina. Algunas piñas son poco jugosas, y licuarlas es casi un desperdicio por el poco jugo que dan.Debido a su acidez y a su acción proteolítica, la piña puede ser mal digerida por personas que padezcan gastritis o úlcera de estómago o duodeno. En las crisis agudas de estas enfermedades en general conviene evitar su consumo.
Cuando se come cruda, algunos aconsejan añadirle un poco de sal pues parece incrementar su aroma. Además reduce el efecto irritante que pueda tener sobre las mucosas en personas delicadas.

Un sabor tropical muy adaptable
Tomada al natural permite disfrutar plenamente de todas sus propiedades aperitivas y digestivas. Sin embargo, su original textura y su sabor, entre dulce y ácido, la convierten en un ingrediente muy versátil en la cocina. Tanto puede servir para preparar recetas dulces y postres como emplearse en un sinfín de platos salados, tal como viene haciéndose en la cocina oriental, especialmente en recetas picantes y en los curris.
Su aromática pulpa, carnosa y consistente, la hace idónea para preparar a la brasa, en el grill o en infinidad de guisos. Esta exótica fruta se puede utilizar para enriquecer platos de arroz o como deliciosa guarnición de carnes o pescados, con lo que se aprovecha además su efecto proteolítico.
La piña se debe consumir lo antes posible una vez comprada, aunque se puede conservar unos días en un lugar seco y fresco, y sobre una base blanda. No debe guardarse nunca en el frigorífico, a no ser que esté ya pelada y cortada.


Dr. Josep Lluís Berdonces (salud)
Santi Ávalos (cocina)

miércoles, 20 de noviembre de 2013

EPISODIO OCURRIDO EN LA ERA DE TRUJILLO

POR ELÍADES ACOSTA MATOS

El informe remitido al Jefe hoy, 27 de mayo de 1955, decía textualmente:
"El pasado miércoles 25 del corriente, a las diez y media de la mañana, fui a la penitenciaría La Victoria y allí conversé con el señor Anselmo Paulino Álvarez y le ofrecí mis servicios de abogado para defenderlo en la Corte de Apelación. Él aceptó y me dio una carta para el Presidente de la Corte, informándole que yo lo defendería en dicha jurisdicción. Me dijo que se siente un fuerte dolor en una pierna y que ha empeorado en su quebranto de una hernia. Me dijo también que su único amparo y esperanza en el mundo es Vuestra Excelencia..."
Había algo de cierto en esta última parte, la de los quebrantos, pero no todo: la verdad es que el hombre que tuve sentado frente a mí en La Victoria, no era el mismo semi-dios potente y tronante que había visto al lado del Jefe en tantos actos y tantas ocasiones, siempre guardando una astuta distancia y aparentando un afectado aire de modestia y eficiencia, perennemente enfundado en alguno de los 500 trajes que colmaban su ropero. Pero de todas formas, tampoco era el aplastado reo que esperaba hallar, abandonado y traicionado por todos, condenado y olvidado, destinado a un eterno no ser vegetativo, mendigando del Jefe alguna sonrisa, una mueca amistosa, una señal, al menos una migaja, desde el fango adonde el simple chasquear de los Altos Dedos lo había lanzado. Y eso para mí, joven e inexperto abogado, recién salido del cascarón a la vida, era lo más sorprendente de aquella, más que sorprendente tarea asignada.
No dije toda la verdad en mi informe, lo reconozco. Haciendo uso de una audacia inusual en mí, que soy más bien un hombre apocado, estudioso, callado y observador, no le conté al Jefe de ese aire como de jugador empedernido que observé en el prisionero, presagio de quien tiene una buena mano de reserva y se dispone a jugarla, para alzarse con el botín acumulado en la mesa de juego. Algo en mi interior me aconsejó no tomar nota de ella, a pesar de ser más que visible, porque, a fin de cuentas, podía ser una impresión inexacta, convirtiéndome, por el solo hecho de haberla captado, en actor de primera fila de un drama, de tan alto vuelo, que escapaba no solo a mi saber profesional, sino a mi comprensión natural de la vida y las personas.
Allí estaba ante mí, como vulgar reo de La Victoria, igual de gordo, pelado al rape y embutido en una muda presidiaria tosca, aunque limpia, el otrora "Glorioso Paulino", el "Ojo Mágico de Trujillo", el predestinado -se decía- a sucederle; uno de los pocos seres humanos sobre la Tierra capaces de dormir dos o tres horas cada día, levantarse antes que el Jefe, presentarle los informes nacionales e internacionales que este requería, y que debían contener, en hojas de mecanografía perfecta y una textura determinada, desde la ubicación exacta, en el día anterior, de Juan Bosch y el general Juancito Rodríguez, hasta la cotización del azúcar en la Bolsa de New York, sin olvidar quiénes se alojaban en cada uno de los hoteles de la República y qué cargaban los camiones procedentes de Haití.
Frente a mis lápices, idénticamente afilados; mis hojas de papel esmeradamente alineadas, mi ejemplar del Código Penal escrupulosamente conservado y encuadernado, me observaba burlonamente, con su único ojo semi-oculto tras las Ray Bahn, el mismo dignatario legendario que había negociado las indemnizaciones tras la masacre de 1937, el encuentro de los dos Generalísimos, "...por la Gracia de Dios", la construcción del coloso azucarero sobre el río Haina y hasta el Concordato con la Santa Sede.
Y, claro está, ¿cómo iba a sentirse, ante aquella mirada socarrona y altanera, apenas disimulada, un pichón de abogado, caído del cielo, sin experiencia previa, recién graduado, a quien, vaya usted a saber por qué, le habían designado para esta tarea?
No se defendió de las acusaciones que lo habían llevado a este calvario. No tuvo una sola palabra de arrepentimiento. Ni siquiera intentó negar que había estafado tres mil pesos a Prin González, ni recibido un cuarto de millón de pesos, como agradecimiento, de los ingenieros Caro y Trueba por haber influido para que se les concediera la obra del hospital "Angelita" y que, en los interrogatorios, estos declararon, seráficamente, creían destinados a nutrir los fondos del Partido Dominicano. Tampoco mostró pena alguna por la estafa a que sometió a Perín González Tejada, tras la venta de su finca en Las Cabullas; ni por el montaje realizado con su hermano, el capitán Cristóbal, del Ejército Nacional, El Niño, mediante el cual robaron la mitad de los diez mil pesos que el Jefe regaló al Licenciado Luis Manuel Cáceres y que este nunca solicitó, cuando le informaron que "atravesaba una difícil situación económica y que, en consecuencia, solicitaba ayuda".
Lejos de interesarse por mis preguntas, de cuyas respuestas, supuestamente, dependía su libertad, el prisionero Anselmo Paulino, otrora Mayor General; otrora Secretario de Estado sin Cartera, otrora Cónsul en Cabo Haitiano; otrora Supervisor de la Policía Nacional y de la Policía Especial de Carreteras; otrora Diputado y Gobernador por la provincia Libertador; otrora Comisionado Especial en la Frontera; otrora Inspector General de las Órdenes del Poder Ejecutivo; otrora canchanchán y cúmbila del Jefe, me miraba divertido, desde una altura arrogante, un tanto fastidiado por su tiempo, como quien espera que una formalidad aburrida, pero imprescindible, termine lo antes posible.
Varias veces bostezó mientras le leía las acusaciones y denuncias en su contra formuladas por el señor David Henríquez, a quien robó una finca en Moca y por el ingeniero americano Antonio T. Molini, por el tumbe en la construcción de los puentes en la carretera de San Juan de la Maguana a Elías Piña. Parecía indiferente o inmune a las consecuencias de sus actos, o más bien, sabedor experto de que nada de aquello le afectaría en lo más mínimo, como si por alguna Suprema Decisión, resbalasen sobre su curtida piel de cortesano maquiavélico, acostumbrado a jugadas rocambolescas que escapaban a la comprensión de los simples mortales, yo incluido.
Pedí un vasito de cartón con agua, cuando terminé de leerle el rosario de delitos cometidos y fehacientemente probados. Me miraba con sorna, mientras lo tomaba a pequeños intervalos, como quien se ve obligado a presenciar una ópera bufa, mal actuada.
"Mi nombre es Anselmo Paulino Álvarez -contestó con timbre marcial en la voz, ante una de mis preguntas- dominicano, 44 años de edad, soltero, propietario de la cédula personal de identidad No. 37288, serie 1ra, con sello R.I, año 1955, No 94".
Debo admitirlo, aunque peque de ingenuidad: me sentí honrado cuando me comunicaron que, por decisión del Jefe, se me había asignado Defensor de Oficio del reo más importante que albergaban las cárceles de la República; alguien que lindaba con la leyenda por su anterior estrecha amistad con el Benefactor; un personaje, aún caído en desgracia. Y digo aunque peque de ingenuidad, porque la verdad de esta extraña e inesperada designación, que recayó en un abogado inexperto y anodino como yo, se fue abriendo paso en mi mente en la misma medida que el ojo huérfano de Anselmo Paulino me iba taladrando con su burla y se me hacía evidente que, lo que se necesitaba de mí, era la simple apariencia de una farsa.
Pensando en el informe que debía presentar al mismo Jefe, tras esta entrevista, acomodé en mi cartera los lápices, libros y papeles, buscando un zafacón para el vasito. Ya me disponía a partir, sin tener nada en claro sobre el caso de un evidente criminal que no se defendía y que para poderlo encerrar, las autoridades habían tenido que inventar una trama inconcebible de violaciones al uso de la cédula de identidad y de placas falsas en su auto. Fue entonces que sentí su voz a mis espaldas, la misma voz firme y segura de los buenos tiempos; la del otrora Mayor General, Cónsul, Secretario de Estado, etc:
-"¿No te has preguntado, abogadito- masculló, a media voz, aunque con don de mando- por qué el Jefe no me ha mandado a matar, si yo robé, como dicen, su dinero? ¿Te parece natural que el Benefactor perdone la vida de quien haya burlado su confianza y traicionado, como dicen, su amistad?"
Quedé en una pieza y solo atiné a voltearme, temblándome el vasito entre las manos.
-"¿Algo no te dice, abogadito, que se trata de algo de mucha más altura y alcance; y que en ello, como siempre, hasta el fin de los tiempos, estamos unidos el Jefe y yo?"
Salí de la celda de los interrogatorios como pude. Palpitante y extraviado, aún sostenía el vasito de cartón en mis manos, horas después.
"Él está harto de malagradecidos, esposas gordas, hijos inútiles y gente cobarde y gris a su alrededor- murmuró con chispas en su ojo menguante- Harto de adulones vulgares. Harto de ser Dios. Mi supuesta prisión, posterior liberación y enfermedad, son los primeros pasos para sacar del país los millones que nos permitan correr una farra olímpica en París, Madrid, Montecarlo y Mónaco, y que nos dure lo que nos resta de vida… Yo saldré primero… Para algo tiene que servir el dinero, ¿verdad abogadito? Para la libertad …"
Parecía indiferente o inmune a las consecuencias de sus actos, o más bien, sabedor experto de que nada de aquello le afectaría en lo más mínimo, como si por alguna Suprema Decisión, resbalasen sobre su curtida piel de cortesano maquiavélico, acostumbrado a jugadas rocambolescas que escapaban a la comprensión de los simples mortales, yo incluido.

lunes, 18 de noviembre de 2013

CLASIFICACIÓN DE LAS IDEOLOGÍAS POLÍTICAS

Todas las ideologías políticas pueden reducirse, en última instancia, a cuatro fundamentales: liberalismo, socialismo, nacionalismo y anarquismo. En la práctica política nunca las encontramos en estado puro sino combinadas de diversas formas.

                     



Prof. Andrés Luetich



El objeto del presente trabajo es mostrar que entre las cuatro ideologías fundamentales no hay dos que se opongan en todo. Se podría decir que son equidistantes entre sí: en las cuestiones de mayor importancia, cada una coincide con otra y se opone a las restantes dos.

Primer Criterio de Clasificación: Primacía del individuo o del grupo

El hombre, tal como lo conocemos, vive en relación con otros hombres. No hay sociedad sin individuos ni individuos sin sociedad. Al reflexionar sobre esta mutua relación, algunos autores asignan mayor importancia a uno de los dos términos y colocan al otro a su servicio.

Según este criterio, las cuatro ideologías políticas fundamentales pueden ser divididas en dos grupos: las totalistas, socialismo y nacionalismo, que priorizan al grupo; y las individualistas, liberalismo y anarquismo, que dan prioridad al individuo.

Segundo Criterio de Clasificación: Aceptación o rechazo de la propiedad privada

La propiedad de los bienes es un tema de suma importancia para los intelectuales. Del régimen de propiedad depende, en definitiva, toda la organización económica de la sociedad. Algunos autores entienden que en la propiedad privada de los medios de producción reside el origen de todos los males sociales; otros, por su parte, la consideran indispensable para la marcha de la economía y para el ejercicio efectivo de la libertad individual.

Según este criterio, las cuatro ideologías políticas fundamentales pueden ser divididas en dos grupos: las contrarias a la propiedad privada, socialismo y anarquismo; y las que están a favor de la propiedad privada, liberalismo y nacionalismo.

Tercer Criterio de Clasificación: Relación con el "mito" racionalista del progreso

¿Es la Historia un camino gobernado por un sentido, por una ley racional que la rige y orienta más allá de las decisiones de los individuos y los grupos hacia un destino de perfección? Muchos lo creen así y piensan y actúan convencidos de colaborar con el desarrollo que la Historia impone al hombre en cuanto camino de paulatino perfeccionamiento. Otros, por el contrario, descreyendo de todo finalismo, basan sus propuestas en la decisión personal de individuos o grupos limitados sólo por su contexto y su propia capacidad, o aceptan un cierto finalismo pero de tipo romántico, no racionalista, cuyos protagonistas son los pueblos con sus particularidades.

Según este criterio, las cuatro ideologías políticas fundamentales pueden dividirse en dos grupos: las progresistas, socialismo y liberalismo; y las románticas o no racionalistas , anarquismo y nacionalismo.

LIBERALISMO

Primacía del individuo sobre el grupo:

Resalta la libertad del individuo como un derecho inalienable, previo a toda experiencia social. Considera que, si bien la libertad es un derecho primario, la falta total de límites acarrearía un caos que impediría su ejercicio. La propuesta es, entonces, renunciar voluntariamente a una parte de la libertad individual para conservar con seguridad la restante. Por ello para el liberal el Estado —que es quien custodia ese resto— es un mal necesario, surgido del acuerdo de los individuos, mediante un "contrato". La Teoría del Contrato Social sirve de fundamento teórico para quienes defienden al individuo frente a la sociedad y al Estado, reivindicando su originalidad y sus derechos y mostrando que el fin del Estado es el individuo y no al revés.

Sí a la propiedad privada:

El liberalismo acepta la propiedad privada de los medios de producción como una condición necesaria para el normal desarrollo de la vida económica de la sociedad. El liberal ve en la propiedad una condición necesaria para la vigencia efectiva de la libertad individual. Cada uno puede hacer con sus bienes lo que crea conveniente, dentro de unos límites muy amplios custodiados por el Estado para evitar la disolución social y el riesgo de la pérdida de los bienes propios. El esfuerzo del individuo en sus tareas está relacionado directamente con el deseo egoísta de progresar económicamente y acumular riquezas en forma personal. Buscando optimizar sus ganancias, quien ha reunido un capital, pequeño o grande, lo invierte, generando proyectos y emprendimientos. Al actuar de este modo, y sin proponérselo, genera más riquezas y fuentes de trabajo, beneficiando al conjunto de la sociedad.
Si bien reconoce que el régimen de propiedad privada genera, tarde o temprano, marcadas diferencias económicas, prefieren eso a la ausencia de propiedad y, por lo tanto, de libertad individual.

Progresismo:

El liberalismo descansa sobre la creencia de que la Historia marcha hacia una realización plena de la vida humana. Incluso muchos de ellos no dudarían en sostener que ya la hemos alcanzado.
Para el liberalismo, la Historia es la lucha por conquistar la libertad individual y esta conquista es paulatina. El último gran acontecimiento en este camino fue la Revolución Francesa y el surgimiento de los gobiernos constitucionales. Con el sistema republicano de gobierno, el individuo —ahora ciudadano— logra el máximo status político posible. Participa en un plano de igualdad con los demás individuos y sólo reconoce autoridad a unos representantes elegidos por él mismo que tienen una injerencia limitada sólo a aquello que es indispensable controlar para evitar el caos y garantizar la libertad.
Esta herencia racionalista aporta al liberalismo un claro tinte universalista. Por ello los revolucionarios franceses proclamaron los "derechos del hombre" y no sólo los de los franceses, a quienes representaban

SOCIALISMO

Primacía del grupo sobre el individuo:

Para el socialismo el todo es mayor que la suma de las partes. es decir, la sociedad es más que los individuos que la integran. La sociedad, que preexiste a los individuos y continúa existiendo después de la muerte de tal o cual individuo particular, es más importante que ellos.
Para el socialismo el grupo de pertenencia y el sujeto de la Historia es la clase social. De allí que sus historiadores pongan énfasis en describir los modos de producción y las relaciones de producción, mostrando los intereses de las clases en lucha, su dinámica y sus avatares.
Llevada al extremo, una teoría de este tipo puede justificar el sacrificio de unos por el "bien" de todos. Ese sacrificio puede no ser voluntario: muchas veces es decretado por quienes tienen el poder para decidir qué conviene al Estado o al partido que gobierna.
El Estado se convierte en el centro de la vida política y, explícita o implícitamente, se genera un sistema de partido único. Esto recorta las libertades individuales, tanto de expresión como de participación en la vida política y favorece el sostenimiento de una unidad monolítica. Así, el totalismo se transforma en totalitarismo, no quedando espacio para la crítica y la generación de propuestas opuestas a las del partido en el gobierno.

No a la propiedad privada:

El socialismo ve en la propiedad el origen de las desigualdades, la violencia y, en general, de todos los males sociales.
Desde una postura que se pretende "científica", los socialistas se declaran contrarios no a todo tipo de propiedad, sino específicamente a la propiedad privada de los medios de producción. La razón es clara y sencilla: es este tipo de propiedad el que genera la división en clases sociales. Si un particular es dueño de un medio de producción inevitablemente terminará contratando a otros que trabajarán para él. (Pensemos en una fábrica, por ejemplo. ¿Podría el dueño hacerla producir por sí mismo?) Si el primer objetivo del socialismo es llegar a una sociedad sin clases (sin división de clases) y la propiedad privada de los medios de producción es lo que genera esa división, comprendemos por qué el socialismo se muestra tan contrario a ella.
A pesar de los escritos de Marx sobre la "abolición del Estado", en la práctica el socialismo reemplaza la propiedad privada de los medios de producción por una propiedad estatal. De este modo, todos terminan trabajando para el Estado y nadie se ve necesitado de vender su fuerza de trabajo a un particular.

Progresismo:

Descansa sobre la creencia de que la Historia marcha hacia una realización plena de la vida humana. Sin embargo, los socialistas consideran que la sociedad capitalista es esencialmente injusta y que la plena realización del hombre sólo se dará cuando ésta sea superada.
El socialismo ve a la Historia como un camino de emancipación y anuncia y propugna el advenimiento de una nueva y definitiva etapa en la Historia Política: la sociedad comunista. Por ello, no se identifica con el statu quo : es revolucionario. Considera que sólo una transformación radical de la estructura económica posibilitará la construcción de una sociedad verdaderamente justa e igualitaria. Su componente racionalista se trasluce en su carácter universalista. El "Manifiesto Comunista" dice "proletarios del mundo unios", más allá de las circunstanciales diferencias nacionales o culturales.

NACIONALISMO

Primacía del grupo sobre los individuos:

Para el nacionalismo el todo es mayor que la suma de las partes. ¿Qué significa esto? Que la sociedad es más que los individuos que la integran. La sociedad, que preexiste a los individuos y continúa existiendo después de la muerte de tal o cual individuo particular, es más importante que ellos.
Para el nacionalismo, el grupo esencial de pertenencia y el sujeto de la Historia es la nación. Por eso, cuando un nacionalista escribe libros de Historia, centra su atención en el surgimiento, desarrollo y ocaso de las grandes naciones.
Llevada al extremo, esta ideología puede justificar el sacrificio de unos por el "bien" de todos. Un sacrificio que muchas veces no es voluntario sino decretado por quienes tienen el poder para decidir qué conviene a la nación o al partido que la gobierna.
El Estado se convierte en el centro de la vida política y, explícita o implícitamente, se genera un sistema de partido único. Esto recorta las libertades individuales, tanto de expresión como de participación en la vida política, y favorece el sostenimiento de una unidad monolítica. Así, el totalismo se transforma en totalitarismo, no quedando espacio para la crítica y la generación de propuestas opuestas a las del partido en el gobierno.

Sí a la propiedad privada:

El nacionalismo acepta la propiedad privada de los medios de producción como una condición necesaria para el normal desarrollo de la vida económica de la sociedad.
El nacionalista está preocupado por el crecimiento económico de su nación, por que ella logre independencia y, de ser posible, se convierta en dominante. La propiedad privada es para él un medio en pos de la grandeza nacional. Las desigualdades económicas son vistas como un mal que debe ser soportado si beneficia a la nación. El Estado, fuerte y omnipresente, no niega ni anula el derecho de propiedad pero busca ponerlo al servicio de sus intereses.
El nacionalismo reconoce que el régimen de propiedad privada genera, tarde o temprano, marcadas diferencias económicas, pero prefieren eso a la ausencia de propiedad, para salvaguardar o aumentar el poderío nacional.

Irracionalismo:

El nacionalismo no ve a la Historia como un camino de realización, orientado hacia la conformación del tipo más perfecto de sociedad: destaca el componente no racional tanto del obrar humano cuanto de la Historia en su conjunto.
Los nacionalistas ven a las naciones como los sujetos de la Historia. Ésta es la lucha entre los pueblos por dominar a los demás, prosperar y mantener la propia existencia. Y ese dominio no tiene una fundamentación racional sino vital y emocional. Las naciones luchan por sobrevivir e imponerse, como lo hacen todos los demás seres vivos: es la ley de la vida. Y para lograrlo bien valen la astucia y el engaño. El individuo se siente unido a la nación y este sentimiento de pertenencia es tan fuerte que moviliza las emociones más profundas.

ANARQUISMO

Primacía del individuo sobre el grupo:

Resalta la libertad del individuo como un derecho inalienable, previo a toda experiencia social. Es tan celoso de la libertad individual que entiende que reconocer cualquier otra autoridad implicaría renunciar a la libertad y someterse a la esclavitud. Por ello para el anarquista el individuo es su propia norma y el Estado es un órgano represor. Toda autoridad es impuesta e injustificable y debe ser repudiada y desobedecida.

No a la propiedad privada:

El anarquismo ve en la propiedad el origen de las desigualdades, la violencia y, en general, de todos los males sociales. No distingue entre distintos tipos de propiedad, limitándose a pregonar una visión simple y monolítica: «Toda propiedad es un robo.» Es propietario quien se apropia, y quien se apropia toma para sí algo que es de todos. Ello genera injusticias, miedo, agresividad, envidias. Gran parte de los males que aquejan al hombre en su dimensión social pueden ser explicadas, desde esta perspectiva, como el resultado de esa injusta apropiación.
El anarquismo pretende eliminar la propiedad privada en todas sus formas, sin reemplazar a los particulares por otro propietario. Se hace difícil imaginar una aplicación práctica de esta propuesta, la cual permanece más como una idea irrealizable —convocante y movilizadora— que como una verdadera alternativa.

Irracionalismo:

El anarquismo no ve a la Historia como un camino de realización, orientado hacia la conformación de un tipo más perfecto de sociedad. Destaca, de un modo mucho más profundo y tajante que el marxismo, el componente no racional del obrar humano y de la Historia.
Considerar que la Historia tiene un sentido y que al hombre sólo le cabe aceptarlo o rechazarlo es, para el anarquista, atentar contra la libertad individual. De haber tal orden y sentido, se estaría reconociendo la existencia de una autoridad superior y esto es, por una cuestión de principios, inadmisible para el anarquista. Cada quien decide sobre su vida, libremente, sin referencia a una escala de valores absoluta. Cada uno construye su propia escala de valores, no en base a la verdad que descubre, sino en base a su libre determinación.

martes, 12 de noviembre de 2013

JUAN BOSCH: LA HISTORIA DEL CONFLICTO HISTÓRICO RD. Y HAITI.

                                                                ¡JUAN BOSCH UN HOMBRE DE SIEMPRE!

English: Coat of arms of the Dominican Republi...
A continuación presentaremos la historia de un conflicto entre la República Dominicana y la República de Haití, precisamente en el gobierno del Profesor Juan Bosch,en el año 1963. El conflicto pudo devenir en una guerra entre los dos Estados,pero que sea el propio Profesor Juan Bosch que nos narre los pormenores de esa  historia. Antes de entrar en materia para referirse al caso, hace a modo de introducción un bosquejo de la historia del origen del pueblo haitiano.
TOMADO DEL CAPITULO XVII  DEL LIBRO: “CRISIS DE LA DEMOCRACIA DE AMÉRICA EN LA REPÚBLICA DOMINICA”
  XVII– EL CONFLICTO CON HAITÍ
Hoy se le llama a Cuba la “Perla de las Antillas”; ese sobrenombre, sin embargo, había sido originalmente dado a la isla Española, antigua Santo Domingo o Saint-Domínguez.
En realidad, la altura de sus montañas, la densidad y la riqueza de sus bosques, la abundancia de aguas, la extensión, el número y la asombrosa fertilidad de sus valles justificaba que se le llamara así. Fue un hecho político lo que la degradó a los ojos de los viajeros y los estudiosos; y ese hecho político consistió en la división de la isla en dos países de historia, lengua y origen diferentes: Haití y la República Dominicana.
Cuando la isla quedó dividida, dejó de llamarse la “Perla de las Antillas”.
La presencia de Haití en la parte occidental de la isla Española equivalió a una amputación del porvenir dominicano. Lo que era el porvenir visto desde mediados del siglo XVI es, en la segunda mitad del siglo XX, un pasado de más de trescientos años. Así, los dominicanos no podemos escribir nuestra historia ignorando ese pasado, pues todo el curso de la vida de nuestro pueblo en las tres últimas centurias ha sido configurado por ese hecho: la existencia de Haití al lado nuestro, en una isla relativamente pequeña.
La existencia del Pueblo dominicano fue el resultado de la expansión española hacia el oeste; la de Haití, el resultado de las luchas de Francia, Inglaterra y Holanda contra el imperio español. De manera que al cabo de los siglos, los dominicanos somos un pueblo amputado a causa de las rivalidades europeas. Nuestra amputación no se refiere al punto concreto de que una parte de la tierra que fue nuestra sea ahora el solar de otro pueblo; es algo más sutil y más profundo, que afecta de manera consciente o inconsciente toda la vida nacional dominicana. Los dominicanos sabemos que a causa de que Haití está ahí, en la misma isla, no podremos desarrollar nunca nuestras facultades a plena capacidad; sabemos que un día u otro, de manera inevitable, Haití irá a dar a un nivel al cual viene arrastrándonos desde que hizo su revolución. En aquellos años finales del siglo XVIII y los primeros del siglo XIX, nadie quiso invertir un peso en desarrollar, por ejemplo, la industria azucarera dominicana, por miedo a las invasiones de Haití. El azúcar y el café de Haití habían dejado de fluir a los mercados de Europa y de los Estados Unidos, y aunque ninguna tierra era más apropiada para producirlos que la de Santo Domingo, los capitales para suplir la producción haitiana prefirieron ir a Cuba. El desarrollo de Cuba comenzó entonces; en cambio, el de nuestro país se estancó, primero, y descendió luego, pues la gente más capaz y más acomodada económicamente abandonó la parte española de la isla por miedo a la revolución haitiana.
La isla Española tenía frente a su costa noroccidental una pequeña isla adyacente, La Tortuga; el Gobierno colonial español abandonó La Tortuga porque le era costoso en hombres y en dinero defenderla de incursiones inglesas y francesas, y así fue como La Tortuga pasó a manos de piratas franceses y más tarde a manos del Gobierno francés. Desde La Tortuga, poco a poco, los blancos franceses fueron acomodándose en los pequeños valles fértiles de la parte norte del oeste de la Española; fueron llevando esclavos y organizando plantaciones de caña y de índigo, de manera que cuando España vino a darse cuenta, ya había en su colonia una población de franceses que se consideraban por derecho de conquista colonos franceses, parte del imperio colonial de Francia, sin deber de obediencia al Gobierno español. Al principio, esa colonia francesa de facto se llamaba Saint-Domínguez; después pasó a llamarse Haití. Al principio, España la dejó estabilizarse por indolencia; después, tuvo que reconocer su existencia, y al cabo, en el siglo XVIII, debilitada por su continuo guerrear en Europa, España admitió que Haití era de derecho colonia de un poder extranjero.
He contado con ciertos detalles lo que pasó en la colonia de Haití cuando los esclavos se rebelaron contra sus amos a consecuencia de la agitación que produjo en la colonia la Revolución Francesa; lo hice en mi libro Trujillo: causas de una tiranía sin ejemplo. No voy, pues, a repetirme; pero sucintamente explicaré que de esa rebelión surgió, al comenzar el siglo XIX, la República de Haití, y que ésta tenía ya dieciocho años de vida cuando los dominicanos se declararon independientes de España y protegidos de Colombia.
Menos de dos meses después de esa acción política dominicana, los ejércitos de Haití cruzaron la frontera y extendieron su gobierno a toda la isla. Así se explica por qué la República Dominicana, establecida en 1844, surgió en guerra contra Haití y no contra España, que había sido su metrópoli original.
Esa guerra, que en la historia dominicana se conoce con el nombre de “guerra de independencia” —aunque en los días en que se llevaba a cabo se llamaba, con mayor propiedad, “de separación”— fue la culminación de una lucha larga, que se había iniciado desde el siglo XVII, que se mantuvo prácticamente todo el siglo XVIII, y que tuvo a principios del siglo XIX páginas sombrías con las invasiones de Toussaint, de Dessalines y de Cristóbal. Los dominicanos, pues, formaron su sentimiento nacional peleando, primero contra los franceses de la región occidental, y después contra sus herederos, los haitianos.
Me veo en el caso de repetir ahora lo que dije en mi libro sobre Trujillo acerca de la revolución haitiana: ha sido la única revolución en la historia moderna que fue a la vez guerra de independencia —de colonia contra metrópoli—, guerra social —de esclavos contra amos— y guerra racial —de negros contra blancos—. La violencia de esas tres guerras en una resultó devastadora; en términos absolutos, no relativos, los antiguos esclavos destruyeron toda la riqueza acumulada en Haití durante la colonia, y esa riqueza era mucha. Sin embargo —y esto no lo dije en aquel libro porque estaba haciendo el análisis de un problema dominicano, no haitiano— sucede que en cierta medida, el aspecto destructor de la revolución haitiana ha sido continuo; de hecho, Haití ha seguido, a lo largo de su vida independiente, en guerra constante contra todo núcleo humano y social que pudiera convertirse, por cualquier vía, en sustituto de los colonos franceses.
Esa especie de guerra social perpetua, que en su origen fue de negros contra blancos —debido a que los negros eran los esclavos y los blancos los amos—, derivó después hacia la matanza de los mulatos y se ha conservado como lucha sin cuartel de los negros contra los mulatos. Las carnicerías de los tiempos de Soulouque, en que los mulatos eran las víctimas, encogen el ánimo del que estudia la historia de Haití. Ahora bien, sucede que los mulatos eran los que —tal vez por ser hijos de blancos, y por tanto disponían de más medios— se preparaban para ser burócratas, comerciantes, profesionales; formaban élites que al principio no tenían sustancia económica pero que al final adquirían bienes, con lo cual amenazaban convertirse en minorías con poder económico. Al mismo tiempo que esas matanzas, con sus naturales consecuencias de inestabilidad política, retardaban el desarrollo del país, los gobernantes usaban el poder para hacer negocios, para enriquecerse y sacar dinero hacia Europa o —más recientemente— hacia Estados Unidos; de donde resultaba que se expoliaba a un pueblo pobre, se le robaba a la miseria. Y al tiempo que eso iba sucediendo década tras década, la población haitiana crecía, su tierra se erosionaba, los medios del Estado eran cada vez menos de los que se necesitaban para darle al Pueblo educación y salud. Fue así como de manera natural, como rueda una bola por un plano inclinado, Haití vino a caer bajo la tiranía de François Duvalier, quien tenía ya años gobernando cuando se estableció en la República Dominicana el régimen democrático que me tocó presidir.
Duvalier corresponde a un tipo psicológico que se halla en las sociedades primitivas; el hombre que a medida que va adquiriendo poder de cualquier clase va llenándose por dentro de una soberbia que lo transforma día a día físicamente, lo envara, le da insensiblemente la apariencia de un muñeco que se yergue y se yergue hasta que parece que va a caerse de espaldas o que va a volar; al mismo tiempo, los párpados bajan, la mirada se torna fría y adquiere un brillo como de hechicería, el rostro se inmoviliza gradualmente y la voz va haciéndose cada vez más imperativa y sin embargo más baja y escalofriante. En esos seres, la conciencia del poder se traduce en transformaciones físicas; crean en torno suyo una atmósfera que es como una emanación de brujos, y como sucede que a esos cambios van correspondiendo otros en el seno de su alma, mediante los cuales se hacen gradualmente insensibles a todo sentimiento humano hasta llegar a ser puros receptáculos de pasiones sin control, esos hombres acaban siendo peligrosos porque se niegan a aceptar que son simples seres humanos, mortales y falibles, y no delegados vivos de las oscuras fuerzas que gobiernan los mundos.
El que desee comprobar la verdad de lo que acabo de decir no tiene sino que tomar una fotografía  de François Duvalier hecha en 1955, por ejemplo, y otra hecha en 1964. Son dos hombres diferentes, versión haitiana de los dos Dorian Gray de Oscar Wilde.
En el lado sur de la frontera que divide a la República Dominicana de Haití se ven de tarde en tarde tipos a lo Duvalier; labriegos que eran gente corriente y moliente hasta la hora en que se sintieron poseídos por un poder que ellos llaman “religioso”, y empezaron a dictar recetas, a recomendar curaciones, a crear ritos propios, y con ello comenzaron a cambiar de aspecto hasta convertirse en estampas de caudillos de pueblos de la selva. Son locos con poderío, como en un nivel más alto lo fue Hitler.
Ignoro debido a qué, tan pronto resulté electo Presidente,  Duvalier resolvió matarme. Tal vez soñó conmigo e interpretó el sueño como una orden de quitarme la vida; quizá en un acceso de hechicería vudú uno de sus espíritus protectores le dijo que yo sería su enemigo. Es el caso que escogió un antiguo agente del espionaje de Trujillo, que había sido Cónsul de Haití en Camagüey —Cuba— y le encargó mi muerte. Durante toda la campaña política, yo no me había referido ni una sola vez a Duvalier. La Unión Cívica hizo varias declaraciones acerca de su tiranía, y si no recuerdo mal el doctor Fiallo se refirió también a él. Pero yo no lo hice porque no me parecía prudente meter en Santo Domingo problemas ajenos y además, porque si yo resultaba elegido Presidente de la República, no era cuerdo que llegara a esa posición comprometido en el orden internacional por declaraciones hechas al calor de la campaña política. Yo no me había ganado, pues, enemistad de Duvalier; era gratuita, aunque debe presumirse que de origen extrahumano. Por todo lo que he dicho acerca de la actitud del Pueblo dominicano en relación con la existencia de Haití, y por lo que he relatado brevemente sobre las largas hostilidades entre dominicanos y haitianos, debe presumirse cuál fue la reacción de los dominicanos cuando de buenas a primeras llegó a Santo Domingo, dada a través de una estación de radio, la noticia de que fuerzas policíacas de Duvalier habían asaltado el local de nuestra embajada en Puerto Príncipe, capital de Haití. En una hora, el Pueblo estaba agitado, los partidos políticos se reunían, las estaciones de radio lanzaban boletines al aire y al Palacio Nacional llegaban montones de telegramas denunciando la agresión.
Hacía algunas semanas que en Haití se producían actos de terrorismo contra el Gobierno de Duvalier; éste había solicitado el retiro de la misión militar norteamericana; altos jefes militares eran depuestos y encarcelados; un señor Barbot, que había sido el fundador de la milicia armada de Duvalier —los tonton macutes, asesinos tenebrosos— daba asaltos aquí y allá, en los alrededores de Puerto Príncipe; civiles y militares perseguidos se asilaban en las representaciones diplomáticas de la América Latina, y la dominicana tenía varios asilados.
Un día llegó a la embajada de nuestro país un teniente haitiano de apellido Benoit y pidió asilo, que se le concedió, desde luego; al día siguiente, los hombres de Barbot dispararon contra el automóvil de Duvalier, que llevaba a los hijos del dictador a la escuela. La respuesta de Duvalier fue instantánea: mandó asaltar la Embajada dominicana y al mismo tiempo sus matones entraron en la casa de la familia de Benoit, dieron muerte a todos los que había allí —incluyendo la madre de Benoit y una niña— y quemaron la vivienda. Duvalier, pues, había agredido a la República Dominicana en su representación diplomática.
Ese día era domingo, y si no recuerdo mal, estábamos a principios de mayo. De súbito comenzaron a llegar noticias que daban indicios de que Duvalier tenía un plan: familiares de Trujillo estaban arribando a Haití, guardias haitianos armados rodeaban la Embajada dominicana, los correos diplomáticos dominicanos habían sido detenidos antes de llegar a la frontera, el Cónsul nuestro en la villa fronteriza de Belladere, estaba preso.
En la noche hablé por radio y televisión y denuncié ante el Pueblo todos esos actos de locura que estaba realizando Duvalier, y mientras en la Cancillería se trabajaba redactando cables a Puerto Príncipe y a la OEA y notas para la prensa, yo elaboraba, después de haber hablado, un plan de acción que podía librar a haitianos y a dominicanos de los peligros que podía desatar sobre ambos países un gobernante que no estaba en sus cabales. El plan era simple y no costaría una gota de sangre: la República Dominicana movilizaría tropas y las concentraría en la frontera del sur, en el punto más cercano a la capital de Haití, y la movilización se haría en tal forma que diera la impresión indudable de que esas fuerzas iban a avanzar por Haití; una vez creado el clima adecuado, la aviación militar dominicana volaría sobre Puerto Príncipe y dejaría caer hojas sueltas en francés pidiendo al Pueblo de la capital vecina que evacuara los alrededores del Palacio Presidencial, porque los aviones dominicanos iban a bombardear en un plazo de horas. Yo estaba seguro de que, dado el estado de agitación que había en Haití y la preparación del ambiente que estábamos haciendo en Santo Domingo, Duvalier huiría sin que hubiera necesidad de disparar un tiro.
Pero este plan tenía un punto débil: yo no podía confiárselo a nadie, ni siquiera a los jefes militares que iban a participar en él. Si le decía a alguien que todos los movimientos dominicanos serían aparentes, que no íbamos a llegar a la guerra, no tardaría en saberse, y había que contar con la irresponsabilidad de la mayoría de los líderes de la llamada oposición; uno de ellos, tal vez dos, quizás tres, se plantarían, con toda seguridad, frente a un micrófono y me acusarían de comediante y denunciarían el plan. De hecho, en medio de la crisis, uno de esos líderes dijo que todo aquello lo había inventado yo porque quería figurar en la historia como el conquistador de Haití, valiente majadería, pues el día que los dominicanos hagan la conquista de Haití —si ello fuere posible alguna vez— lo que harían sería comprar a precio alto los problemas de Haití para sumarlos a los problemas dominicanos.
Los campesinos dominicanos dicen, cuando algo no está completamente terminado, que “falta el rabo por desollar”, con lo cual aluden al rabo del cerdo muerto, y en el caso de mi plan había un rabo por desollar: ¿qué podía suceder si el dictador haitiano no emprendía la fuga? No había sino una respuesta: las tropas dominicanas debían avanzar sobre Haití; pero avanzar poco, unos kilómetros, lo suficiente para dar la sensación de que iban a atacar de veras. Yo estaba seguro de que la población haitiana de la región fronteriza no haría resistencia; si se hacía indispensable, la aviación dispararía dos o tres bombas en sitios donde no causaran bajas.
En ese punto, ocurrió un misterio: los generales dominicanos llegaron a decirme que los camiones del ejército no tenían repuestos de llantas, que no estaban en condiciones de transportar las tropas. ¿Quién les había aconsejado que usaran esa coartada? Hasta la noche antes habían estado muy entusiasmados con la movilización, y de pronto, “los camiones militares no servían”.
El embajador Martin fue a verme, alarmado, y era la primera vez que le veía alarmado. La posibilidad de una guerra domínico-haitiana lo había inquietado, sin duda porque había inquietado al Departamento de Estado. En esos mismos momentos, Moscú, Pekín, La Habana y el MPD en Santo Domingo me acusaban de ser un muñeco en manos del  “imperialismo yanqui” para agredir a Haití. La situación era tristemente cómica, pues era precisamente el llamado “imperialismo yanqui” el que obstaculizaba la decisión dominicana de resolver el problema haitiano.
De pronto, unos días después, el embajador Martin me visitó en mi casa para decirme que su Gobierno esperaba en pocas horas la salida de Duvalier de Haití; me dijo que ya estaba en el aeropuerto de Puerto Príncipe un avión de la KLM en el cual Duvalier viajaría hasta Idlewild, de ahí a Amsterdam y de Ámsterdam a Argelia, donde Ben Bella le había ofrecido asilo. Le expresé mis dudas al embajador Martin.
“Duvalier no se va”, le dije; él me aseguró que sí. Durante el día me visitó otra vez, en la noche me telefoneó dos veces para mantenerme informado de lo que estaba sucediendo en Haití; por la mañana fue a verme a las cinco, convencido de que Duvalier se iría. En todos los casos le respondí lo mismo: “No se va”. Y no se fue.
Pocos días después, por un cubano exiliado me enteré de que en una zona militar, en el interior del país, oficiales dominicanos estaban entrenando haitianos. ¿Cómo era posible que estuviera haciéndose tal cosa sin mi conocimiento?
Llamé al Ministro de las Fuerzas Armadas, lo interrogué, me dijo que era verdad y le ordené disolver el campamento.
Una cosa era librarse de Duvalier en una coyuntura favorable, a la luz del sol, como debe operar siempre una democracia, y otra cosa era preparar fuerzas de haitianos para lanzarlos a una invasión; esto último era violar el principio de no intervención, lo cual podía quitarnos autoridad si en esa hora convulsa del Caribe algún Gobierno decidía hacer lo mismo con nosotros. A partir de ese momento, decidí esperar una oportunidad propicia para buscarle solución al problema que planteaba la presencia de Duvalier en el Gobierno de Haití.
Sin embargo, he aquí que un buen día, al leer la prensa en las primeras horas de la mañana me enteré de que el general León Cantave había invadido Haití por la costa norte.
El general Cantave había estado a verme para pedirme ayuda y yo le había respondido que el Gobierno dominicano no podía hacerlo. ¿De dónde salió la expedición de Cantave; quién la armó, quién la respaldó? Eso era un misterio que debía aclararse. Hice una reunión de jefes militares, les interrogué sobre todas las posibilidades que se me ocurrían; pedí detalles acerca de los tipos de armas que usó Cantave. Nadie sabía nada. De acuerdo con sus informes, Cantave no había salido de territorio dominicano, no había recibido la menor ayuda de las fuerzas armadas dominicanas, y en los depósitos dominicanos no había armas similares a las que había llevado Cantave a Haití.
Algo andaba mal. Si el general Cantave no había salido de Santo Domingo, había salido de alguna de las islas vecinas —Las Bahamas, de bandera inglesa—, y si había salido de esas islas, ¿quién lo ayudaba? Le hice la pregunta, de manera abierta, al embajador Martin. Me respondió que él no sabía, que su Gobierno no sabía, pero que algunos de sus ayudantes presumían que Cantave había contado con la ayuda de Venezuela. Eso me pareció imposible; primero, porque el presidente Betancourt tenía encima las guerrillas comunistas y no iba a autorizar, con esa acción, un acto parecido al de Fidel Castro contra su Gobierno; segundo, porque si Betancourt hubiera tenido que ver en la invasión de Cantave, me lo hubiera hecho saber. “¿Hay en la Florida algún lugar que se llame Venezuela?”, le pregunté riendo al embajador Martin. “No, no lo hay”, respondió él, riendo también.
Pocos días antes del golpe de Estado, quizá tres días antes, me hallaba en mi despacho del Palacio Presidencial cuando a eso de las seis de la mañana me dijo el jefe de los ayudantes militares que los haitianos estaban atacando Dajabón, villa dominicana en la frontera del norte. Efectivamente, en las calles de Dajabón caían balas que procedían del lado haitiano, de la Villa de Juana Méndez —Ouanaminthe, en el patois de Haití—, que queda frente a Dajabón, a menos, tal vez, de dos kilómetros. Cuando la situación se aclaró, unas horas después, se supo la verdad: el general Cantave había entrado en Haití de nuevo y había atacado la guarnición de Juana Méndez.
El combate fue bastante largo, con abundante fuego de fusilería y de ametralladoras. ¿De dónde había sacado Cantave, otra vez, armas y municiones?
Al día siguiente, con asombro de mi parte, vi en la prensa una foto de Cantave en un cuartel de Dajabón. Había cruzado la frontera, como la habían cruzado otros haitianos, algunos de ellos heridos; pero Cantave estaba vestido como quien iba a un baile de gala, no como quien llegaba de un combate; y eso indicaba que el general haitiano tenía ropa en Dajabón o en algún lugar cercano. Por primera vez, mis sospechas hallaban un hilo que podía seguirse hasta dar con el ovillo. Hice llamar al Ministro de Relaciones Exteriores y al de las Fuerzas Armadas. “Tenga la bondad de solicitar de la OEA que envíe una comisión para que pruebe sobre el terreno que la agresión a Haití no partió de la República Dominicana”, le dije al primero.
¿Tuvo esa decisión alguna parte en el golpe de Estado?
A menudo pienso que sí; pues si la OEA investigaba —y mi plan era que investigara a fondo— yo llegaría a saber qué mano oculta manejaba los hilos de una intriga que nos ponía en ridículo como Gobierno, que restaba autoridad al Presidente de la República, el responsable ante el país y ante los organismos internacionales de la política exterior dominicana, y que nos exponía a los dislates de un tirano que era capaz de todo.
 Espero que algún día se aclare el misterio en que están envueltos los repetidos y extraños incidentes domínico haitianos de 1963
English: Coat of arms of the Dominican Republi...
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El otro Pais (la sociedad civil)

DOMINGO, 10 DE NOVIEMBRE DE 2013

Eurodescaro

 
I 
El comisiario responsable de Comercio de la Comisión Europea esta bajo sospecha, como muchos politicos, demasiados, de los respectivos países de la UE´. 

En un momento en que quieren devaluar la vida de los ciudadanos, cambio de paradigma, le llaman, se apresuran a amasar euros, en una palabra a enriquecerse, para distanciarse de esa clase baja que están creando vía liqudacion de la clase media.

Karel de Gucht, político belga está acusado por Hacienda de su país de evadir impuestos al no haber declarado las  plusvalías de la venta de unas acciones en el 2005 con las que obtuvo 1.2 millones de euros. Le reclaman una multa de 900.000 euros.

Todavía hay mas : en el 2008 Karel de Gucht fue acusado de utilizar información privilegiada. Su esposa, Schreurs Mireille y su cuñado vendieron sus acciones de Fortis Bank  horas antes del anuncio público de que la filial holandesa del banco sería nacionalizada. El fiscal decidió no llevar a cabo una investigación. 


Lo mas increíble es que la portavoz comunitaria para defenderlo, como si de un fiscal anticorrupción se tratase, manifestó que los hechos son anteriores a su puesto actual, que es un asunto "privado" sobre una cuestión familiar y no tienen nada que ver con su trabajo en la Comisión, ni ningún efecto en el ejercicio de su cargo. 

La caradura de los políticos no es exclusiva de este país, da la sensacion de que es un requisito exigible por la UE como el limite del déficit presupuestario, empezamos a tener demasiados indicios de ello..

 Hay que destacar que si se pide para De Gucht presunción de inocencia debe de ser porque pertenece al nucleo duro de la UE, es holandés, ya que el pasado año  John Dalli, comisario de Salud  y Política de Consumidores, tuvo que dimitir cuando todavia era "presunto" como consecuencia de una investigación sobre tráfico de influencias en torno a su persona protagonizada por otro ciudadano de Malta en relación con una tabaquera sueca, claro que Malta es periferia. 
                                            ------------------ 
II 
El presidente del  Eurogrupo Jeroen Djisselbloem, estuvo  la semana pasada en España y ha advertido que tendremos "que trabajar más tiempo y más duro",  así como  retrasar la edad de jubilación, aunque ha matizado que era consciente de que "este es un mensaje impopular para un político" y que lo decía en España y no en su país.
Claro, allí precisa de los votantes  y debe de ocultar los planes. No se cortan ni un pelo. 

Desde el  2012, Dijsselbloem, que pertenece al partido laborista, es  Ministro de Finanzas en Holanda. 
El 1 de febrero de 2013, nacionalizó la institución financiera SNS Reaal, para evitar su bancarrota. Los accionistas y tenedores de deuda subordinada fueron expropiados sin compensación y otros bancos del país deben contribuir a la toma de control con hasta 1.000 millones de euros.
Pretendió hacerle una quita a todos los depósitos de los chipriotas cuando Chipre fue rescatado.

Karel de Guth

John Dalli

Jeroen Djisselbloem

SÁBADO, 9 DE NOVIEMBRE DE 2013

El agua y el veneno de la privatización

arsenicoenelagua.jpg

 Imagen de  http://proyectoverdad.wordpress.com/

Punxín es un municipio de la provincia de Ourense. En el 2012 tenía 801 habitantes. Lleva perdiendo población desde 1900, como gran parte de la Galicia interior. 

Tras la toma de posesión del actual regidor, Manuel Vázquez (PP), los vecinos se toparon con un incremento del 300% en el recibo porque así lo ordenaba el contrato. Las protestas surgieron de inmediato, pero el alcalde hizo caso omiso: “No puedo hacer nada. En el contrato tienen 107.000 euros al año y hay que dárselos”. (cuando era explotada `por el ayuntamiento los gastos eran de 40.000).  Ante la falta de soluciones, se organizaron creando un ejército vecinal al que llamaron Comisión del Agua. Y descubrieron que el problema iba más allá de la factura. "Desde que descubrieron el arsénico cerraron sus grifos, pero Aquagest sigue cobrando puntualmente sus recibos cada trimestre. Como protesta, muchas familias no pagan y ante el desamparo de las Administración la solidaridad vecinal permitió que un pozo descontaminado les sirviese temporalmente. En su lucha contra las tasas encargaron varias analíticas para comprobar la calidad del agua y descubrieron que no era potable: el arsénico se incorpora a los acuíferos de los que se nutren grifos y fuentes de varias aldeas". Hace un mes, el Ayuntamiento repartió un día a la semana garrafas de 19 litros que compra a tres euros la unidad. “Volvimos a los tiempos de mi abuela”, dice una vecina."
"La delegada de Sanidade en Ourense no respondió a este periódico mientras que el alcalde se justifica. “¿Y qué más puedo hacer yo? Me limito a cumplir con lo que dice Sanidade”. Y así van ya dos años desde que se halló el arsénico." 

El agua se privatizó en este país,  se la repartieron entre Aqualia y Aquagest y en Galicia, con  la investigación de la Pokemon comenzó a oler a podrido en demasiados lugares  donde era gestionada por Aquagest, el hedor llegó también a Asturias, ya que Henri Laiño, que fue director de Aquagest en Asturias y el norte de España, fue detenido el pasado abril, cuando se disponía a desembarcar en Colombia, para abrir el "mercado privatizador" con tan "buena y limpia gestión" a sus espaladas. Henri Laiño se le consideraba relacionado con la trama de sobornos y tráfico de influencias de Santiago de Compostela. La investigación acabo salpicando a otros municipios.  Por cierto la esposa de Henry Laiño, había" conseguido acomodo" en la plantilla del Concello de Ourense. Aquagest pertenece a Aqbar (aguas de Barcelona)  ésta a su vez al grupo francés Suez (el 56%)  y Criteria, el grupo de inversiones de La Caixa (44%). Tal está siendo el escándalo que parece que estan pensando en cambiar el nombre de Aquagest porque el caso es paradigmatico y demuestra en qué consiste y para qué sirve la privatización. Con la privatización, los poderes políticos a quienes subvencionamos no se sienten responsables y los funcionarios se ven  impotentes ante las grandes corporaciones, así que la privatización nos puede acabar hasta envenenando. 
En un artículo aparecido en el País, el presidente ejecutivo de  Agbar, Angel Simon, afirmaba   
"El modelo hídrico actual es económicamente inviable y humanitariamente insostenible. Los problemas no son de escasez sino de mala gestión del recurso, mejorarla es esencial para luchar contra la pobreza".
Ya  estamos comenzando a ver "la mejora de la gestión del modelo hídrico" 

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MIÉRCOLES, 6 DE NOVIEMBRE DE 2013

Torres Dulce, una de romanos.

 

Siglo XX

José Manuel Serrano Alberca fue, a principios de los años 80 -con Gobierno de UCD-, Secretario General Técnico del Ministerio de Industria.
A finales también de los 80  junto con su  hermano Francisco Antonio, a través de varias sociedades le venden a Equidesa, filial de Renfe unos  terrenos para el corredor del AVE.

Las siete fincas vendidas suponen 100.000 metros cuadrados, el 50% de los adquiridos por Equidesa en el término de San Sebastián de los Reyes..   


Lo provechoso de la operación llevada a cabo por los hermanos Serrano Alberca se comprende mejor si se tiene en cuenta que sus sociedades pagaron por los terrenos que posteriormente vendieron a Equidesa alrededor de 74 millones de pesetas. Es decir compraron unos terrenos en San Sebastián de los Reyes (Madrid) que poco después vendieron a Renfe por 58 veces el precio pagado.

Durante su comparecencia ante la Comisión de Industria del Congreso, el que por entonces estaba de ministro de Sanidad y habia sido presidente de Renfe, Julián García Valverde, aseguró que "los precios medios pagados por Equidesa se mantuvieron siempre dentro de las referencias fijadas por las valoraciones externas, por lo que no hubo un enriquecimiento".

Extractado de : (recomendable leer el artículo completo)

Una de las piedras angulares de la operación de San Sebastián de los Reyes es el desfase de los precios pagados por Renfe. La primera gran sorpresa surge de la disparidad de las valoraciones de las compañías especializadas. Intervalor, sociedad a la que siempre hacen referencia los anteriores responsables de Renfe, determinó que el precio medio de la zona se situaba entre 6.000 y 6.500 pesetas por metro cuadrado. Ese precio podría situarse, "una vez recalificados los terrenos", entre 16.000 y 20.000 pesetas.

Una posterior valoración, encargada por la dirección de la compañía ferroviaria con efecto retroactivo, realizada por Richard Ellis, rebaja notablemente los cálculos efectuados por Intervalor. La nueva valoración fija el precio del metro cuadrado en 2.350 pesetas, que subiría hasta las 6.500 en caso de recalificación.

Es decir, la tercera parte de lo recomendado por Intervalor, que fue precisamente lo que defendió el ex presidente de Renfe, Julián García Valverde, en su comparecencia ante la Comisión de Industria, Obras Públicas y Servicios del Congreso.

Sin embargo, todas estas valoraciones saltan hechas añicos al analizar la propia realidad, puesto que Renfe llega a comprar a 14.967 pesetas por metro cuadrado, según los datos del informe interno de Renfe. En una operación, Equidesa paga 174 millones de pesetas por un total de 11.625 metros cuadrados.

Además, esa operación presenta una extraña circunstancia. De los 177 millones de pesetas, tan sólo 74 fueron abonados en concepto de venta a Corporación Inmobiliaria Jarama. Los otros 103 millones de pesetas fueron pagados en compensación de un arrendamiento supuestamente ficticio a Consorcio Eléctrico Madrileño (CEM), empresa relacionada con el fraude del IVA.

Otro de los aspectos que destacan en el conjunto de las operaciones es la diferencia de precios en virtud de la identidad del comprador.

Por ejemplo, en todas las operaciones de compraventa en las que intervienen las empresas relacionadas con los hermanos Serrano Alberca, el precio por metro cuadrado tan sólo baja una vez de las 7.000 pesetas.
Por el contrario, cuando la filial de Renfe, Equidesa, compra a particulares, el precio nunca supera las 3.000 pesetas por metro cuadrado. Fin de la cita.
Copiado de :

Siglo XXI

Renfe va a ser privatizada  y  del caso "Alcobendas-San  Sebastian de los Reyes" nadie se acuerda. José Manuel Serrano Alberca, que figura en Linkedln como Letrado del Senado en excedencia, abogado experto en "expropiaciones" y consta en su currículum haber sido concejal delegado de Urbanismo y Hacienda de Alcobendas.

El  abogado experto en expropiaciones tiene una mansión en Marbella, réplica de una Villa Pompeyana, termas incluidas, valorada en 15 millones de euros.

En esa mansión, anacrónica y megalomaníaca, escenario muy cinematográfico  pasó unos días este verano el fiscal General del Estado Torres Dulce, probablemente para reducir el estrés provocado por tanta recomendación de no imputar. 
Conocida es la pasión por el cine del Fiscal General así como su actividad como crítico cinematográfico y desde luego no puede negarse que habrá pasado unas vacaciones de película.    

A un ministro, una simple cacería le costó el puesto, pero los hay intocables.

El Experto en recalificaciones y el Fiscal "veranearon" sobre un  volcán, aunque no sea precisamente el  Vesubio y probablemente se sientan tan seguros que ni se hayan percatado.

Serrano Alberca fue nombrado académico correspondiente en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación en el mes de junio y su discurso de toma de posesión versó acerca de


La noticia del "veraneo" 

Serrano Alberca y el Real Madrid 

El padre y abuelo de Serrano Alberca fueron alcaldes de Alcobendas

El padre de Torres Dulce fue magistrado en el supremo y su tío, Antonio Torres-Dulce y Ruíz, fue presidente del Tribunal de Orden Público durante la dictadura. 

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LUNES, 28 DE OCTUBRE DE 2013

Nuevo ardid de la banca con la claúsula suelo


 La banca sigue haciendo de las suyas. (Copio de  http://www.facebook.com/OpEuribor)

 ALGUNAS ENTIDADES BANCARIAS INTENTAN LEGALIZAR LAS CLAUSULAS SUELO DE SUS HIPOTECAS

Nos ha llegado información a través de un compañero por la que han adoptado algunas entidades bancarias españolas de ofrecer un pacto temporal en el que la entidad eliminaría la cláusula suelo durante un tiempo, en el caso de La Caixa un año, el Popular dos años a cambio de no entablar acciones legales contra la entidad. 

Aunque no hay pruebas físicas, presuntamente Unicaja mediante contacto telefónico pretende realizar el mismo trato.

PRIMERO
LAS CLAUSULAS SUELO/TECHO SON ILEGALES como estableció la Sentencia del Tribunal Supremo y por lo tanto deben ser eliminadas de todos los contratos hipotecarios, incluidos los de aquellas entidades que no han sido condenadas por la Sentencia del Supremo.

SEGUNDO
Si aceptamos esta propuesta de los bancos, LES DAMOS CARTA BLANCA PARA LEGALIZAR LO QUE YA ES ILEGAL, puesto de manera expresa reconocemos que se nos informa de la existencia de una clausula suelo/techo y que la aceptamos después del periodo gracia determinado por el banco.

TERCERO
Nuestra recomendación es NO ACEPTAR, NI FIRMAR DICHO ACUERDO, ya que mediante reclamación al final se verán obligados a eliminar la cláusula suelo /techo y además evitarán que se les reclame la diferencia cobrada de manera ilícita desde la firma del contrato hipotecario.

En este sentido remarcar que ya hay sentencias favorables a la devolución del cobro indebido de intereses por parte de las entidades bancarias españolas basándose en jurisprudencia del Tribunal Europeo que a efectos prelación, está por encima del Tribunal Supremo de España.

Este aviso es una recomendación, sugerencia, la decisión es personal y este colectivo no se hace responsable de las decisiones personales, ni de sus consecuencias.

El objetivo de este aviso es informar sobre una acción por parte de los bancos que puede provocar confusión y presuntamente puede llevar a engaño al cliente con un contrato hipotecario.

Debe quedar claro que si se firma el acuerdo no habrá vuelta atrás y que no se podrá argumentar desconocimiento sobre la cláusula suelo/techo y la Sentencia del Supremo perderá el efecto de obligación de eliminación de dicha cláusula en el contrato hipotecario.



CUIDADO CON LO QUE SE FIRMA A PARTIR DE AHORA: 

LA BANCA SE LIBERA DE RESPONSABILIDAD AL VENDER PRODUCTOS DE RIESGO

Un periodo de reflexión de entre 24 y 48 horas y un código de colores para advertir del riesgo son las mayores novedades aprobadas por la subcomisión de Transparencia Financiera del Congreso.
Las entidades trasladan la responsabilidad a los inversores y a los notarios.
El PSOE insiste en que el problema de España no es de legislación, sino de cumplimiento de las leyes, y denuncia la falta de medidas para asegurar  ese cumplimiento.


DOMINGO, 27 DE OCTUBRE DE 2013

Frases salvajes



Jaime Botín, alumno de filosofía
Tal vez baje la prima de riesgo e incluso puede que mejore la cifra de paro, pero el problema está en el colapso ético de una sociedad donde no solo se ha extendido la corrupción, sino que parece que no importa. No solo es que se robe, sino que el acusado de robar se defiende señalando lo que roba el otro.

Jaime Botín, banquero

Dolores Dancausa, Consejera delegada de Bankinter
"Es irónico que se inhabilite a una persona que ha trabajado durante décadas para construir y desarrollar dos de las entidades más sólidas del sector financiero español y que decenas de directores y presidentes de entidades financieras que las han destrozados y que han puesto en jaque el sistema financiero español sigan indemnes sin reparar el daño causado", (manifestó refiriéndose a Jaime Botín)  

Montoro, ministro de Hacienda

Francisco González, presidente del BBV

Emilio Botín, presidente del Banco de Santander 
Está llegando dinero a España por todas partes...España se ve como referencia en el FMI

Javier Marín, que  sustituyó en el cargo  al convicto Saenz en el Santander

Arias Cañete, ministro de Agricultura, uno de los mas ricos del gabinete

Enlaces relacionados:

La alta sociedad sí tiene conciencia de clase


LA ALTA SOCIEDAD:  Reproduzco un artículo de Vicente Verdú publicado en El Pais en 1.996 . 

Entre las treinta familias más importantes de Francia, más de la mitad eran ya importantes hace un siglo y, algunas, desde el siglo XVIII. Esta es la conclusión a la que han llegado recientemente dos investigadores franceses en su libro Grandes fortunes que acaba de publicar la editorial Payot. Los autores, Michel Pinçon y Moninque PinQon-Charlot, iban buscando en qué ha quedado el movimiento de la la clase obrera y se toparon con que lo más organizado, sólido y permanente eran los grandes burgueses. Los Peugeot, Sclilumberger, Martell, Vuitton, Rostchild, Hennessy, Cointreau, Hermés, Guerlain o Cliandon-Moët gozan no sólo de una espléndida salud, sino de los medios para reproducirla interminablemente. Dentro de cada una de estas familias se opera con unas reglas que recuerdan en buena parte a la clase nobiliaria, pero sin perder por ello la cualificación profesional y el alto sentido del dinero. De no haber contado con alguna disciplina espiritual y mercantil es impensable que el prestigio de sus nombres y sus fortunas hubieran resistido el embate de dos guerras mundiales, una revolución comunista, varias asonadas populistas y las violentas sacudidas del capitalismo. Pero buena educación y disciplina es lo que no les falta. Los niños se educan en varios idiomas, en varias religiones, en conocimientos múltiples. No son internacionales, sino cosmopolitas. Puede que posean un chalet en Sutiza, otro en Deauville, pasen las navidades en Gstaad, febrero en Saint Moritz y, los veranos, en un palacio tunecino, pero en cualquiera de esos lugares se sienten como en casa. Las familias emigran juntas, se recrean juntas y, al cabo, se casan entre ellas. Puede existir alguna limitación implícita para las bodas como, por ejemplo, entre los bordeleses, no poner en peligro la perennidad de la plantación vinícola pero, en general, se sienten libres en la selección de pareja aunque no lo parezca. Es decir, eligen con libertad dentro de su mundo todo el mundo y conocen gracias a las asistencias a playas, estaciones de esquí, teatros, museos, hipódromos, campeonatos de golf, bodas, bailes o conciertos a los demás de su clase. Cada uno es potencialmente riquísimo, pero lo más importante es la adscripción a la dinastía ilustre donde los ancestros persisten como vivos. La conversación sobre la muerte y la herencia son dos temas tabú entre los altos burgueses. Cada participante de la familia se siente parte de una comunidad materializada en el traspaso de nombres desde abuelos a nietos o en los bautismos, vistiendo a los bebés con las ropas de sus antepasados. En todas las etapas de la vida la familia se manifiesta cómo una realidad que trasciende la categoría de cada individuo.Supone todo ello una accesis que se refleja también en la conservación de los castillos, a pesar de su costoso mantenimiento, y de las viñas, no importa si resultan ruinosas. La tierra y la fortaleza son emblemas capitales en la identificación de cada clan. En esto son muy conservadores. Son, en general, muy conservadores, pero ni un punto reaccionarios. A ninguno de ellos se le ocurrirá entregar su voto a Le Pen o a formaciones por el estilo. Evidentemente odian el comunismo, pero como constatan los autores deGrandes fortunes, están apegados como en una creencia ideológica fundamental. "Nos hemos sentido soprendidos al comprobar", dicen, "el alto grado de conciencia y de organización que rige en su seno. Nada comparable incluso, a lo que sucedía entre la clase obrera en el periodo marxista más activo". Y agregan: "Las fortunas mismas son gestionadas de forma colectiva y las grandes familias constituyen una fraternidad, solidarios y conscientes de que su clase no lograría pervivir ni reproducirse sin la entrega de uno al beneficio de todos". Llamativamente, en vísperas del siglo XXI, mientras los obreros aparecen descoyuntados políticamente, sindicalmente, culturalmente y hasta familiarmente, la única Internacional unida es la que forman los grandes burgueses.



El Único cambio desde entonces es que a  las 30 familias se incorporaron algunas más

SÁBADO, 26 DE OCTUBRE DE 2013

La Caixa, los oligopolios y la supeditación del poder político

File:Estructura la caixa.svg


La Caixa es el nombre comercial de Caixa d'Estalvis i Pensions de Barcelona, en castellano Caja de Ahorros y Pensiones de Barcelona.Tiene la sede en Barcelona. También es el nombre comercial de CaixaBank
Desde 2010 la Caixa no tiene actividad financiera ni bancaria, ya que segregó todos sus activos comerciales en una filial, denominada CaixaBank, de la que es propietaria aproximadamente en un 74% . A pesar de que la Caja de Ahorros ya no tiene actividad bancaria,  y su única actividad quedó limitada al mantenimiento de la Obra Social la CaixaCaixaBank continúa usando el seudónimo de "La Caixa" en sus oficinas y en su comunicación con sus clientes, dejando la marca "CaixaBank" sólo para uso institucional.
CaixaBank contaba en 2012 con una red de más de 6.342 oficinas, 9.696 cajeros automáticos, una plantilla de 32.625 empleados y 12,9 millones de clientes.
El Grupo la Caixa gestiona un volumen total de negocio bancario que asciende a más de 430.987 millones de euros (diciembre de 2011), con unos recursos totales de clientes de 248.326 millones de euros, siendo la mayor entidad de toda España por volumen de activos.

Sus "Cajitas"
Caixa Girona aprobó integrarse en ”la Caixa” mediante una fusión por absorción en mayo de 2010.
Otras cajas catalanas.: Caixa ManlleuCaixa Sabadell y Caixa Terrassas, se fusionaron operando con el nombre de Unim Caixa, en el 2011 se constituyó en banco, se denominó  Unnim Banc y fue adquirido por el BBV por un euro en julio del 2012. 

En marzo de 2012,  adquirió por 979 millones de euros y posteriormente integró dentro de CaixaBank al SIP (Sistema Institucional de Protección) formado por Cajasol  (denominación del resultado de la fusión de Caja San Fernando  con El Monte de Piedad, en el 2006 y posteriormente en el 2009  había absorbido  la Caja de Guadalajara), Caja NavarraCajaCanarias y Caja de Burgos, conocido hasta entonces como Banca Cívica El SIP fue liquidado, traspasando sus clientes, oficinas y activos a CaixaBank. Aún así, por arraigo cultural, la entidad decidió mantener el logotipo de las cajas que dieron origen a la integración en sus oficinas y comunicaciones en las oficinas, combinándolas con el del banco catalán, pero sólo en los territorios de influencia de cada entidad.
En julio del 2013, se produjo la inscripción de la escritura de fusión de Banco de Valencia y CaixaBank en el registro mercantil, por lo que la integración de Banco de Valencia en CaixaBank se convirtió en plenamente efectiva. Tras la absorción de Banco de Valencia por parte de CaixaBank, tanto las oficinas de "la Caixa" como las de Banco de Valencia de la Región de Murcia recuperaron la denominación "Banco de Murcia", junto a la estrella de "la Caixa".(El Banco de Murcia,S.A era una entidad financiera española, que Había sido absorbida por el Banco de Valencia en  octubre del 2002).
Pareciera como si deliberadamente se hubiese forzado a las cajas además de bancarizarse a fusionarse para que La Caixa, Santander y BBV pudiesen adquirirlas en "racimo" a veces incluso por un euro, después de haberles llovido dinero público. 

Extractado de


Sus empresas 

Es la primera entidad en España por valor de sus activos: 350.989 millones de euros. En los últimos años ha absorbido a Caixa Girona, Banca Cívica y el Banco de Valencia. De las 6.342 oficinas que posee el grupo, tan sólo 1.581 están en Cataluña, y el 65% de su volumen de negocio procede de fuera de Cataluña y las Islas Baleares.
Su radio de acción se extiende mucho más allá del propio sector financiero y alcanza al negocio de los carburantes, el agua, las telecomunicaciones, las infraestructuras y la salud. Es líder en pensiones, seguros y tarjetas bancarias. Con más de 13 millones de clientes y una cuota de mercado en España del 14,6%, articula su influencia a través del poder económico de sus empresas, sus vínculos con medios de comunicación, partidos políticos e, incluso, con la Casa Real.
Entre los 500 grupos que más facturan del planeta aparecen varios en los que La Caixa es accionista de referencia.
Como Repsol, del cual Caixabank –la organización bancaria del grupo– es primera accionista, con el 12,2% de los títulos. También Gas Natural, cuya gestión controla a través de la sociedad de inversiones no cotizada Criteria CaixaHolding, con el 34,96% de las acciones.

En la selecta lista de poderosas empresas aparece también Telefónicacuyos primeros accionistas son el BBVA (con un 5,753%), y CaixaBank, que posee el 5,6% después de que el año pasado incrementase su presencia en esta compañía, por la que han pasado todos los grandes poderes políticos y económicos del Estado: desde un exresponsable de la Casa Real como Fernando Almansa hasta destacados políticos.

 En el sector de las infraestructuras, Abertis se erige como el gran baluarte de la entidad que preside Isidre Fainé, a su vez vicepresidente de la empresa que gestiona el 59% del total de las vías de peaje españolas. Criteria CaixaHolding es la primera accionista de Abertis con un 22,52% del total de acciones.

En los últimos años, no son pocas las voces que han criticado que los ingresos que reportan los peajes multiplican el coste de su construcción y mantenimiento. El estudio que presentaron en el año 2000 las entidades y ayuntamientos firmantes de la Declaración de Gelida sobre la situación de los peajes en Cataluña, elaborado a partir de las estimaciones de las mismas concesionarias, evidencia esta disparidad. Mientras el coste de construcción del tramo Granollers–La Jonquera ascendió a 68,5 millones, los ingresos finales superaron los 3.000. Por su parte, con el tramo Martorell-Tarragona, que supuso un coste de 42,2 millones, la concesionaria Acesa (dependiente de Abertis), había ingresado 2.170 millones. La Caixa no se posiciona al respecto y alega que la cuestión depende exclusivamente de Abertis.
En el sector de los servicios básicos, la entidad está presente en Aguas de Barcelona (Agbar), la empresa que integrará la sociedad mixta que gestionará el suministro de agua en 23 municipios de Barcelona, incluida la capital. El 24,14% de las acciones que posee, sin embargo, queda lejos del 75,35% de la multinacional Suez Environnement. A cambio de ceder el control de Agbar a la compañía francesa.
La Caixa se hizo en el 2009 con el control de Adeslas, rebautizada ahora como Adeslas SegurCaixa y la primera compañía de España en seguros médicos y dentales con más de 3 millones de clientes.

Tomado de

http://www.lamarea.com/2013/10/11/la-caixa-un-gigante-senalado-por-los-movimientos-sociales-2/

Qué puede hacer el poder político mas que seguidismo ante tal concentración de riqueza y de poder y como si ello no bastase  La  Caixa  tiene en nómina un miembro de la familia real y el  jefe de la asesoría jurídica Sastre Papiol fue nombrado Magistrado del TS que juzgará los productos toxicos endosados por la banca.. 
Tal acumulacion de poder y capital en régimen de monopolio u oligopolio, hace que o se dictan leyes antitrust o vamos abocados a la neoesclavitud. Tenemos demasiadas evidencias.

 El 27% de los españoles son clientes de La Caixa, además de clientes  forzosos vía autopistas, Gas Natural, Agbar ( Aquagest )  además de Repsol, Telefonica etc. ¿Cuanto dinero nuestro cada mes acaba en su caja?  
La Caixa pujará por NCG y no descarta hacerse con Catalunya Banc. Nin el consejero delegado continua pidiendo "reformas estructurales"  


Para recordar:
La Ley Clayton Antitrust  Clayton Act) fue una ley federal aprobada en EEUU en  1914, para remediar las deficiencias en la ley antimonopolios Sherman Antitrust de 1890, la primera ley federal en contra de prácticas empresariales que perjudicaran a los consumidores (monopolios y pactos colusorios en contra de la competencia 

Enlaces relacionados

Actualización 

Si existían sospechas acerca de la planificación para  el reparto de la tarta bancaria entre BBV Santander y La Caixa, nuevos datos apuntan en ese sentido, toca ahora abalanzarse sobre NCG, que a su vez es el resultado de la fusión de Caixa Galicia y Caixa Nova. En  vista que le han salido varios "novios" entre fondos buitres, los tres bancos cierran filas ..." Sea por coincidencia o por estrategia pactada previamente, lo cierto es que en apenas 48 horas altos directivos del Santander, BBVA y La Caixa, los que más interés tienen por NCG, han salido en público a prevenir sobre las intenciones que tienen los fondos de inversión extranjeros que también compiten por llevarse la primera entidad financiera de Galicia. Sugiere la cúpula de esas entidades que ninguno de esos inversores (Guggenheim, WL Ross, Anchorage y JC Flowers) podrá dar estabilidad a la entidad. Que su único fin es lograr alta rentabilidad a corto plazo y salirse del capital en cuanto puedan. Sin embargo, defienden, si el comprador es un banco español esas dudas se disiparían"...
Se da por seguro que los tres bancos pujen`por NCG por la cuota de negocio(el 40% del ahorro galllego) y por las bonificaciones fiscales. 
No hay que olvidar que La Caixa dispara sus beneficios gracias a la bonificación fiscal que disfruta por el banco de Valencia, banco que compro por un euro. 

 Ahora avisan del peligro de los fondos porque desean  repartirse  el mercado entre los tres. No se lamentaron cuando se vendían  hospitales o residencias de la tercera edad  como Geriatros a dichos fondos.  

Tomado de 
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/economia/2013/10/26/gran-banca-alia-tratar-tumbar-fondos-quieren-ncg/0003_201310G26P31991.htm