Entradas populares

sábado, 28 de abril de 2012

JUAN BOSCH HABLA DEL PADRE FANTINO


Los curas tenían verdadera influencia en la masa sólo en una parte del país, al norte de La Vega, región campesina por excelencia, poblada sobre todo por pequeños propietarios y peones agrícolas; y esa influencia se debía al hecho de que allí había vivido un sacerdote excepcional, el tipo de cura que la gente del Pueblo identifica con los santos de categoría. Aquel sacerdote se llamaba el padre Fantino; era italiano y había dirigido en La Vega un colegio semiprivado en el cual se educó por lo menos toda una generación. Excelente latinista y gramático, alma de fundador, fue sintiéndose cada vez más atraído por su vocación mística que por la enseñanza, y al fin se fue al Santo Cerro, adonde trasladó su colegio y desde donde poco a poco fue imponiendo a toda la vecindad el respeto congénito a su auténtica conducta de siervo de Dios. Recuerdo haberlo visto en una misa, transfigurado por la pasión religiosa, las manos juntas sobre el pecho, los ojos cerrados, estampa impresionante de fe. Cuando hablaba a la grey, su voz era de verdad un sonido celeste. Tenía gran cabeza, gran nariz, y toda la cabeza le temblaba. Vestí con extremada humildad, a veces con manchas en el hábito.

Yo era joven entonces, pero dije a menudo: “Después de su muerte, el padre Fantino será adorado en toda esta región como un santo, y la gente tendrá por reliquia un pedazo de su sotana”. Y así sucedió.

Leer mas ...

No hay comentarios:

Publicar un comentario