Caracas (PL) El Instituto del Patrimonio Cultural de Venezuela, nacido a principios de los años 90, traza caminos para resguardar, con eficacia mayor, los bienes que sostienen y consolidan la identidad de este país.
La institución, adscrita al Ministerio de Cultura, rige y establece las políticas sobre el manejo de los asuntos en ese ámbito, altamente sensible para el mantenimiento de la memoria histórica y el afianzamiento de la nacionalidad.
Entre los elementos más representativos en esta materia, Venezuela tiene a Coro, una ciudad colonial en el estado de Falcón, que sobresale por la mezcla de estilos arquitectónicos caribeños y de la tradición española.
El lugar fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura en 1993.
También ostenta esa condición la Ciudad Universitaria de Caracas, concebida por el prestigioso arquitecto Carlos Raúl Villanueva, y considerada una obra maestra de la contemporaneidad.
Para proteger espacios semejantes, el Instituto cuenta con los órganos estatales de seguridad, pero impulsa además otras estrategias.
De acuerdo con su presidente, Raúl Grioni, el patrimonio no está constituido por "una cantidad finita y pequeña de bienes y objetos", sino que envuelve todo cuanto identifique a los venezolanos como tales.
En declaraciones a Prensa Latina, añadió que la defensa de este amplio espectro de elementos (música, maneras de hablar, árboles, genteâ��) no se logra solamente con la contribución de la institución, la cual vela por el cuidado de esos valores.
La mejor manera de protegerlo consiste en profundizar el aprecio del pueblo hacia esas manifestaciones, sostuvo Grioni desde la casona que alberga al Instituto, conocida como Villa Santa Inés y donde residió el mandatario Joaquín Crespo a finales del siglo XIX.
No hay comentarios:
Publicar un comentario