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miércoles, 15 de abril de 2015

Un mercadito que vende historias de éxitos


 Por Tony Arias Gil

Es de gran satisfacción cuando las grandes empresas entienden que ser responsables va más allá que ser ecológicamente eficientes. Cuando entienden que ayudar a producir riquezas entre las micro y pequeñas empresas es una opción viable, tanto económica, como socialmente. El Mercadito de Ágora que todos los sábados es una opción para 515 expresiones económicas, es un buen ejemplo de ello.
jarras mercadito agora mall
Dar lata, es una expresión popular en República Dominicana. Pero también fue la idea de negocios que generó Maribel Pacheco luego de participar en el Mercadito vendiendo las galletas que horneaba con su madre. La demanda fue creciendo y junto a su cuñado desarrollaron su idea de negocios empacando el producto en latas de pinturas decoradas. De donde surge: para Dar Lata.
La historia de Maribel, es una de esas tantas que nos hizo llegar a través de una presentación Ágora Mall. En ella, Maribel dice que Dar Lata ya no es un hobbie, sino “un negocio con posibilidad de crecimiento real”, que surgió  de “algo eventual”,  y que hoy día le ha permitido educar a sus hijas, comprar equipos, sentirse una emprendedora y tener “la satisfacción que tengo de que las galletas de mi madre se reconozcan”.
mercadito agora foto de interior
El Mercadito de Ágora no es más que una feria semanal en la que microempresarios, artesanos y fundaciones que producen sus propios productos, tengan un espacio para visibilizarse y vender lo que hacen entre los más de 30 mil visitantes diarios de la plaza.
Estos son los objetivos que se ha establecido la empresa: Motivar la comercialización de productos dominicanos, destacando su capacidad de crear e innovar y fomentando el aprecio de  las raíces culturales y los valores dominicanos; llevar una propuesta diferenciadora a sus visitantes; generar interés sobre la oferta única del mall y motivar visitas al mismo.
En la actualidad participan unos 515 microempresarios, 240 del área alimenticia, 174 de artesanía, 16 Fundaciones, 3 clústeres, 6 artes plásticas, 41 variadas y 35 interactivos. Participan iniciativas comerciales de Santo Domingo, Santiago, Puerto Plata, San francisco de Macorís, Jarabacoa, Barahona, Seibo, Higuey y Miches. El promedio de venta cada sábado es de 6 mil a 10 mil pesos.
Según la información brindada por Ágora, los micro y pequeños empresarios han logrado abrir nuevos mercados a través de sus inquilinos y clientes potenciales, como son los casos de Pasta de pollo Yireh y Vinos Johanna que se venden en Cosas de mi País. Así mismo Galletas de Vainilla se convirtió en proveedor  de  Café Santo Domingo. Mientras que las mujeres de Chocolate Chocal de Altamira  y Jabones artesanales se vende en Tienda Orgánica.
El nivel de responsabilidad de la empresa grande no se limita a ceder de manera gratuita un espacio comercial con un valor económico. Sino, que además tienen una alianza con el Ministerio de Industria y Comercio para capacitar a estas personas y entidades y otorgarles herramientas para desarrollar sus ideas o sus negocios.
En ese sentido han ofrecido talleres de  ¿cómo gestionar y hacer crecer mi negocio?, charla sobre la Asociatividad y Acceso a Mercados, propuesta de Valor y  generación  de modelos de negocios.
Armando Rojas es un pintor que da su testimonio de cómo el Mercadito de Ágora le ha ayudado a promover sus ventas. Una historia de un microempresario que ha visto como una empresa grande le abre las puertas para que pueda vender más. Un concepto de solidaridad empresarial, coo-petencia, en realidad una actitud responsable, de una empresa responsable.

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